Fuente: https://www.telesurtv.net/bloggers/Indulto-Una-caja-de-Pandora-o-un-camino-de-solucion-20200906-0001.html?utm_source=planisys&utm_medium=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_campaign=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_content=35 Pablo Jofre Leal 6 septiembre 2020
La mitología griega señala, en uno de sus relatos, que todos los males del mundo radican en la llamada caja de pandora. Una mítica vasija, que al ser abierta, propaga por el mundo males, enfermedades, todo lo negativo, dejando en su interior sólo la esperanza.
Consignar lo señalado obedece al hecho, que el gobierno venezolano, a través de una decisión de su presidente Nicolás Maduro, decidió indultar a un centenar de opositores bajo la premisa, en palabras del Ministro de Información y Comunicación, Jorge Rodríguez, de implementar “una acción destinada a la promoción de la convivencia pacífica a través de la apertura del cauce democrático”.
Una medida que da cuenta satisfactoria, de uno de los puntos de exigencia más solicitados por la oposición, que de esta manera queda con poco margen de juego en este tira y afloja con el gobierno. Hablar de opositores refiere incluso a aquellos involucrados en procesos golpistas, llamados a derrocar al gobierno legítimamente constituido, planear operaciones de violación de la soberanía nacional, incluyendo uso de mercenarios, llamados a la insubordinación militar, acciones de vínculo con funcionarios de potencias extranjeras destinadas, por ejemplo, a asesinar al presidente Maduro.
De ahí, que los partidarios del gobierno esto sea una caja de Pandora, pues no se sabe cuáles serán los efectos al dejar salir de sus sitios de reclusión o permitirles participar del proceso político venezolano, a aquellos que han querido destruir el país. En este panorama, sobresalen las opiniones de militantes y adherentes al gobierno, que si bien señalan que esta medida es dolorosa por lo que significa liberar a aquellos, que han sido responsables intelectuales, muchos de ellos, de muertes, heridos, destrucción de infraestructura y acciones que han significado daños enormes y millonarios al país, apoyan sostenidamente la decisión del presidente Maduro. El chavismo, a través de redes sociales, declaraciones y opiniones ha sostenido que “la política es sin llorar” y hay que ir adecuándose al escenario que se presenta y triunfar en el, a pesar de estas medidas, por muy dolorosas que sean.
Este grupo considera que la medida del gobierno de Nicolás Maduro obedece a una visión estratégica, que quita herramientas de presión interna y externa, dejando al descubierto que las verdaderas intenciones, de cierta parte de la oposición, es simplemente destruir el país. Maduro, con esta medida, envía un mensaje a los gobiernos y organismos internacionales, que teniendo presente cuál es la política de Estados Unidos y sus aliados contra Venezuela, se apartan de ese camino y llaman a un camino de negociaciones y elecciones. El gobierno bolivariano responde a ese llamado, la pelota está en el campo de juego opositor ¿se atreverán, sobre todos aquellos que desean deshacerse de la cadena estadounidense a avanzar por un camino soberano?
Entre los beneficiados por el indulto se encuentran políticos y diputados opositores (27 de ellos) como Freddy Guevara (“huésped” en la embajada chilena en Caracas) Henry Ramos Allup (secretario general del partido ultraderechista Acción Democrática). Mariela Magallanes, Tomás Guanipa, Nicmer Evans y Gilber Caro entre otros. Entre los nombres también sobresale el de Roberto Marrero, el ex jefe de gabinete del autoproclamado Juan Guaidó y otros nombres secundarios, pero activos participantes en los planes de desestabilización de Venezuela. El acuerdo fue tomado tras conversaciones entre el gobierno y un sector de la oposición encabezado por el ex candidato presidencial Henrique Capriles, previo a las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, que está siendo saboteado por Washington, el Grupo de Lima y políticos opositores, convencidos que el camino del éxito radica en más sanciones, embargos, bloqueos y congelamiento de activos, que significan un duro pesar para la sociedad venezolana.
