Fuente: https://frenteantiimperialista.org/la-geopolitica-de-los-oleoductos-y-gasoductos-y-los-planes-del-imperialismo-inaki-urrestarazu/ Iñaki Urrestarazu Aizpurua 26 enero 2022
La geopolítica de los oleoductos y gasoductos y los planes del imperialismo. Iñaki Urrestarazu
Las reservas de crudo en el mundo tienen una distribución muy heterogénea. En el presente Sudamérica, gracias al stock de Venezuela, es la principal área geográfica mundial por volumen de reservas probadas, seguida por Oriente Próximo, por EEUU y por la Federación Rusa. La evolución de las tecnologías en el proceso de extracción de crudo, durante los últimos 40 años, ha producido numerosos cambios en lo referente a la evolución de las reservas petrolíferas.
En el último informe de BT (British Petroleum) sobre la situación energética en el mundo, las reservas probadas se han incrementado constantemente en los últimos 40 años, y han pasado de 68.390 millones de barriles, en el año 1980, a 172.970 millones de barriles en el año 2018. Si tomamos en consideración las reservas de petróleo por países, los diez primeros puestos están ocupados por Venezuela (17,5%), Arabia Saudí (17,2 %), Canadá (9,7%), Irán (9%), Irak (8,5%), la Federación Rusa (6,1%), Kuwait (5,9%), EAU (5,7%), EEUU (3,5%) y Libia (2,8%).
El primer puesto del ranking lo ocupa en la actualidad Venezuela. Es el país que más ha incrementado sus reservas probadas en el período analizado, incrementando en 2018 en más de 15 veces las reservas probadas existentes en el año 1980. El fuerte incremento surgido es consecuencia de la posibilidad de explotar el petróleo en la cuenca del Orinoco, pesado y extrapesado, gracias a las nuevas tecnologías y a la modificación de los métodos extractivos. A finales del siglo XX la extracción del petróleo pesado y extrapesado ya resulta factible, pero aún no era rentable extraerlo. Con la elevación de los precios del crudo a finales de los años 80 del siglo XX, comienza a ser rentable su extracción y pasan a convertirse en las reservas más importantes de crudo en el mundo. En 1993 comenzó su extracción.
Pero los problemas creados por el imperialismo norteamericano a Venezuela, el boicot económico, los problemas creados a la exportación de su petróleo y a la importación de maquinaria, los impedimentos al flujo de inversiones necesario, la inestabilidad social y económica, hace que no se disponga de los fondos y los medios necesarios para incrementar el rendimiento y la producción, además de depender para su refino de refinerías extranjeras. Todo lo cual redunda en una baja productividad, baja producción y recursos muy limitados. Durante el lapso de tiempo indicado, Arabia Saudí ha casi duplicado sus reservas probadas, y desde luego su condición de aliado de los EEUU, ha permitido que su producción haya crecido abundantemente sin problemas. Aunque desde 1981, Arabia Saudí no ha sido proclive a informar sobre la cuantía de sus reservas.
Las reservas de Irán se han multiplicado casi por tres en estos 40 años, descubriéndose pozos nuevos y elevándose las reservas probadas a 200.000 millones de barriles. Pero al igual que Venezuela se encuentra con el problema de la necesidad de invertir para mejorar tanto su tecnología extractiva como de refino, pero las dificultades enormes de hacerlo con las sanciones, embargos y aislamiento que se le aplica por las potencias occidentales, especialmente EEUU, redunda una vez más en la insuficiente y limitada capacidad de producción y exportación.
Irak ocupa el quinto puesto por volumen de reservas probadas de petróleo, pero a pesar de que, desde 1980, sus reservas se han multiplicado por cinco, es difícil apreciar correctamente las mismas, por las sanciones a las que ha estado sometido el país, que al limitar las inversiones hacen muy difíciles las prospecciones. A ello hay que añadir los recientes conflictos como la guerra de Siria y del ISIS –reimpulsado nuevamente por los EEUU-, y las tensiones y enfrentamientos que vive Irak con los EEUU, directa e indirectamente a través de las milicias irakíes, que exigen vanamente que los EEUU se vayan de Irak, y debido a las intervenciones de EEUU en los asuntos internos de Irak y de su política, que han llegado al punto de conspirar en varias ocasiones, fomentando y financiando a ciertos sectores sociales contra el Gobierno y contra Irán. Toda esta política de desestabilización, de manejos y de boicot económico, complica también enormemente la producción y exportación de hidrocarburos.
