Fuente: https://elsudamericano.wordpress.com/2020/09/16/elecciones-en-estados-unidos-2020-por-wim-dierckxsens-walter-formento/ Alai
ELECCIONES EN ESTADOS UNIDOS 2020 por Wim Dierckxsens, Walter Formento
Introducción
Las elecciones en Estados Unidos en 2016 fueron una batalla política. Una batalla que aún no ha concluido, una marcada por la crisis entre las oligarquías que son actores económicos y políticos en Estados Unidos. Una crisis y puja de poder entre actores financieros que abrió nuevos cauces para la política internacional de Estados Unidos y en general, donde el actor más debilitado fue el globalismo unipolar. Esta batalla política estaba en el marco de la crisis al interior del unipolarismo financiero, que el Brexit en tanto derrota del globalismo en Gran Bretaña y en la Unión Europea, expresó y potenció haciéndolo mundial.
Tuvo su momento clave en las elecciones de EEUU, donde cuatro grandes actores de poder disputaban la presidencia, de los cuales tres eran fracciones distintas de la oligarquía financiera y una expresaba a los sindicatos y trabajadores. En el Partido demócrata se expresaba de modo dominante la oligarquía financiera globalista, que constituía el Estado Profundo –Deep State- en el Partido y lo controlaba, encarnándose en las figuras de Clinton´s & Obama´s. Pero sería desafiado por el movimiento de trabajadores organizados en sindicatos y desde los barrios urbanos pobres, que se expresa en Sanders. Esta fracción del partido tuvo todas las condiciones para ganar las internas Demócratas en 2016 y nuevamente en 2020, pero el aparato financiero-electoral “operó” para que en las elecciones internas indirectas Sanders sea derrotado y con ello, las expectativas de los que se identifican con su programa.
En cambio en el Partido Republicano, el estamento de poder profundo del continentalismo financiero –Ted Cruz, Marco Rubio, John Kasic- fue derrotado sorpresivamente por Donald Trump en 2016. Fue la gran sorpresa porque pudo imponerse contra el establishment republicano sin que hubiera mayores resistencias a este supuesto extraño. Para 2020 no había mayores dudas sobre la candidatura de Trump en contraste con la situación de Biden en el partido demócrata. Pareciera que no querían que su candidato ganase las próximas elecciones. El ´triunfo´ de Biden en las internas/primarias demócratas, reveló a alguien que ya tenía la fragilidad en su salud mental y no se vislumbraba como un candidato para ganar. Un escenario, que conforme pasa el tiempo se vuelve cada vez más probable, podría ser que el actual presidente Trump continúe en el cargo para los grandes intereses financieros globalistas, tema que abordaremos.
Un modelo que históricamente suele predecir con gran acierto el resultado de las elecciones en EE.UU. (El ´Modelo Primario´ de Norpoth) se concentra en datos obtenidos en el resultado de las primeras primarias. Donde se observa como catastrófico cómo Biden obtuvo en New Hampshire solo el 8.4% de los votos. El modelo también utiliza los resultados de elecciones anteriores, que indican si el péndulo se está alejando o no del partido por la Casa Blanca. Lo que no usa el modelo son datos de encuestas ni datos relacionados con opiniones a menudo sesgadas. El ´Modelo Primario´ predijo correctamente cinco de las últimas seis elecciones presidenciales en EE.UU., y cuando se aplica a elecciones anteriores (cuyos datos se conocen), predice correctamente en 25 de las últimas 27 elecciones presidenciales del país. Este indicador potente otorga a Trump una elevada probabilidad (90%) de ser reelecto al obtener 362 electores contra 176 para Biden.
El indicador revela indirectamente que los demócratas de nuevo no están tomando “muy en serio” derrotar a Trump, ya que para ello deberían haberse unido desde el principio en torno a un candidato y no tener una campaña desgastante entre sus candidatos, que al final manifiesta fisuras explícitas al interior del partido y genera un candidato políticamente muy expuesto y debilitado. Todos los datos afirman que Sanders tenía la mayoría de electores para ganar la interna pero que estos, nuevamente como en 2016, fueron “comprados y reorientados” de modo que se impuso otra vez el candidato del estado profundo oligárquico financiero globalista. La pregunta que nos hacemos es si el electorado que sigue a Sanders permanecería alineado con el partido demócrata o sucederá como en 2016 cuando una proporción decisiva se abstuvo de votar o directamente votó a Trump.
