Un magistrado de la Audiencia Nacional española que investiga el presunto espionaje a Julian Assange en la embajada de Ecuador en Londres interrogó este lunes como testigo a quien también fuese juez en ese mismo tribunal hasta su inhabilitación Baltasar Garzón, quien ahora coordina la defensa del fundador de Wikileaks.

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Garzón, en su declaración ante el juez, ha denunciado «persecución» por parte de Estados Unidos en el proceso en el cual ahora ejerce como abogado y coordina la defensa de Julian Assange.

En el caso, se investiga el presunto espionaje que el australiano denuncia haber sufrido por parte de la empresa española UC Global, a cargo de la seguridad de la embajada de Ecuador en Londres entre 2015 y 2018.

Se trata de una batería de diligencias decididas por el juez instructor del caso José de la Mata quien ha citado, por igual a otros abogados que fueron presuntamente espiados, además del excónsul de Ecuador en Londres Fidel Narváez y la actual pareja de Assange, Stella Morris, integrante también de su equipo legal.

Mientras que el martes el magistrado interrogará por videoconferencia a operadores de seguridad de la compañía UC Global.

En sus declaraciones ante la Audiencia Nacional, Garzón ha denunciado la «persecución» a la que, según asegura, está siendo sometido el fundador de Wikileaks, Julian Assange, por parte de Estados Unidos por «revelar hechos gravísimos de crímenes contra la humanidad y de procesos de corrupción».

Según ha explicado Garzón, en su caso concreto el presunto espionaje tuvo una «especial incidencia» por ser el coordinador del equipo de defensa de Assange en el proceso de extradición al que se enfrenta tras la orden de detención librada por Estados Unidos.

El conocimiento que habría tenido Estados Unidos de reunión con el presidente ecuatoriano Correa y otras del equipo legal puede tener relación con la orden de detención contra Assange que se emitió el 22 de diciembre de 2017.

Garzón también ha informado que todo lo investigado en esta causa de la Audiencia Nacional española será puesta a disposición de las autoridades británicas, quienes estudian la orden de detención de Estados Unidos porque «tiene una incidencia directa en la extradición y demuestra que Assange ha sido objeto de persecución política en la que se han quebrantado todas las normas del debido proceso, se ha actuado con pruebas falsas e ilícitas y el procedimiento queda totalmente contaminado».