Fuente: La Jornada Reuters, Sputnik y Prensa Latina Martes 28 de septiembre de 2021, p. 26
Ambos enfrentan sanciones de EEUU
Caracas agradece a Pekín su cooperación para combatir la crisis por Covid
Houston. Un cargamento de 2.1 millones de barriles de condensado provisto por la Compañía Nacional de Petróleo de Irán (NIOC) a la petrolera venezolana PDVSA, el primero de un acuerdo de intercambio entre las empresas estatales, comenzó a descargar esta semana, según fuentes y datos de seguimiento de tanqueros citados por Reuters.
PDVSA y NIOC pactaron un contrato a mediano plazo para intercambiar crudo pesado venezolano por condensado iraní, en un acuerdo destinado a impulsar las debilitadas exportaciones de petróleo de la nación sudamericana en medio de sanciones impuestas por Estados Unidos.
Se espera que el acuerdo regularice el flujo de diluyentes para producir variedades de crudo de exportación desde la Faja del Orinoco, principal región petrolera de Venezuela.
El embarque de condensado llegó a aguas venezolanas a finales de la semana pasada en el supertanquero de bandera iraní Dino I, propiedad de NIOC, según las fuentes y el servicio de vigilancia de buques TankerTrackers.com.
La embarcación se encontraba ayer en maniobra de descarga en la principal terminal petrolera de PDVSA, informó TankerTrackers.com, pese a que su transmisor lo mostraba en la costa de Irán, táctica que a menudo usan los productores de crudo sancionados para ocultar la ubicación real de sus flotas.
PDVSA, el ministerio de Petróleo de Venezuela y NIOC no respondieron a preguntas de Reuters sobre los detalles del canje. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos comentó a Reuters la semana pasada que estaba preocupado por los informes de transacciones iraníes con Venezuela, que involucran petróleo y productos derivados del petróleo
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Venezuela e Irán, ambas naciones bajo sanciones de Washington y cuyas petroleras estatales están en la lista negra del Departamento del Tesoro, también pueden enfrentar sanciones secundarias que limitan los negocios con compañías no estadunidenses. Sin embargo, ambos países han fortalecido su cooperación.
El Golsan, carguero de bandera iraní que en 2020 entregó alimentos a Venezuela y regresó a Irán con alúmina, descargó en agosto en el puerto venezolano de La Guaira y ahora se dirige a Irán con una carga no revelada, de acuerdo con datos de Refinitiv Eikon.
Irán ha proporcionado alimentos, medicamentos y gasolina a Venezuela, así como equipos para reparar las deterioradas refinerías de PDVSA, mientras Venezuela ha pagado a empresas iraníes con combustible de aviación, crudo y materias primas.
En este contexto, el canciller venezolano, Félix Plasencia, informó tras un encuentro con su par chino, Wang Yi, que las dos naciones profundizarán su asociación estratégica integral y manifestó su gratitud a Pekín por su cooperación en materia de salud para la lucha contra la pandemia y la protección de la vida del pueblo venezolano
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En otro orden, el ministro venezolano de Defensa, Vladimir Padrino, desmintió acusaciones formuladas por Colombia sobre la supuesta violación de su espacio aéreo por una aeronave de inteligencia de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, y acusó a Bogotá de querer afectar las negociaciones entre el gobierno y la oposición que se llevan a cabo en México.
En tanto, Estados Unidos anunció que impulsará proyectos en Colombia como parte de su estrategia para apoyar a países de bajos ingresos y contrarrestar así la creciente presencia de China en el mundo.
Sostuvimos una conversación muy importante sobre cómo implementar el Build Back Better World en Colombia. Es el primer país que decidimos visitar para su puesta en marcha
, manifestó Daleep Singh, asesor adjunto de Seguridad Nacional del presidente Joe Biden, durante una declaración conjunta con el presidente colombiano, Iván Duque.
La iniciativa Build Back Better World o B3W fue lanzada este año tras la cumbre del G-7 (Alemania, Estados Unidos, Japón, Italia, Canadá, Reino Unido y Francia) como una manera de ayudar en las necesidades de infraestructura de los países de ingresos bajos y medios.
La iniciativa surgió en respuesta a la Franja y Ruta de China (BRI, por sus siglas en inglés) también llamada la Nueva Ruta de la Seda, ambiciosa apuesta para interconectar por tierra y mar a Europa, Asia y África.