Todos coinciden, que solo un acuerdo entre las fuerzas del estado profundo puede hacer “posible” realizar unas elecciones por correo y presencial el día de las elecciones cuyo resultado a priori esté acordado. Según una encuesta de USA TODAY/Suffolk University se estima que alrededor del 40 por ciento de todos los votantes estadounidenses votarán por correo este año. Casi la mitad de los votantes que planean votar por Biden dicen que es probable que voten por correo. El 56% de los republicanos tienen la intención de votar el día de las elecciones, en comparación con solo el 26% de los demócratas. Muchos de los votos por correo suelen llegar después del día electoral. Trump obtendrá así una gran ventaja en la noche de las elecciones. Es un hecho que declare su victoria electoral, aunque ello genere un gran caos lo más probable es que así quede.
Kissinger1 ya planteó, en abril de 2020, el escenario de “unidad” a ser aceptado y construido entre las tres grandes fracciones oligárquicas (Global, Continental y Local-nacional) presentes en Estados Unidos. Una realidad institucional en el marco de la cual debería producirse el acto electoral y, a la vez, garantizarse que ganen ambos: Trump la presidencia y las tres fracciones financieras constituyendo el bloque de poder de gobierno, con sus contradicciones en posición secundaria, respecto del oponente principal a acordar: China y el muro tecnológico. Estimamos también que Trump en 2020, ya ha logrado mayor fuerza y grados de libertad dentro del partido republicano y, por lo tanto, menos compromisos con los halcones, el estado profundo continentalista del Tea Party –deep state-.
¿Un acuerdo entre Trump y los “consorcios” de Inteligencia Artificial?
Como ya hemos descripto en la Guerra de Big Data y el ´Muro Tecnológico’2, el proceso de “desconexión”3 de China ya se ha puesto en marcha. Solo un nuevo bloque de poder financiero en unidad, tiene chances de confrontar y frenar la opción de retroceder ante el avance de la China Multipolar articulada con Rusia (Putin), India (Modi), Pakistán, Afganistán, África (Egipto, Sudáfrica, etc.), Oriente Medio (Siria, Irán, Irak, etc.) y Sudamérica (México, Argentina, Caribe, San Pablo-Rio de Janeiro-Bahía-Brasil, etc.). Además está a la vista una relación que se desarrolla con Alemania, y la UE, lo cual sería un duro golpe al unipolarismo financiero. Claro que la ofensiva de la OTAN-Globalista sobre Bielorrusia y Rusia, bajo el modo de Revolución de Colores, tiene por objetivo principal retomar el control de Alemania y la Unión Europea.
En función de la voluntad política que se movilice en la UE, podrían alcanzar el salto a una política económica y fiscal común o compartida, la incorporación de un protocolo de derechos sociales o la creación de un ministerio europeo de Exteriores. Si la Unión Europea se integra a Eurasia, EE.UU quedará aislado en el mundo y las fuerzas globalistas recibirían su derrota crucial. Trump ha lanzado la ´guerra del big data´ entre EE.UU. y China, para recuperar el control del Big Data Unipolar que estaba en manos Globalistas y para no quedar retrasado en el desarrollo de Inteligencia Artificial frente al complejo desarrollado por el multipolarismo BRICS. Para todas las fracciones oligárquicas unipolares, angloholandesas y angloamericanas, es de su interés levantar un ´muro tecnológico´ frente a China, en tanto nodo económico-estratégico de la opción multipolar. El dialogo y posible acuerdo entre Trump y las fuerzas del Estado Profundo Globalista sobre el muro tecnológico podría ser clave para poder “definir” a Trump ya como ganador en las próximas elecciones, pero muy riesgoso para el Globalismo por la pérdida de control sobre el Big Data unipolar.
Hemos señalado ya, que a partir del 23 de marzo de 2020 el control globalista sobre la Reserva Federal ya no era absoluto, sino compartido con el Tesoro de EE.UU. y en cogobierno con Trump –las tres fracciones oligárquicas-. Es sabido que la Fed estimulaba con expansión monetaria, crédito otorgado a bajas y decrecientes tasas de interés, para que las principales transnacionales del ´Big Five´ (Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft) lo “invirtieran” en adquisiciones y en la re-compra de sus propias acciones, “mantenidas” en manos de terceros. Esta política aumentó el precio de las acciones de las mega-corporaciones sin cesar y con ello “fomentó” y potenció la centralización de capital, ingresos y riqueza en muy pocos (0,001% de la población) y cada vez menos actores financieros transnacionales. En otras palabras en “armonía” con los intereses de las corporaciones transnacionales. SEGUIR LEYENDO AQUÍ