En Haití, grupos defensores de dd.hh. condenan deportaciones masivas de haitianos

Haití Libre y Soberana

Puerto Príncipe, miércoles 23 de octubre de 2024.

Comunicado de Prensa

Los Grupos de organizaciones defensoras de derechos humanos como: GARR, POHDH, PAPDA, APK/ALBA, saludan a toda la población haitiana, así como también a todos los miembros de la prensa presentes en esta conferencia.

La situación que hoy nos impulsa a pronunciarnos son las vicisitudes que vive el pueblo haitiano en el vecino país, la República Dominicana. Desde el pasado 2 de octubre, el Estado dominicano anunció un operativo para deportar cada semana a 10.000 haitianos que llegan a nuestra frontera.

Esta decisión fue anunciada en una fecha simbólica que nos hace remontar al año 1937, cuando el Estado dominicano masacró a más de 20.000 haitianos sobre la base del racismo y la xenofobia.

Al día siguiente de la adopción de esta medida de repatriaciones masivas, todos los pasos fronterizos ya habían recibido un gran número de personas. Si nos basamos en las cifras publicadas por el Grupo de Apoyo a Repatriados y Refugiados (GARR) en colaboración con la OIM, del 1 al 22 de octubre, esta cifra es de 19.701 repatriados.

PAPDA: Consideraciones Generales sobre la migración en la región y sobre la migración haitiana

Podemos decir que desde hace 2 décadas vivimos una crisis migratoria y una crisis de refugiados en el planeta. Hoy estamos hablando de entre 300 y 400 millones de migrantes y casi de 20 millones de refugiados. No se puede entender el fenómeno de la migración si no se comprende el marco de la dinámica de la economía capitalista mundial.

La migración es una variable de ajuste de la economía capitalista para aumentar el número de trabajadores en situación precaria. Cuantos más inmigrantes se encuentren en malas situaciones, más podrán reducir el salario medio.

El Caribe es una fuente de mano de obra barata para las industrias capitalistas en el planeta. La mayoría de los países del Caribe son exportadores de migrantes a los países de la OCDE. Puerto Rico, Guadalupe y Martinica son claros ejemplos de esta situación. La mayoría de los migrantes que provienen del Caribe van a los EE.UU. y a las antiguas metrópolis coloniales. Los países que envían más migrantes a los Estados Unidos son: Cuba, República Dominicana, Jamaica, Haití, Trinidad.

Durante las últimas dos décadas, surgieron dos características nuevas en este tema de la migración: la Tendencia de la migración Sur­Sur que está aumentando y el número de personas que mueren mientras migran y después de migrar también está aumentando. Cada año mueren más inmigrantes al intentar abandonar su país de origen. El Mediterráneo es un enorme cementerio que se traga cadáveres africanos. Lo mismo ocurre en la frontera entre Estados Unidos y México con gente proveniente del Caribe y de Centroamérica.

Las remesas efectuadas por los trabajadores migrantes a sus familias en sus países de origen son muy importantes en el Caribe. La República Dominicana recibe más de 10 mil millones de dólares de sus migrantes viviendo en los Estados Unidos. En Haití estas remesas equivalen a 3.8 mil millones, lo que representa 30% de nuestro PIB. La política migratoria de los EE.UU. con respecto a Haití es un arma de desestabilización ya que atrae a mano de obra calificada y nos devuelven a muchas personas que han estado en prisión.

El fenómeno de la migración entre Haití y República Dominicana está vinculado a la historia y a la dinámica política en el seno de  los dos países. La ocupación militar de 1915 decidió darle a Haití un papel en la división regional del trabajo. Haití debe proporcionar mano de obra barata para las industrias capitalistas de la región. Las fuerzas de dominación crearon todas las condiciones para que podamos seguir desempeñando este papel hoy.

Nuestros trabajadores migrantes fueron primero a Cuba en grandes cantidades, después lo hicieron hacia República Dominicana, Bahamas, Guadalupe, Guyana, Estados Unidos, Canadá y en la década de los años 2000 fueron a países latinoamericanos como Chile, Brasil, etc.

Además, existió un acuerdo desde 1952 hasta 1986 que supuestamente tenía que controlar la cantidad de trabajadores estacionales haitianos que iban a la República Dominicana, y el gobierno haitiano los vendía  cada año a los dominicanos.

Los haitianos juegan un papel fundamental en la economía dominicana. Antes era en el sector azucarero. Desde los años 90, los trabajadores migrantes haitianos trabajan en los sectores del tabaco, del arroz, del café, de las hortalizas, de la construcción y del turismo.

En contraste con el discurso dominante, los haitianos no son una carga adicional, contribuyen a la creación de riquezas en el país vecino. Además, el salario promedio que reciben es inferior al que ganan los trabajadores dominicanos (26 % menos) y realizan una serie de trabajos que los dominicanos no quieren hacer. La campaña antihaitiana desempeña un papel importante en las cuestiones políticas e ideológicas en la República Dominicana.

