Fuente: La Jornada Ángel Guerra Cabrera 17.10.21
Entendimiento Bicentenario: las confesiones del embajador de EU
En diálogo entre los cancilleres de los dos países, Marcelo Ebrard y Antony Blinken, se finiquitó un plan en el que EU proporcionaba helicópteros artillados, armas y abría las puertas para actuar en México a la DEA, la CIA, la Usaid y, en general, a los entes de inteligencia del vecino.
El planteo de Ebrard y Blinken es claro y positivo y podría decirse que prevaleció el criterio del gobierno de México de colocar la salida social por encima de la militar creando puestos de trabajo para socavar a las mafias, sin abandonar del todo acciones de corte militar y la persecución financiera de los cárteles. Aunque Blinken dijo estar comprometido con el rastreo de armamento con ventas no ilícitas en EU, pero sí desordenadas e inmorales, habrá que esperar un plan al respecto.
Entre los pilares del nuevo acuerdo, perseguir a las redes delictivas trasnacionales es el punto más apegado a los conceptos de la IM, aunque incluye la batalla contra el lavado de dinero, mayor vigilancia de los sistemas financieros y la corrupción de los jueces.
Ebrard instó al arranque inmediato de un programa de empleo en Centroamérica mediante los planes Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro. En cuanto al rastreo de armas, precisó que la intención de México no es la presencia física de autoridades de EU, sino el seguimiento de quién las vendió a quién, sus características, modo de transporte y cómo se están usando. El 1º de diciembre las partes deben presentar un plan más concreto con las acciones inmediatas a adoptar. No obstante, las expectativas y dudas se mantienen.
Ken Salazar, nuevo embajador de EU, confesó que un tema central para la Casa Blanca es que la DEA y la Usaid, prohibidas en México, vuelvan a ser autorizadas, a pesar de que esta última financia directamente a grupos neofascistas vinculados al partido español Vox a través del Partido Acción Nacional (https://bit.ly/3ANKOLR).
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