El Ministerio de Exteriores de Rusia ha expresado su preocupación por la detención en España de la ciudadana rusa Olesia Krasílova el pasado 14 de febrero mientras trataba de coger un vuelo en el aeropuerto de Tenerife Sur. Krasílova trabaja de traductora en el Centro panruso para la cuarentena de las plantas y llegó a España el 10 de febrero en un viaje de trabajo.

«Según nuestros datos no oficiales, la detención de Krasílova puede estar vinculada con una solicitud de la parte estadounidense. Si es así, tenemos a la vista un nuevo caso de la continuada práctica de las autoridades de EE.UU. de la ‘caza’ de ciudadanos rusos por todo el mundo», afirmó la Cancillería en un comunicado.

De momento, la diplomacia rusa en España trata de averiguar todas las circunstancias de lo sucedido, mientras que el Ministerio de Exteriores promete estar pendiente del desarrollo de la situación y buscar que se garanticen los derechos e intereses legítimos de la detenida.

Durante su viaje a España, Krasílova formaba parte de una delegación oficial de la organización para la que trabaja. Oriunda de la región de Novosibirsk, trabajó entre 2008 y 2019 en la Embajada de EE.UU. en Moscú, donde tomaba huellas dactilares, hasta el cierre de su departamento. Posteriormente, encontró empleo en la entidad en la que sigue trabajando a día de hoy.

Según contó a RT Alexándr Iónov, vicepresidente del Comité internacional para la protección de los derechos del hombre, con sede en Francia, la traductora fue detenida a raíz de la acusación de haber entregado datos biométricos a terceros y sobre ella pesa una orden de captura internacional a petición de EE.UU.

En caso de ser extraditada al país norteamericano, la mujer podría afrontar una condena perpetua.