EEUU que ocupa la novena posición con respecto a las reservas probadas de petróleo, en el último decenio ha duplicado sus reservas. El cambio comenzó aproximadamente en el año 2010, cuando la elevación de los precios del crudo en los mercados internacionales y la enorme dependencia estadounidense de suministradores extranjeros hicieron rentable explorar otros métodos extractivos como la fracturación hidráulica, popularmente conocida como fracking. Estos cambios permitieron a EEUU prácticamente duplicar sus reservas de crudo, así como también acceder a enormes cantidades de gas natural. La consecuencia de la implementación de esta tecnología extractiva significó para EEUU conseguir la autosuficiencia e independencia energética, pasando de ser importador de petróleo y gas, a ser exportador de los mismos gracias al fracking. El inconveniente de este método es que es muy agresivo respecto del medio ambiente, que tiene unos importantes costos de extracción haciendo que no sea rentable el crudo por debajo más o menos los 45 $ el barril, que para EEUU la exportación de gas no puede hacerse más que mediante buques que transportan gas licuado, lo que requiere a su vez muy costosas instalaciones para la licuefacción primero y la regasificación después, y que el método es bastante rentable al principio pero que después, la extracción se complica muy importantemente.
Estrategia norteamericana de asfixia y control de los grandes competidores
La Federación rusa, ocupa el cuarto puesto de sus reservas probadas a pesar de que ha tenido un descenso del 12% en el decenio de 1980 a 1990. El problema es que a Rusia se le trata de boicotear sus mercados, tratando de que se cierren sus conexiones con Europa y aliados. La política de los EEUU y sus aliados con el tema de los hidrocarburos, tanto en lo que se refiere al petróleo como al gas es clara. Es una política conducente a liquidar o asfixiar a sus enemigos y contrincantes en el mercado. Así, con respecto a China, un país altamente desarrollado que produce pocos hidrocarburos (reservas probadas de petróleo del 1,5% a nivel mundial, que se traducen en una producción de 201 Mt año en 2020 y reservas probadas de gas del 3,08% que se traducen en 195 millardos de m3 (bcm)), consume mucho crudo, 742 Mt en 2020, de los que 541 Mt importa, y consume mucho gas, 326 millardos de m3, de los que importa 152,8 millardos de m3.
La política de los EEUU es dificultar al máximo los suministros de China, frenando la construcción de oleoductos y gasoductos, y frenando las disponibilidades de hidrocarburos para con China de los países productores aliados de los EEUU o de los países en los que los EEUU introducen guerras o situaciones de desestabilización (Irak, Iran, Libia, Somalia, Venezuela…), precisamente para incapacitarlos para suministrar hidrocarburos a China o países no amigos. En relación con ello está la política constante y compulsiva de ir dificultando el que China vaya construyendo su Nueva Ruta de la Seda, mediante la desestabilización de países por los que se contempla que pase la Ruta de La Seda (Siria, Irak, Irán…) o predisponiéndolos en contra (Europa del Este, Unión Europea…) o mediante el control de las rutas petroleras más importantes o de los estrechos más estratégicos.
Es así que EEUU controla los cinco principales estrechos del mundo, así, el estrecho de Malaca, entre Malasia e Indonesia, (por donde pasa el 80 % del tráfico marítimo mundial de hidrocarburos y una buena parte del chino) y tiene presencia constante en el estrecho de Ormuz (por donde pasa el 20% del tráfico del petróleo) en tensiones con Irán, promoviendo guerras de desestabilización en los países ribereños (Yemen, Somalia, Etiopia, Sudan…) o manteniendo bases militares como en Djibuti. Tiene presencia en el mar Rojo, en el Mediterráneo y especialmente en el Mar del Sur de China y en el mar del Este de China. EEUU se vale de los conflictos internacionales que existen en la zona en torno a una serie de islas reivindicadas por diferentes países, (islas Pratas, islas Paracelso, islas Spratly, arrecife de Scarborough) pero que China considera un patrimonio histórico suyo, provocando constantemente situaciones de tensión, agravadas con el contencioso de Taiwan explotado a fondo por los EEUU, siempre en base a un supuesto “derecho de libre circulación”, pero en realidad como estrategia de desestabilización de las principales salidas y entradas por mar de China. Así que China, desde hace unos años, está construyendo rutas por tierra, en colaboración con Pakistán, no solamente de oleoductos y gasoductos, también de autopistas, vías férreas y planes industriales con grandes inversiones, que van del puerto de Gwandar a China, fomentando un gran desarrollo de Pakistan y evitando el asedio norteamericano en los mares circundantes. Algo similar está haciendo China a través de Myanmar mediante las tuberías construidas en 2008. Esto permite a los buques chinos transportar el petróleo desde Africa y Oriente Medio, evitando el estrecho de Malaca.