Quieren hacer creer a los dominicanos que tienen otra cultura más cercana a la «civilización» europea mientras que nosotros somos afrodescendientes. Ahora, el gobierno de Abinader está utilizando esta campaña para intentar que los dominicanos se olviden de una serie de graves problemas que sufre el país. La pobreza aumenta a pesar del crecimiento económico, lo que ha hecho que muchos ciudadanos abandonen el país.

Además, necesita hacer una reforma fiscal que afectará a la mayor parte de la población. A menudo estas expulsiones funcionan como represalia contra Haití. Tal como ocurrió a Balaguer que respondió a un discurso del Presidente Aristide en las Naciones Unidas con una ola de deportaciones masivas, Abinader recorta visas, cierra espacio aéreo para sancionar a nuestro país por la construcción del canal sobre el río Masacre. También los dominicanos están molestos porque recientemente el Ministerio de Comercio ha fijado una serie de condiciones para el ingreso de productos dominicanos al país.

Frente al drama migratorio que viven los haitianos, Haití debe tener una política migratoria global que incluya cuestiones económicas, políticas y culturales, y acompañada de una voluntad clara de defender la dignidad y los intereses de los ciudadanos y las ciudadanas de nuestro país.

GARR: Condiciones de vida de los/as haitianos/as en República Dominicana en medio de  las deportaciones

Cabe recordar que desde hace más de un año el Estado Dominicano no renovó las visas a los haitianos: estudiantes, trabajadores y empresarios. Por lo tanto, todos ellos han caído en una situación irregular. Quienes empezaron sus estudios allí, que tenían negocios, todos ellos se ven obligados a vivir escondidos en República Dominicana para protegerse del acoso que reciben en todas partes.

Nosotros, del grupo de organizaciones allí presentes, estamos muy preocupados por el camino que está tomando República Dominicana con el tema de estas deportaciones. Condenamos con todas nuestras fuerzas estas deportaciones masivas que violan los convenios internacionales y el Acuerdo de repatriación  firmado entre Haití y la República Dominicana. Es cierto que los derechos de los migrantes haitianos han sido violados en República Dominicana desde hace mucho tiempo. Son detenidos arbitrariamente, son víctimas de extorsión y violencia de todo tipo. Las mujeres son sometidas a agresiones sexuales, abuso físico.

Irrumpen en sus casas en cualquier momento, las violan y les quitan sus ahorros. Niñas menores son violadas por agentes de migración dominicanos. En Punta Cana, el 5 de abril de 2024, agentes de migración ingresaron a la casa de una mujer migrante haitiana y violaron a su hijo.

También hay mujeres que fueron violadas y víctimas de redes de tráfico y trata que involucran a militares dominicanos. En el proceso de repatriación, las mujeres son maltratadas. Además de casos de violación y abuso, en las cárceles las mujeres no tienen acceso a elementos de higiene, y de alimentación. También repatrian a mujeres que acaban de tener una cesárea.

Pero la nueva medida de deportar a 10.000 haitianos por semana aumenta el riesgo de violaciones de los derechos de estos migrantes. La situación del levantamiento que se dio en el penal de Haina el jueves 17 de octubre, donde hay migrantes haitianos que están heridos, hay testigos que reportan que hay personas que han muerto, se debe al maltrato impuesto a los migrantes. No reciben agua ni comida, están amontonados, sin acceso y sin atención médica para los más vulnerables.

Por otro lado, hay muchos haitianos en República Dominicana que viven con miedo, están encerrados dentro de sus casas durante varios días, no pueden salir a la calle en busca de sustento, están sufriendo. Estos migrantes tienen miedo de volver a Haití aunque quisieran porque la inmigración se los llevaría y los enviaría a prisión, donde las condiciones son peores.

También decimos que la presencia de unos 40.000 haitianos en la frontera en un contexto ya difícil en términos sociales, económicos y de seguridad complica aún más la recepción de estos migrantes en buenas condiciones.

En la frontera hay niños sin padres que están siendo deportados, y esto los pone en peligro. El 17 de octubre en Wanament, hubo un niño que fue deportado y se ahogó en el río Masacre porque no estaba bajo el control de sus padres. Hay mujeres embarazadas, hay otras que han tenido una cesárea. Esta situación ha provocado que la crisis humanitaria en la frontera crezca aún más. El problema de la inseguridad en las carreteras también impide que los migrantes se dirijan a sus comunidades, obligándolos a permanecer en la frontera.

POHDH­ Violación de diversos textos legales internacionales y bilaterales suscritos por República Dominicana en materia de derechos humanos y migración

Cuando consideramos las condiciones que hemos descrito aquí, queda claro que las autoridades dominicanas han aprobado diversas leyes como: la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Migrantes, que exige el respeto de los derechos fundamentales de todos los migrantes, ya sea que se encuentren en una situación regular o irregular; La Convención Interamericana sobre Derechos Humanos (CIDH), específicamente su artículo 5, que prevé el respeto a la integridad física, psicológica y moral de todas las personas; La Declaración Universal de los Derechos del Niño y la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (CIDE) que garantizan los derechos de los niños y los protegen de todas las formas de violencia; La Convención contra la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes (Convención contra la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes) ; incluyendo la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Eliminación de la Violencia contra la Mujer y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer.