Como muestra que la decisión del presidente Maduro, para algunos de los beneficiados, no tiene importancia, convencidos que el camino político es el destruir todo intento de diálogo, seguir el proceso de demolición económica del país; la ex diputada Mariela Magallanes sostuvo que “este indulto no tiene ningún valor pues no reconozco a Maduro como presidente y en Venezuela no hay Estado de derecho” declaraciones demostrativas, que la decisión gubernamental está descolocando a personajes como Freddy Guevara “huésped” desde el 4 de noviembre del año 2017 en la representación diplomática chilena en Caracas, que deja en incómoda posición al gobierno chileno, que reconoce al autoproclamado. ¿Qué hará el gobierno de Piñera? Lo lógico es que le pida a Guevara que termine su alojamiento en la embajada y si no lo hace, es porque así lo decide el gobierno chileno, quedando clara la implicancia de la administración de Sebastián Piñera en los intentos golpistas.
Un gobierno chileno que con una crisis social, política y económica de envergadura se da maña para dar consejos a Venezuela. Efectivamente, el canciller chileno Andrés Allamand emitió un twitter donde señala que “Liberación de presos políticos en Venezuela debe ser acompañada de otras medidas orientadas a dotar de legitimidad al proceso electoral. Hay que asegurar voto libre, órgano electoral independiente y observación internacional” Declaración que tuvo una dura respuesta del canciller venezolano Jorge Arreaza quien señaló “Sr. Allamand. ¿quién se cree usted para pretender validar elecciones en Venezuela? Forma usted parte de un gobierno profundamente impopular de origen y de acción. Respete la soberanía del pueblo venezolano y ocúpese de la tragedia neoliberal que le han impuesto a su pueblo”.
La medida de Maduro da un giro inesperado a una oposición extrema, que no esperaba una jugada así y que además se encuentra con declaraciones internacionales de apoyo a la medida anunciada desde el Palacio de Miraflores. El alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell, declaró que “La excarcelación de un considerable número de presos políticos y diputados perseguidos en Venezuela, es una buena noticia y una condición sine qua non para seguir avanzando en la organización de unas elecciones libres, inclusivas y transparentes. La Unión Europea seguirá apoyando una salida política a la crisis del país latinoamericano, que pasa por la transparencia y la libertad en las elecciones”. Por su parte, la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, señaló con relación al indulto de 110 personas, encarceladas, fuera del país o bajo medidas cautelares que “Valoro esta decisión como un paso significativo en los esfuerzos en favor de la apertura del espacio democrático y de la mejora de la situación de derechos humanos en el país”
Hoy por hoy resulta evidente, que el apoyo a Juan Guaidó, el autoproclamado, representa un residuo insignificante, un político más parecido a un actor secundario de The Walking Death, un zombi, un muerto viviente. Un dirigente con un apoyo deshilachado, con acusaciones de corrupción que cruzan a su familia y su entorno. Un personaje que va siendo esparcido como la ceniza de un cigarrillo. Un títere cuyo titiritero tiene problemas mayores, que seguir maniobrando a este muñeco sin rumbo. Y, en ese escenario surgen aquellos que están dispuestos a participar de las elecciones del 6 de diciembre como una manera de no ser dejados a la vera del camino. Factores y liderazgos de todo el espectro político venezolano han decantado por participar en las elecciones del 6 de diciembre. Incluso, la cúpula golpista extremo derechista católica, agrupada en la Conferencia Episcopal ha decidido auspiciar las elecciones.
La oposición venezolana ante la medida de Maduro se encuentra en una encrucijada pues parte de ella, entre los que se cuenta el propio ex candidato presidencial Henrique Capriles Radonsky ha manifestado su voluntad de exigir “condiciones mínimas” que permitan a su sector participar de las elecciones parlamentarias. En un comunicado dado a conocer el pasado 23 de agosto este dirigente opositor declaró que “un evento electoral siempre puede convertirse en un hecho movilizador que permita al país reencontrar el camino de la política, estando conscientes de que lo primero es la vida de los venezolanos que se enfrentan en terribles condiciones a la pandemia”. Una postura que enfrenta, claramente, a la del autoproclamado Juan Guaidó (cada día más escuálido de fuerzas) que encabeza aquella posición de no participar en un proceso que tilda de “fraude electoral”, inclinándose por una estrategia que contempla un plebiscito como alternativa.
