mpr21 Redacciòn
Ayer se produjo un ataque de última tecnología en Líbano. Doce personas, entre ellas una niña de 10 años, murieron y cerca de 3.000 resultaron heridas después de que explotaran simultáneamente las baterías de los “buscas” de varios militantes de Hezbollah.
El ataque fue obra del ejército israelí.
Los miembros de Hezbollah no utilizan telefonos móviles por evidentes razones de seguridad. Se comunican a través de unos “buscas” de la marca Gold Apollo, tipo AP924, adquiridos a una empresa taiwanesa.
El ejército israelí logró interceptarlos justo antes de su entrega en Líbano y luego los manipuló, colocando en su interior explosivos que podían ser fácilmente manipulados a distancia, para detonarlos de manera coordinada.
Sólo colocaron unas pocas decenas de gramos de explosivos en el lateral de la batería, que detonaba en caso de vibraciones repetidas.
Es posible que Israel se haya logrado infiltrarse en la cadena de suministros de Hezbollah y los “buscas” hayan sido recuperados mucho antes de ser entregados y luego manipulados antes de ser enviados de regreso a su destino final.
Alrededor de las 15:30 horas de mediodía, hora libanesa, enviaron un mensaje a los “buscas” manipulados. Parecía que el remitente era la dirección de Hezbollah. Unos segundos más tarde explotaron, provocando doce muertos y casi tres mil heridos.
El fabricante taiwanés, a través de su director, Hsu Chin-kuang, ha desmentido la información afirmando que los “buscas” no eran suyos.