Poco que celebrar, mucho que reclamar. La pandemia actual afecta a los más débiles: ancianos y enfermos, mujeres y estudiantes, trabajadores y discapacitados. Derrotar la pandemia para todas estas personas significa poder volver a vivir una vida normal, en una sociedad que nunca ha sido normal. En una sociedad que ha construido las debilidades sobre las que se ha arraigado la pandemia. Derrotar la pandemia por el poder significa, en cambio, poder enriquecer aún más, no ver desafiada su autoridad, crear miedo y desorden, sacrificar a los más débiles no sobre la mesa de la emergencia pandémica, sino sobre la mesa de los intereses capitalistas.

Como los explotados y los últimos en la tierra, nuestros intereses son seguir vivos y tener un futuro mejor. Para ello, no hay remodelaciones gubernamentales ni publicidad social de ningún tipo, ni cumpleaños que celebrar. Sólo la determinación de tomar nuestros derechos en nuestras propias manos, reclamando vivienda, salud y trabajo, para todos, para los más frágiles. El mejor refrigerio que podemos esperar es congelar el alquiler, el doble de atención médica, trabajos garantizados, salarios dignos… a prueba de pandemias.

Vivienda, salud y trabajo para los explotados. La pandemia nos ha robado la mayor parte de la vida. El resto nos lo quitaron los jefes, los parlamentarios, los enanos y los bailarines de cada corte real que se ríen de la miseria ajena mientras se protegen del virus y diversas variantes. Hogar, salud y trabajo: los reclamamos, ya no permitiremos que se los saquen, los devolveremos.

FAI – Federación Anarquista Italiana

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