En el caso de la Federación Rusa, que tiene una producción importante de hidrocarburos (512 Mt de crudo en 2020, segundo productor, y 705 millardos de m3 de gas natural, también segundo productor) la política de los EEUU es bloquear la salida del gas ruso a Europa y Occidente, como hicieron con el South Stream y lo están intentando hacer con el Nord Stream. Es una guerra constante, oleoducto a oleoducto, gasoducto a gasoducto, para controlar o fidelizar al proveedor, para que las tuberías pasen por territorios controlados y amigos, se dirijan a los mercados y clientes que les interesa y para que puedan disponer en última instancia de los beneficios. De esta guerra de oleoductos y gasoductos veremos los casos más significativos un poco más adelante.
Y no hay que olvidar las maniobras especulativas que Arabia Saudita, grupo de mayor peso de la OPEP, ha realizado en varias ocasiones para bajar los precios del petróleo aumentando enormemente la oferta de petróleo, para hundir a Rusia, que depende muy importantemente de este mercado. Los efectos de estas maniobras tenían efectos multidimensionales (contra el petróleo de esquisto de los EEUU que necesita de altos precios para ser rentable) pero también contra la propia Arabia saudita.
EEUU y las potencias occidentales se quedan con los mayores valores añadidos del proceso completo de explotación de los hidrocarburos
Otro elemento importante en la guerra fría de los hidrocarburos radica en quien se queda con los mayores valores añadidos en el proceso completo de explotación de los hidrocarburos, que incluye no solo la extracción, también el transporte, el refinado, la licuefacción, el regasificado, el almacenado, los puertos petrolíferos, y la proximidad de los mercados finales, así como el control de las rutas marítimas. Tanto la industria del refino como la de la licuefacción son estratégicas en la industria de los hidrocarburos al tratarse precisamente de la parte que genera mayor valor añadido en la cadena productiva. En diciembre de 2018, existían en el mundo 513 refinerías con una capacidad de refino de 759 524 660 de barriles al día y 90 plantas de licuefacción. La industria del refino y de licuefacción requiere de inversiones muy costosas, con largos plazos de retorno y, además, son industrias con una enorme sensibilidad a la volatilidad de los precios del mercado o a la inestabilidad zonal tanto de carácter jurídico como político, lo que condiciona la elección del lugar de instalación, hacia lugares “seguros” y dentro del núcleo de las grandes potencias, donde se realizarían igualmente los mayores beneficios.
Por grandes espacios geográficos, Norteamérica, Asia y la Unión Europea controlan el 71% de la capacidad total mundial de refino. Las instalaciones de refino de Oriente Próximo, a pesar de ser una de las principales regiones extractivas de crudo del mundo, tan solo producían en 2018 el 6,8% del total mundial de crudo refinado, por debajo incluso de Latinoamérica. La UE que carece prácticamente de recursos, ocupa sin embargo la tercera posición en capacidad de refino. El país con mayor número de refinerías es EEUU, que posee 131 refinerías, lo que simboliza el 25,5% del total de las instalaciones existentes en el mundo. Los siguientes países por número de refinerías son China, con 27, y la Federación Rusa con 21, y cuya capacidad de producción es del 5,7% y del 4,9%, respectivamente. En Europa, entre Reino Unido (9), Alemania (14), Francia (11), Italia (16) y España (8) suman 58 refinerías. Japon dispone de 15, Corea del Sur 5, Taiwan 4, Arabia Saudi 8 y Canada 16, lo que suman 48 refinerías.
La capacidad de refino de los países depende tanto del número total de refinerías que posea un país como de la tecnología de estas y de los productos que sean capaces de extraer de los hidrocarburos. Es reseñable el hecho de que EEUU posee el mismo número de refinerías que suman los ocho países que le siguen en el ranking. Los países anteriormente citados disponen en general de refinerías modernizadas. Las mayores refinerías son las que están mejor preparadas para conseguir el mayor volumen posible de derivados. Los países que cuentan con este tipo sofisticado de refinerías son: EEUU que cuenta con cuatro de estas grandes refinerías, Corea que cuenta con tres, e India, Arabia Saudí y Venezuela con una cada una, y en el caso de este país con grandes restricciones y limitaciones a su uso. Por otra parte, las principales empresas petroleras multinacionales son las administradoras de las mayores plantas de refinación en el mundo.
En cuanto a las plantas de licuefacción del gas para facilitar su transporte, Australia es el país que cuenta con el mayor número de plantas (19), y luego vienen Qatar (14), Indonesia (9), EEUU (6), Nigeria (6), Trinidad (4), Argelia (4) y Malasia (4). Rusia, con elevado volumen de reservas probadas de gas, tan solo tiene una planta de licuefacción, comercializando el gas a través de gaseoductos terrestres. Por otra parte, la insularidad de muchos países productores hace que les sea más barato el transporte del gas licuado por medio de barcos que la construcción de gaseoductos submarinos.