Es importante recordar que los Estados dominicano y haitiano firmaron un acuerdo bilateral sobre deportación el 2 de diciembre de 1999, donde el Estado dominicano se comprometió a:

  • Respetar los derechos fundamentales de los repatriados;
  • Preservar la unidad familiar, evitar separar a los miembros de una familia;
  • Permitir la recuperación de los bienes muebles de los deportados antes de que abandonen el territorio dominicano;
  • No deportar en horas de la noche, es decir entre las 6 y las 8 de la mañana; Tampoco habrá repatriación los días Domingos y festivos para ambos países, excepto entre las 8:00hs  y el mediodía.
  • No retener los documentos de los migrantes, incluso en caso de documentos falsos, deben ser devueltos por el Estado dominicano al Estado haitiano.

En el caso de la deportación masiva que empezó el 2 de octubre de 2024, el Estado dominicano violó todos estos compromisos. Peor aún, el comportamiento demostrado por el Estado haitiano en este expediente refuerza varios casos de violaciones de derechos humanos.

No han tomado ninguna medida que pueda obligar al Estado dominicano a respetar los derechos de los migrantes, y no han creado ningún marco apropiado para recibir a los migrantes respetando sus derechos y su dignidad como seres humanos. Por ello, solicitamos a todas las organizaciones defensoras de los derechos humanos su solidaridad para fortalecernos mucho más para exigir a la República Dominicana el respeto de sus compromisos a nivel internacional y binacional en materia de migración.

Propuestas:

Estamos solicitando a organismos regionales e internacionales como: OEA, Amnistía Internacional, CIDH que organicen en colaboración con instituciones de derechos humanos en República Dominicana algunas visitas de observación a centros de detención de migrantes.

En la carta abierta que enviamos al Estado haitiano a través del CPT (Consejo Presidencial de Transición), hicimos una serie de propuestas sobre el expediente de deportación. Aquí está la lista de las recomendaciones:

1-­ Facilitar a los haitianos que quieran regresar a Haití que lo hagan en buenas condiciones, como se hizo en 2022 con 300 ciudadanos haitianos en dificultades en Turquía y que querían regresar a Haití;

2-­ Fortalecer las acciones diplomáticas para pedir a la República Dominicana que respete los derechos de los ciudadanos haitianos;

3­ Solicitar a las autoridades de la República Dominicana que dejen de destruir las piezas de identidad de los migrantes haitianos, son propiedad del Estado haitiano; Será una señal de respeto hacia Haití.

4-­ Implementar la Convención de Viena que puede permitir al Estado haitiano delegar a sus representantes para visitar los centros de detención y también entregar a los migrantes que serán deportados una tarjeta de identificación temporal que facilitará su protección;

5-­ Crear un marco de cooperación diplomática para abordar específicamente el tema de la migración, así podremos reducir la violación de los derechos de  los migrantes y permitirles recuperar su dignidad.

Ante la urgente situación humanitaria vinculada a estas deportaciones masivas, pedimos al Estado que movilice todos los recursos necesarios para acoger a los haitianos con respeto y dignidad en la frontera;

Permitir que grupos vulnerables como: mujeres embarazadas, niños y personas de la tercera edad obtengan la consideración que requieren. También le pedimos al Estado que actúe contra la inseguridad que está expulsando a los haitianos, que los obliga a abandonar el país, y que impida que la migración dominicana nos envíe a nuestros/as compatriotas en cualquier condición y en cualquier momento, y que puedan reunirse con sus familiares sin que sus vidas se vean amenazadas por la violencia de las pandillas.

Mientras pedimos a todos los haitianos que se solidaricen con los migrantes deportados, que se acerquen a ellos y les ayuden en la medida de lo posible en las zonas fronterizas, también creemos que debe haber negociaciones entre los Estados de los dos países para apaciguar la situación. Somos dos pueblos en la misma isla, nuestro destino está unido.

Para autenticación:

Grupo de Apoyo a Retornados y Refugiados (GARR): Katia BONTÉ, Coordinadora del GARR; Sam  GUILLAUME, Responsable de las Comunicaciones del GARR

Plataforma de Organizaciones Haitianas de Derechos Humanos (POHDH): Alermy PIERVILUS, Secretario Ejecutivo de la POHDH

Plataforma Haitiana de Defensa para un Desarrollo Alternativo (PAPDA): Camille CHALMERS, Director Ejecutivo de PAPDA

Asamblea de los Pueblos del Caribe (APC)/ALBA: Camille CHALMERS, Representante

https://www.facebook.com/watch/?v=3490108877948453&rdid=wD2dT3OZIfpN5ufR

Fuente: https://scharboy2009.wordpress.com/2024/10/25/desde-haiti-grupos-defensores-de-derechos-humanos-condenan-deportaciones-masivas-de-haitianos/

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