Participar del proceso electoral y el plebiscito son ideas absolutamente incompatibles y que medirán fuerzas en el transcurso de estas semanas, ya sea para ganar adeptos entre las fuerzas políticas y movimientos opositores, como también ganar el apoyo político y financiero, siempre bienvenido para los ávidos bolsillos de una casta política, que se ha beneficiado de su condición opositora, de la interesada “generosidad” de Washington, enfrascado hoy en sus propios problemas y crisis internas y conflictos internacionales. Esta contienda opositora venezolana podría activar la ejecución de otra medida del gobierno, que podría ser la habilitación electoral de Capriles (recordemos que en abril del año 2017 Capriles fue inhabilitado, por irregularidades administrativas cuando ejerció el cargo de gobernador del estado de Miranda. Como también algunas exigencias y garantías electorales solicitadas por la oposición menos virulenta – que estuvieron en la mesa de negociación en Oslo – que daría un nuevo golpe a Guaidó y a sus huestes más extremistas.
Diversas encuestas consideradas fiables, dentro de este universo de empresas encuestadoras, que rubrican, que a finales del mes de agosto el 60% de los venezolanos muestran intención de participar en las elecciones. Una cifra que remece la visión de la oposición extrema, que percibe que sus llamados a no participar sólo consigue mostrarlos como intransigentes en momentos que el diálogo es el llamado principal. Como igualmente la decisión de Maduro, de indultar a 110 personajes opositores coloca en la disyuntiva a algunos de ellos, que han basado su trabajo opositor en no reconocer a Nicolás Maduro como presidente. Si aceptan el indulto es evidente que aceptan la decisión de un mandatario.
Para el analista José Ávila la exigencia a estos personajes indultados, es que “vayan a la arena política a hacer política con “P” mayúscula y que presenten al país un plan, una propuesta libre de injerencias y dejen de pedir invasión militar a la patria que los vio nacer…Legalmente, doctrinalmente y políticamente, la decisión tomada por el presidente Maduro es una decisión correcta, que orienta un plan de paz y la convivencia…lo que hagan los indultados de aquí en adelante será su responsabilidad. La historia los juzgará. Nicolás quedará como un hombre de estado, que ha hecho de la magnanimidad una virtud. ¿qué harán los beneficiarios que hasta hace unas horas gritaban que no había nada que negociar? Esta medida asila a los violentos y permite algo tan sagrado como lo es, pasar nuevamente a operar la política desde la libertad…Nicolás Maduro es el presidente de la nación más asediada del planeta y debe, por todos los medios, asegurar la paz y el orden interno”
En este panorama de decisiones sobre indulto, llamado al diálogo, se requiere confirmar si la conferencia episcopal, que apoya la realización de este evento electoral, el Grupo de Lima y todos aquellos que han marchado al son de la política de máxima presión de Washington contra Venezuela, van a apoyar decididamente las elecciones parlamentarias o seguirán en esa postura desestabilizadora. Lo que demostraría aún más que nunca estuvo en los objetivos el apoyar el manido tema de “elecciones democráticas” Es necesario saber si apoyaran los modos, usos y costumbres de la democracia representativa o están esperando el reeditar fracasos estilo Operación Cúcuta, Operación de desembarco en la Guairá u otro experimento que terminan con políticos, mercenarios y extremistas presos. Aquellos que respetamos a Venezuela y deseamos lo mejor para su pueblo, esperamos que sea la esperanza la que salga de esta caja de pandora y que los demonios y calamidades sean sólo parte de un mito.
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