Según los datos hay 318 puertos capacitados para afrontar el acarreo de los hidrocarburos. El país que posee mayor número de puertos habilitados para comerciar con petróleo es EEUU con 61 puertos en su territorio (19,2% del total). En segundo lugar, están Japón e Italia que, con 14 y 13 puertos, respectivamente, encarnan cada uno el 13% del total. En estas cifras queda patente la potencia de EEUU con respecto al predominio comercial en el campo de los hidrocarburos gracias a la cuantía de puertos petroleros con los que cuenta, dato que se complementa con la visión de las rutas comerciales mundiales de hidrocarburos, pues la mayoría de ellas tienen como punto de partida y final EEUU, principalmente las que tienen como origen a los países petroleros de Oriente Próximo
Como decíamos, la mayoría de las instalaciones petroleras de mayor valor añadido se encuentran ubicadas en los países occidentales. Los países de la OCDE aglutinan en sus costas el 55% de los puertos equipados para el transporte del crudo, y de ellos EEUU representa el 27,5%. China representa el 4% de los puertos petroleros, Japón el 4%, Oriente Próximo el 8,5% y las antiguas repúblicas socialistas soviéticas, tan solo disponen del 2,2% del total de los puertos petroleros mundiales. Los puertos rusos que son viables en invierno, al no congelarse sus aguas, son el de Murmansk, emplazado en la desembocadura del rio Kola, en el mar Blanco, y en el Báltico, los de Kaliningrado, San Petersburgo y Primorsk. El de San Petersburgo, emplazado en una bahía de poco calado no admite el tránsito de grandes buques y el de Primorsk, es la terminal de petróleo más grande del mar Báltico.
Oleoducto Bakú-Tiflis- Ceyhan (BTC)
Es un oleoducto de petróleo crudo que cubre 1768 km desde Bakú (Azerbaiyán) hasta el mar Mediterráneo. Conecta Bakú, con Tiflis, la capital de Georgia, y Ceyhan, un puerto en la costa sureste mediterránea de Turquía. La primera vez que fue bombeado petróleo desde Bakú fue el 10 de mayo de 2005, llegando a Ceyhan el día 28 de mayo de 2006.
Este oleoducto dominado por British Petroleum, y realizado a instancias de EEUU y para ir marginando a Rusia de las vías de suministro y distribución de hidrocarburos a Europa y Occidente, contribuyó a cementar una nueva alianza pro-occidental entre Azerbaiyán, Georgia, Turquía e Israel.
En la protección militar de este oleoducto estratégico para los EEUU, tuvo un gran papel la alianza militar creada a la sombra de la OTAN en 1997, la GUUAM (luego GUAM) entre Georgia, Ucrania, Uzbekistan (que se retira en 2006), Azerbaiyán y Moldavia
La GUAM, que es un apéndice de facto de la OTAN, ha sido utilizada por EEUU y la OTAN para extender su zona de influencia al corazón de la antigua Unión Soviética. La principal función de GUAM es “proteger” los corredores energéticos y de transporte, por cuenta de los gigantes petroleros anglo-estadounidenses. Los países de la GUAM también reciben ayuda militar y entrenamiento de EEUU y la OTAN.
La militarización de esos corredores es una característica central de la planificación de EEUU y la OTAN. La posible membresía de Georgia y Ucrania en la OTAN forma parte de la agenda de control de los corredores energéticos y de transporte de la cuenca del Mar Caspio a Europa Occidental.
El ataque georgiano contra Osetia del Sur (república independiente de facto, antigua región autónoma (Oblast) dentro de la república socialista de Georgia y que declaró en 1989 unilateralmente su independencia y su deseo de unirse a Osetia del Norte, en Rusia) del 7 de agosto de 2008 estuvo íntimamente relacionado con el control estratégico sobre los oleoductos y gasoductos y los corredores de transporte. Fue un ataque cuidadosamente planificado, tras consultas a alto nivel con responsables de EEUU y de la OTAN en los meses anteriores a los ataques. Los ataques contra Osetia del Sur fueron realizados una semana después de la terminación de amplios simulacros de combate entre EEUU y Georgia (15 al 31 de julio de 2008). También fueron precedidos por reuniones en la cumbre realizadas en Batumi bajo los auspicios de GUAM el 1 y 2 de julio de 2008. La agenda de la cumbre de la GUAM se concentró en debilitar la influencia de Moscú en el Cáucaso y en Europa oriental. Los presidentes de Polonia y Lituania participaron en la reunión. Sin embargo, la intervención de fuerzas rusas en Osetia del Sur hizo fracasar el plan. Apenas una semana después del bombardeo de Osetia del Sur por fuerzas georgianas, EEUU y Polonia firmaron un acuerdo (14 de agosto) que permitía a la Fuerza Aérea de EEUU el despliegue de “misiles interceptores” de EEUU en suelo polaco.
