Fuente: https://contrainformacion.es/familia-politica-de-aguirre-pelotazo-197-millones-estacion-ave-guadalajara/ La familia política de Aguirre y su pelotazo de 197 millones con la estación del AVE en Guadalajara
Los Valdés multiplicaron su fortuna tras la decisión del Gobierno Aznar de poner una estación del AVE en un descampado sin apenas valor de su propiedad
El Gobierno de José María Aznar decidió que era buena idea que el AVE de Madrid a Barcelona, en vez de detenerse en Guadalajara capital, lo hiciera en un descampado a 13 kilómetros de distancia y mal comunicado por carretera con el resto del mundo. Así fue como se construyó la estación de Yebes en unos terrenos que pertenecían a la sociedad El Arvejal SL de Micaela Valdés Ozores, cuyo resultado fue un pelotazo de 197 millones de euros para la familia política de Esperanza Aguirre.
Micaela es dueña de más del 80% de las acciones de la sociedad y el resto pertenece a sus hijos. Uno de ellos, Ignacio Mencos Valdés, es el encargado de la administración de la sociedad. De acuerdo con la documentación mercantil de la compañía consultada por infoLibre, El Arverjal ingresó 200,4 millones de euros entre 2003 y 2006 tras la recalificación de los terrenos rústicos en urbanos de Yebes.
Parte de ese dinero fue a parar directamente a Luxemburgo. En 2005, 6,75 millones de euros fueron invertidos en un fondo creado allí por el Deutsche Bank y a principios de 2006 se constituyó, también en Luxemburgo, la sociedad Eprec SA que suscribió acciones por importe de 20 millones, unas inversiones que le sirvieron a El Arverjal para reducir los impuestos pagados en España.
En 2013, El Arverjal entró en el capital de Shark Capital SA, una compañía constituida un par de años antes y cuyo principal accionista era una firma controlada desde Belice y ahora pertenece al empresario malagueño Andrés Martín Caba.
infoLibre ha tenido acceso a la documentación sobre las sociedades luxemburguesas de Micaela Valdés y familia en el marco de la investigación periodística denominada OpenLux, impulsada por el periódico francés Le Monde y por la organización internacional Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP).
El 23 de enero de 2006, cuatro familias constituyeron en Luxemburgo la sociedad Eprec SA con 45 millones de capital. El Arverjal de Micaela Valdés suscribió acciones por 20 millones; Norvo, holding financiero e inmobiliario gestionado por Daniel Gómez García, puso 10 millones; la familia Cavestany Corsini invirtió 10 millones y una firma de las Islas Vírgenes Británicas, compañía representada por el financiero español Javier Muguiro, aportó los 5 restantes.
Muguiro fue quien tuvo la idea de montar Eprec y asegura que la sociedad de las Islas Vírgenes Británicas pertenecía a un ciudadano sudamericano, cuyo nombre no puede desvelar por confidencialidad y él simplemente actuó como su representante en el acto de constitución de Eprec. El financiero español desvincula además aquella operación de MdF, donde trabaja desde 2009, a pesar de que uno de los socios de MdF, Daniel Gómez, fue uno de los cuatro fundadores de Eprec.
En 2003, Interviú publicó la primera información sobre el pelotazo que El Arverjal iba a dar con sus tierras de Guadalajara e Ignacio Mencos Valdés aseguró que sin la estación del AVE no se les habría ocurrido construir allí miles de viviendas y negó que su parentesco con Aguirre les hubiera beneficiado, argumentando que estaban en otra comunidad autónoma. Aguirre siempre negó que la construcción de Valdeluz le hubiese beneficiado a ella, a su marido o a su suegra, que tenía tierras próximas a Yebes, y recomendaba preguntar a Bono por la recalificación del suelo de El Arverjal.
En 2002, El Arverjal aportó la finca a una filial de Construcciones Reyal, Las Dehesas de Guadalajara SL, y vendió las acciones recibidas a cambio de forma inmediata a la propia Reyal, a través de dos contratos firmados en 2003 y 2004 por los que se embolsó 9,5 millones en 2003, 38,8 millones en 2004, 49,5 millones en 2005 y 102,6 millones en 2006. En total, 200,4 millones de euros por unos bienes que antes de la recalificación estaban valorados en 3,2 millones.
