Fuente: https://mas.lne.es/cartasdeloslectores/carta/51174/juani-ruiz-recibida-honores-asturias.html
Juani Ruiz, recibida con honores en Asturias
¿Qué hacía hoy la “Ventolín” tocando en la plaza en horas de la tarde, provocando que los viandantes se pararan, siguiendo sus ritmos musicales, y siendo vitoreada desde el tercer piso de la antigua Escuela de Comercio?
La charanga (medalla de la ciudad de Gijón y caracterizada como “patrimonio inmaterial de la solidaridad astur”) estaba honrando y recibiendo a Juani Ruiz Rishmawi, que iba a tener charla en esa casa cultural, adonde también subieron de la “Ventolín” para compartir en voz e instrumentos el “Bella Ciao” de las resistencias.
Cuatro han sido, al menos, las movilizaciones que se habían convocado en Xixón y Oviedo, durante el tiempo en que Juani sufrió la prisión sionista, y varios fueron los ayuntamientos (además del Parlamento astur) que exigieron su libertad.
En noviembre recibía el premio “Pasionaria”, y en su ausencia forzada por el régimen del apartheid israelí llegaba su hijo para recibirlo en su nombre.
Hoy, el Comité de Solidaridad con la Causa Árabe y la Fundación Siloé flanqueaban a Juani en la mesa, mientras hacía un recuento sencillo de lo acontecido.
Quiso resaltar cómo fueron las mujeres prisioneras palestinas las que más apoyo y fortaleza le transmitieron en las cárceles, pese a que todas ellas tenían condenas y situaciones mucho más difíciles.
Por ellas, con quienes sigue en contacto, se sigue exigiendo la liberación, así como el fin de la limpieza étnica.
Juani estuvo cinco meses sin que la dejaran ver a su esposo, palestino, que hoy está también en Asturias. En ese aislamiento e incertidumbre (ya que desde que 25 soldados se la llevaron de madrugada de su casa en Belén no le decían qué tipo de acusación querían imponerle), fueron las presas palestinas, algunas heridas, otras sometidas como ella a tortura psíquica, quienes acompañaron a Juana para disminuir su dolor.
A Juani finalmente le hicieron un juicio militar (siendo ella civil), con todas las irregularidades del caso.
Reconoció el papel cercano jugado por funcionarias y funcionarios del consulado español, aunque el Gobierno en el Ministerio y Borrell en la UE tuvieran otro comportamiento más distante (derivado de las relaciones de prioridad comercial increíble con el régimen sionista, que violenta todos los derechos humanos todos los días).
Está preocupada Juani porque la guerra en Ucrania ha desviado más la mirada, y el Gobierno israelí lo utiliza para arremeter con todas sus herramientas sionistas, tratando de eliminar organizaciones, impedir la solidaridad en salud y derechos con la población palestina, como ha ocurrido con su encarcelamiento y el de la presidenta y el contable de los Comités de Salud para los que trabaja, y que era y es la institución con la que mantienen proyectos de cooperación ayuntamientos y Gobierno asturiano.
Se siente en Palestina que “la gente blanca” de Ucrania recibe los apoyos ante la invasión rusa que la población árabe no recaba pese a la reiterada ocupación ilegal israelí y el avance incesante de los asentamientos ilegales robando más y más tierras palestinas.
4.500 prisioneros palestinos ha recordado Juani. Muchas huelgas de hambre solamente para exigir derechos elementales: a veces para exigir simplemente que les hagan juicio, que les acusen de algo, y salir de la ilegal “detención administrativa” que, sin acusación, sin cargos, mantienen prisioneras a esas personas a veces hasta seis años.
En tal tesitura, Juani ha sido testigo de cómo la indefensión de la prisión ha producido nuevas tragedias en la ocupación. Familiares que mueren sin poder ser despedidas (como le ocurrió a ella con su cuñada), madres que llevan decenas de años acompañando y tratando de visitar a sus hijos, y que mueren antes de que salgan de las prisiones. Menores presos, y, desde luego, asesinatos, como los seis jóvenes asesinados estos días, tras la “doble muerte” de la periodista Shireen. (Doble, dice Juani, por la bala que la mató, y por el ataque cruel al funeral y al féretro en su despedida, que pudo verse en todo el mundo).
“Juani, Te Queremos Libre. Fin del Apartheid. Libertad a los 5.500 prisioneros políticos palestinos”, rezaba una de las pancartas en las movilizaciones por su libertad: hoy ha sido celebrada esa liberación, y, al igual que toda la aldea palestina en pleno fue a recibirla y abrazarla, hoy en Xixón muchísima gente ha querido transmitir a Juani el agradecimiento por ser portavoz involuntaria de todo un pueblo cuyos derechos esenciales siguen siendo demandados en Asturias.
Y la música de la “Ventolín” han conseguido transmitir la fortaleza de las fraternidades y quebrar de forma simbólica el maldito apartheid.