Los proyectos fallidos de gasoductos de Nabucco (EEUU) y South Stream (Rusia)
Al oleoducto BTC, se le añadió en un recorrido paralelo, más corto, el gasoducto BTE (Baku-Tbilisi-Erzurum). Luego la idea estadounidense fue crear un gasoducto, el Nabucco, como prolongación del BTE, para llevar el gas a Europa y Occidente, puenteando a Rusia, de manera que atravesara Turquía, Bulgaria, Rumania, Hungría y luego se bifurcara hacia la República Checa y hacia Austria. Contaban con aportaciones de gas de Turkmenistán, de Irán y de Siria. Pero fracasó y se vino abajo el proyecto, ya que, por una parte, la mayor parte de las reservas de gas de Turkmenistán de muchos años fueron compradas por China y Rusia para sus propios proyectos, y porque por otra parte, Irán firmo con Irak y Siria en 2011 la salida del gas del pozo South Pars-North Dome (compartido con Qatar) del Golfo Pérsico por Irak y Siria, frustrando las expectativas que se habían hecho los norteamericanos de empalmar ese gas con Nabucco en Erzurum. De hecho, una de las razones de la guerra contra Siria de 2011, fue dicho acuerdo. Y lo que fue el golpe de gracia contra Nabucco fue la retirada de Azerbaiyán del proyecto de gasoducto el 26 de junio de 2013.
El proyecto de South Stream nace de un acuerdo entre la compañía pública rusa Gazprom y la italiana ENI, en noviembre de 2006. El proyecto prevé que el gasoducto tendrá un tramo submarino de 930 km a través del mar Negro (en aguas territoriales rusas, búlgaras y turcas) y por un tramo en tierra a través de Bulgaria, Serbia, Hungria, Eslovenia e Italia. En 2012 entran también en la sociedad por acciones que financia la realización del tramo submarino la sociedad alemana Wintershall y la francesa EDF con 15% de acciones cada una. ENI tras ceder un 30% a estas sociedades sigue con un 20% y Gazprom con el 50%. La construcción del gasoducto empieza en 2012, con la intención de distribuir el gas ya en 2015.En marzo de 2014, Saipem (Eni) se adjudica un contrato de 2000 millones de euros para la construcción de la primera línea del gasoducto submarino.
En este periodo se produce la crisis ucraniana y los EEUU presionan a sus aliados europeos para que reduzcan las importaciones de gas y petróleo rusos, siendo su primer objetivo impedir la realización del South Stream. En este sentido Washington ejerce una presión creciente sobre Bulgaria advirtiendo sobre las consecuencias para los hombres de negocios búlgaros de trabajar con sociedades sometidas a sanciones norteamericanas a lo que se suma el anuncio de la apertura de un proceso de la Union Europea contra Bulgaria por presuntas irregularidades en las ofertas del South Stream. Remata la tarea el senador Mc Cain, en su encuentro con el primer ministro búlgaro Plamen Oresharski. Este inmediatamente anuncia el bloqueo de los trabajos del South Stream, en los que Gazprom ha invertido ya 4,5 miles de millones de dólares. Esto va a traer grandes consecuencias sobre los miembros de la UE, que pierden gigantescos contratos de construcción, los royalties que hubiera generado el paso del gasoducto por sus territorios y el desarrollo económico generado por una energía barata.
Tras ello Rusia anuncia la reorientación de sus suministros de gas, aumentando los destinados a Turquia a través del Blue Stream y sobre todo los destinados a China. Anuncia que Gazprom proporcionara desde esta fecha (2014) hasta 2018, 38 miles de millones de m3 de gas por año, un cuarto de lo que proporciona en ese momento a Europa. Con el apoyo de inversiones chinas previstas de 20.000 millones de dólares, Moscu proyecta potenciar el oleoducto entre Siberia oriental y el Pacífico, creando asimismo un gasoducto de 4000 km para aprovisionar a China.
Oleoducto trans-Israel Eilat-Ashkelon
Israel forma parte del eje militar anglo-estadounidense, que sirve los intereses de los gigantes occidentales del petróleo en Oriente Próximo y Asia Central. No es por tanto de sorprender que Israel tenga acuerdos de cooperación militar con Georgia y Azerbaiyán.