Parte de ese dinero salió rápidamente hacia Luxemburgo donde los Valdés se convirtieron en accionistas mayoritarios de tres empresas del grupo Eprec. En enero de 2006 constituyeron la matriz Eprec SA, cuatro meses más tarde Eprec Investments Sàrl y en verano de 2007 compraron una compañía que tenía un edificio en Berlín y a la que rebautizaron como Eprec Bundesallee Sàrl y en la que participaba con un 5% una firma que había creado Javier Muguiro en Alemania, llamada Achievers Family Office SL & Co K.G.
En septiembre de 2007, Eprec SA entró en el mercado inmobiliario de Bélgica con la compra de las sociedades Estaks Properties NV, Immo Waterloo SA e Immo Wavre Office Parc SA, dueñas de sendos edificios en aquel país.
Según las cuentas oficiales presentadas en el Registro de Luxemburgo, las inversiones de Eprec SA fueron una ruina. En 2009, la compañía ajustó sus activos depreciándolos en 11,7 millones, dos años más tarde tuvo unos gastos extraordinarios de 9,7 millones y en 2013 se declaró en concurso la filial Eprec Bundesallee Sàrl ya que el inmueble en Berlín estaba alquilado a dos cajas de ahorro locales, que quebraron, y Eprec Bundesallee Sàrl no consiguió arrendarlo de nuevo.
A las preguntas de infoLibre, Ignacio Mencos, respondió destacando que todas las inversiones inmobiliarias de El Arverjal en el extranjero se han realizado “dentro de la más absoluta legalidad” y señaló que Eprec SA se encuentra “en liquidación”. Sin embargo, en el Registro Mercantil de Luxemburgo no hay rastro de tal hecho. Este 27 de junio de 2021, como principal beneficiaria de Eprec SA en el Registro de Titularidades Reales de Luxemburgo figuraba Micaela Valdés Ozores, con un 43,4% del capital.
El Arverjal fue sin duda la gran beneficiada por la decisión de montar una estación del AVE en el medio de la nada. Pero no la única. Una de las ramas de la investigación judicial de la trama de corrupción conocida como Púnica, liderada por el número tres de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, se centra en la adjudicación de colegios concertados a través de Alfedel SL, una de las sociedades de la trama. Uno de los colegios que se encuentra bajo investigación es Luz de Yebes, que puso en marcha Alfedel y de cuya construcción se encargó Obrum, otra compañía de la Púnica.
Valdeluz, por su parte, se quedó en ciudad fantasma. En 2008 se habían construido 2.000 pisos, la primera de las cuatro fases y 9.350 viviendas previstas. En la localidad estaban empadronadas 312 personas. En la actualidad la población supera ligeramente los 3.000 habitantes, gracias al desplome de los precios.
Por su parte, Construcciones Reyal protagonizó una de las principales quiebras de una empresa en España. En 2020, Reyal Urbis era la primera en la lista de morosos que publica anualmente la Agencia Tributaria. Debía a todos los españoles 343 millones de euros.
Pero la mala experiencia con Eprec SA, no impidió que Micaela Valdés Ozores entrase en otra sociedad de Luxemburgo dedicada también a las inversiones inmobiliarias en diferentes países de Europa: Shark Capital SA. El 29 de abril de 2013, El Arverjal suscribió acciones por importe de 1,5 millones en la compañía y a finales de 2015, declaraba tener el 27,27% de Shark Capital, cuyo principal accionista es el empresario malagueño Andrés Martín Caba.
En 2011 se fundaba Shark Capital y ese año entraba en su accionariado Eltato Sàrl, una sociedad que pertenecía al grupo español Mazabi y también Bovent SA, otra compañía con sede en Luxemburgo, fundada pocos meses antes y cuyo accionista único era una firma de Belice. El propietario único de Bovent SA, según consta en el Registro de Titularidades Reales, es Martín Caba.
infoLibre habló el pasado miércoles con el empresario malagueño, quien no entiende por qué sus empresas de Luxemburgo son de interés informativo para infoLibre. Sobre su relación con la sociedad de Belice que era accionista única de Bovent SA, primero negó tajantemente cualquier relación con el país caribeño y luego indicó que no le constaba, pero que en todo caso preguntaría a su asesor fiscal, pero no volvió a contestar a los mensajes de infoLibre. Durante la conversación telefónica con el citado medio aseguró que todas sus inversiones relacionadas con Bovent SA estaban «declaradas ante la Agencia Tributaria española».