Parte del petróleo transportado por BTC será canalizado directamente hacia Israel. Al respecto se contemplaba un proyecto de oleoducto submarino israelí-turco que vincularía Ceihan con el puerto israelí de Ashkelkon y de ahí, por el sistema principal de oleoductos de Israel, al mar Rojo.
El objetivo de Israel no es solo adquirir petróleo del mar Caspio para su propio consumo sino también jugar un rol esencial en le reexportación de petróleo del mar Caspio de vuelta a los mercados asiáticos a través del puerto de Eilat en el Mar Rojo. La idea es vincular el oleoducto BTC con el oleoducto Trans-Israel Eilat-Ashkelon, de Ceihan al puerto israelí de Ashkelón.
Gasoducto Nord-Stream
El Nord Stream es un gasoducto construido en alta mar, a través del mar Báltico, desde Viborg en Rusia hasta Greifswald en Alemania. Es un proyecto que trataba de evitar el paso por Ucrania, Polonia y países bálticos, para no repetir conflictos y desestabilizaciones anteriores como los producidos en Ucrania. Esta obra está promovida por Rusia y Alemania. El proyecto del gasoducto incluye dos ramales paralelos, cada uno con 1224 km de longitud, con una capacidad total de 55.000 millones de m3 y un costo de 11.000 millones de dólares. El 13 de octubre de 2005, la sección de exportaciones de Gazprom, Gazprom Export, firmó un contrato con la empresa alemana de gas Wingas, una operación conjunta de Gazprom y Wintershall (filial de BASF) para suministrar 9 millones de m3 de gas natural al año durante 25 años. El 16 de junio de 2006 Gazprom y la danesa DONG Energy firmaron un contrato por 20 años para el suministro de 1 bcm de gas ruso al año a Dinamarca, mientras que Dong Energy suministrará 0,6 millones de m3 de gas natural por año para la filial de Gazprom, Gazprom Marketing and Trading, en el Reino Unido.
Europa depende de la importación de gas ruso
Rusia suministra gran parte del gas natural que consumen los países europeos. En el año 2017, solo la empresa rusa Gazprom exportó a Europa más de 192 mil millones de m3 de gas: el consumo de Europa occidental representa aproximadamente el 81% de esta cantidad.
“Alemania, personificada en el Gobierno federal, está convencida de la importancia de ese proyecto que, en una perspectiva a largo plazo, contribuirá a la seguridad energética de nuestro país y de todos los países europeos en general”, dijo en mayo de 2020 el embajador alemán en Moscu, Géza Andreas von Geyr, en relación al proyecto de gasoducto ruso.
La política norteamericana ha sido por el contrario la de sabotear, intoxicar y boicotear constantemente este proyecto. Washington sigue aumentando la presión para sancionar a las empresas europeas que participan en este proyecto. Nuevas sanciones, fueron incluidas en el proyecto de ley anual de 2020 sobre la defensa preparada en EEUU. Con las nuevas restricciones se busca penalizar a las empresas que faciliten la construcción del gasoducto, incluidos los buques que ayudan a tender tuberías sobre el fondo del Báltico o retirar las formaciones rocosas en su lecho marino. Las sanciones también se dirigen a las empresas que proporcionan seguros o pólizas secundarios para la construcción y la certificación del tramo de gasoducto tendido en Dinamarca. En diciembre de 2019 EEUU aprobó la Ley de Protección de Seguridad Energética de Europa conocida como PEESA (por sus siglas en ingles) –haciendo ostentación de su habitual prepotencia, intromisión en asuntos de otros países e interferencia inadmisible en el derecho internacional, como el Gobierno Federal y la Comisión de la UE lo han dejado claro en repetidas ocasiones- y a pesar de que este documento había sido duramente criticado en Alemania y Rusia. En el marco de aquella iniciativa se preveía sancionar a los buques especiales que tendieron tuberías en el Báltico.
Parecía que en Moscú no temían mucho a la nueva amenaza proveniente de Washington. En el gigante energético ruso Gazprom señalaron que el Nord Stream 2 recibió financiamiento de sus socios antes de que apareciera la información sobre las nuevas sanciones. El vicepresidente de la empresa, Aleksandr Medvedev, destacó que la francesa Engie, la austriaca OMV, la británico-neerlandesa Shell y las alemanas Uniper y Wintershal consiguieron hacer a tiempo su contribución y sus recursos ya habían empezado a utilizarse.
La cuestión es que la defensa a ultranza del proyecto por Alemania, y la consideración de socio importante que tiene respecto de Alemania los EEUU, hicieron en un momento dado que Biden transigiera con el proyecto de Nord Stream. Sin embargo, los acontecimientos últimos de Ucrania, en los que acusaban infundadamente a Rusia de querer invadir el país, han vuelto a bloquear, al menos provisionalmente, el proyecto.
Nexos energéticos Asia Central, Rusia, Iran y China
Esta también el gasoducto “Fuerza de Siberia” lanzado en diciembre de 2019, por el que la empresa rusa Gazprom suministrará a China más de un billón de m3 de gas natural en los próximos 30 años. Según el presidente ruso, Vladimir Putin, el contrato firmado por los dos países en 2014 ha sido el mayor en la historia del sector gasístico nacional de su país.
El nuevo gasoducto de 3000 km de largo transportará gas desde los campos Chayandisnkoye y Kovytka en el este de Siberia hasta Jilin y Liaoning en China. Un proyecto que se espera genere 400.000 millones de dólares para el Estado ruso.
Con la inyección se espera que los flujos de gas aumenten gradualmente a 38.000 millones de m3 por año en 2025. Lo que posiblemente convertiría a China en el segundo mayor cliente de gas de Rusia después de Alemania, que compró 58.000 millones de m3 de gas el 2018.
Moscú comenzó a suministrar gas natural a Europa occidental y central en la década de 1950. El viejo continente ha sido durante mucho tiempo el principal consumidor de gas de Rusia, con un suministro anual de alrededor de 200.000 millones de m3.
Son victorias de Rusia, China e Iran, a la vez que derrotas de los EEUU que los ha querido impedir. Los corredores eurasiáticos están protegidos contra la intromisión de EEUU y la OTAN, por dos alianzas militares regionales: la Organización de Cooperación de Shangai (SCO) y la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO).
La SCO es una alianza militar entre Rusia y China y varias repúblicas de Asia Central, ex repúblicas soviéticas, incluidas Kazajistán, Kirghizistan, Tajikistan y Uzbekistan. Iran, India y Pakistan tienen status de observadores. La Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO), opera en estrecha relación con la SCO. La CSTO agrupa a los siguientes Estados miembros: Armenia, Belarus(Bielorrusia), Kazajistán, Rusia y Tajikistan. Uzbekistan se retiró en 2012.
Gasoductos Blue Stream y Turkish Stream
El Blue Stream es un gasoducto del Mar Negro que lleva gas natural de Rusia a Turquia. Transporta del orden de 16.000 millones de m3 de gas natural por año. La longitud total del gasoducto es de 1213km de los que 396 km bajo el mar.
La construcción del Turk Stream se decidió en una visita de Putin a Turquia el 1 diciembre 2014. Podría servir de transito del gas ruso además de a Turquía hacia la Unión Europea en sustitución del South Stream paralizado por los EEUU. De un costo de unos 6000 millones de dólares consta de dos conductos con una capacidad de 15.750 millones de m3 de gas cada uno. Tiene una extensión de 1100 km y un tramo de cerca de 900 km en el fondo del mar y termina en la frontera con Grecia. La idea era que Turquia se quedara con la mitad del gas, para su uso interno y el resto fuera para los consumidores europeos. En el punto de llegada de la frontera con Grecia, se pretende crear un centro de conexión para distribuir el gas al resto de Europa. Asimismo, será un complemento al gasoducto Blue Stream en servicio desde 2005 y que atraviesa el fondo del mar Negro.
IPI frente al TAPI
El proyecto de gasoducto TAPI (Turkmenistan, Afganistán, Pakistán, India) es un proyecto que EEUU diseño ya por los años 90, tras la caída de la URSS, evitando una vez más Irán, China o Rusia. Los EEUU ayudaron a los talibanes a ascender al poder el año 1996, precisamente con la esperanza puesta en que se podría contar con ellos para construir el tramo de Afganistán del TAPI. Pero no llegaron a acuerdos porque las condiciones que exigían los norteamericanos de seguridad y control de las tuberías y de distribución de los beneficios no satisfacía a los talibanes. La guerra de 2001 contra los talibanes fue en buena parte como venganza por este desacuerdo. El TAPI es un proyecto que ha estado flotando desde entonces y que hoy mismo tiene pocas posibilidades de realización.
Sin embargo, el proyecto IPI de Irán-Pakistan-India tiene bastantes posibilidades de salir adelante. Para inconmensurable disgusto de Washington, en junio de 2010, Irán Y Pakistán llegaron finalmente a un acuerdo para construir la parte “IP” del IPI, con la garantía de Pakistán a Irán de que tanto la India como China podrían incorporarse al proyecto más. Ya sea IP, IPI o IPC, el puerto de Gwadar va a ser el nudo gordiano. Si bajo presiones de Washington, que odia a Irán, la India se ve obligada a salir del proyecto, China ha dejado claro que quiere entrar en él y tanto más con los proyectos muy avanzados de la ruta del Karakorum en Pakistan desde Gwadar hasta China.