Por su parte, Mencos, respondió a las preguntas del citado periódico indicando que “El Arverjal dejó de ser accionista de Shark hace dos años”. En 2019, salió del capital El Arverjal y entró Silicius, cuyo presidente es Ignacio Mencos. En 2016, El Arverjal ya había segregado la rama de negocio de arrendamiento de inmuebles, valorada en 35,5 millones, y la había aportado a Silicius. En definitiva, salió del capital de Shark una empresa de los Valdés y entró en el accionariado otra donde participa esa familia.
Silicius está gestionada por la entidad vasca Mazabi, cuyo consejero delegado es Juan Antonio Gutiérrez Hernando, presidente también del consejo de administración de Eprec SA. Un portavoz de Mazabi explicó a infoLibre que el objetivo de Shark Capital es “la inversión en inmuebles que generan rentas estables”. Actualmente tiene inmuebles en Londres, Ámsterdam y Luxemburgo, y también ha contado con edificios en Lisboa y Edimburgo. “Los impuestos se pagan en el país donde está ubicado el inmueble. Por operatividad y conocimientos jurisdiccionales, se fijó la sede en Luxemburgo”, indicó el portavoz. Además, señaló que en 2019 Silicius había adquirido el 29% del capital de Shark Capital SA, un porcentaje similar al que vendió ese año El Arverjal. El portavoz de Mazabi se negó a confirmar si se trataba de la misma operación.
En las últimas cuentas presentadas, correspondientes al ejercicio 2020, Shark Capital SA valoraba sus activos en algo más de 10 millones de euros. El 15 de marzo de 2021, la empresa actualizó la información que consta en el Registro de Titularidades Reales de Luxemburgo e indicó que el principal beneficiario de la sociedad es Andrés Martín Caba, quien controla el 34,95% del capital, un porcentaje idéntico al que tenía en la declaración anterior realizada en 2019 (el 35,08%), mientras que Micaela Valdés figuraba con el 25,72%.
Antes que en Eprec SA y en Shark Capital SA, Micaela Valdés Ozores ya había realizado una primera inversión en Luxemburgo a través de un fondo creado por el Deutsche Bank y denominado DB Real Estate Iberian Value Added I SA SICAR, que fue constituido en diciembre de 2005 y logró captar 134,8 millones de euros, entre ellos al menos 6,75 millones comprometidos por El Arverjal.
En el accionariado de dicho fondo, los Valdés coincidieron con otros conocidos millonarios españoles como Sandra Ortega, la familia Martínez Zabala, propietaria de Bodegas Faustino, Guillemo Mesonero-Romanos, ex presidente de Puleva, y con socios como Javier López Madrid en una ingeniería o Juan Luis Cebrián en una petrolera, o la familia Sarasola Jáudenes, cuyo miembro Borja fue un estrecho colaborador de Ignacio González, expresidente madrileño detenido como presunto capo de una organización criminal que se enriqueció con el cobro de comisiones y mano derecha durante una década de Esperanza Aguirre.
El fondo luxemburgués de Deutsche Bank realizó inversiones inmobiliarias en Portugal, a través de dos filiales. La primera era otra sociedad domiciliada en el Gran Ducado, QPL Lux Sàrl, que adquirió el Penha Longa Hotel & Golf Resort, un cinco estrellas gestionado por Ritz-Carlton en la localidad de Sintra. La segunda era la compañía lusa Silcoge, que tenía como socio a una de las principales promotoras inmobiliarias de Portugal (Grupo Sil), que llegó a tener en su cartera de activos una veintena de propiedades en el área de Lisboa. Tanto QPL Lux Sàrl como Silcoge estuvieron a punto de quebrar en 2012, pero finalmente lograron que los bancos refinanciaran sus cuantiosas deudas. En 2018 el fondo vendió el hotel de Sintra y ahora continúa en la fase de venta de sus activos, puesto que tiene que estar liquidado como muy tarde en diciembre de 2022.
Fuente: infoLibre