Sistema de oleoductos de la Amistad rusos, de otros oleoductos rusos y el proyecto norteamericano de Odesa-Brody-Plock de EEUU
Son diversos e importantes los oleoductos rusos que se dirigen hacia Europa: El sistema de oleoductos de la Amistad rusos (Friendship) que parten básicamente del núcleo petrolero de Samara, el Sistema de Oleoductos del Báltico (BPS) que une Samara con el puerto de ruso de Primorsk, el oleoducto AS que une Atyrau (Kazajistan) con Samara, el Consorcio de Oleoductos del Caspio (CPC) que une Tengiz y Atyrau de Kazajistán, con Novorossysk de Rusia, y el sistema Yamal Europa que entra en Europa por Bielorrusia. El proyecto norteamericano de la zona es el proyecto Odesa-Brody-Plock (OBP) que pasa por Ucrania y Polonia.
Gasoducto sudcaucásico (SCP/BTE), gasoducto transanatoliano (TANAP) y gasoducto transadriático (TAP)
Esta serie de gasoductos concatenados sustituyen de alguna manera al fracasado proyecto de Nabucco. Unen el gasoducto de Baku a Erzurum el (SCP/BTE) paralelo al BTC, con el gasoducto transanatoliano (TANAP) que atraviesa Turquia y con el gasoducto transadriatico (TAP) que atraviesa Grecia, Albania, el mar Adriatico y llega a Italia para conectarse con la red italiana de gas natural. Es una red de gasoductos controlados por Occidente y destinados como siempre a marginar a Rusia.
Yacimientos del Mediterráneo Oriental. Planes de gasoductos
El Mediterráneo oriental, en cuyos fondos marinos se han descubierto grandes yacimientos de gas, está siendo teatro de una peligrosa confrontación. Los países directamente implicados son Grecia, Turquía, Chipre, Siria, Líbano, Israel, Palestina –cuyos yacimientos, en las aguas que bordean la Franja de Gaza, están de hecho en manos de Israel-, Egipto y Libia. El enfrentamiento entre Grecia y Turquía, dos países miembros de la OTAN, ya ha alcanzado un alto nivel de tensión.
Lo verdaderamente importante en el Mediterráneo es de orden geopolítico y geoestratégico e implica a las más grandes potencias mundiales. En ese marco se inserta el “East Med”, gasoducto que llevaría hasta los países de la Unión Europea la mayor parte del gas de esa área. Su construcción se decidió en la cumbre realizada el 20 de marzo de 2019, en Jerusalén, entre el primer ministro israelí Benyamin Netanyahu, el entonces primer ministro griego Alexis Tsipras y el presidente chipriota Nikos Anastasiades. Estos tres países dirigidos por Israel y de la mano de EEUU que da todo su apoyo, están monopolizando el uso, la distribución y la rentabilización de los yacimientos a expensas del resto de países implicados. La Grecia de Tsipras apoya totalmente este proyecto, confirmando el pacto militar establecido en 2015 entre el gobierno de Tsipras e Israel.
En 2020, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, ya dijo que el proyecto es “increiblemente oportuno” porque “Rusia, China e Irán están tratando de poner pie en Oriente y Occidente”. La estrategia de EEUU es una vez más reducir y bloquear las exportaciones rusas de gas a Europa, sustituyéndolas con gas suministrado o al menos controlado por EEUU. En 2014, los EEUU bloqueó el gasoducto impulsado por Rusia South Stream y ahora trata de hacer lo mismo con el Turk Stream que –también a través del mar Negro- lleva el gas ruso hasta la parte europea de Turquía encaminándolo hacia los países de la Unión Europea
Dócilmente alineada tras esa estrategia está Italia, a cuyo territorio llegará el East Med para llevar el gas hasta otros países europeos. Sin embargo, están excluidos de ese proyecto el Libano, Siria y Libia, naciones poseedoras de una parte de los yacimientos del gas del Mediterráneo. Por su parte, EEUU, Francia y la Unión Europea han anunciado su intención de incorporarse al East Med Gaz Forum. Turquia no participa por sus diferencias con Grecia que la OTAN se esfuerza por resolver.
Gasoductos africanos hacia Europa (Trans-Sahara, Magreb-Europa…)
(Publicado en La Comuna, el 24 de enero de 2022)