Fuente: https://www.telesurtv.net/bloggers/Elecciones-en-Ecuador-y-Peru-abril-de-2021-20210408-0002.html?utm_source=planisys&utm_medium=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_campaign=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_content=33 Adalberto Santana 8 abril 2021
El 11 de abril de 2021 en dos países latinoamericanos del área andina se realizan comicios presidenciales: Ecuador y Perú. Naciones hermanas donde se cierne de nueva cuenta la tendencia creciente del ascenso de la segunda ola progresista en la región o bien la continuidad de poder en manos de los sectores conservadores que propugnan por la continuidad del llamado régimen neoliberal.
Ese es el punto de inflexión en ambos procesos electorales. Esto es, si en el Ecuador se retoma de nueva cuenta al sendero de llevar a la presidencia a un joven economista, ex ministro de Economía con el gobierno de Rafael Correa y candidato presidencial de la Unión por la Esperanza (UNES). En tanto que en el Perú se perfila la pugna por llevar a la presidencia a Verónika Mendoza de Juntos por el Perú, aspirante de la izquierda quien alcanza el primer lugar de las preferencias y en sus discurso se propone “garantizar una vacunación universal, gratuita y ordenada por parte del Estado que nos permita inmunizar lo más rápido posible a todo nuestro pueblo, garantizar la producción y distribución de oxígeno para impedir que sigan muriendo tantos peruanos como está ocurriendo hoy por falta de oxígeno y reactivar la economía lo más pronto posible” (https://www.nodal.am/2021/04/elecciones-en-peru-quien-es-veronika-mendoza-la-candidata-que-propone-cambiar-la-constitucion-fujimorista/).
Por el otro bloque figuran 17 candidatos que en la sociedad peruana pugnan por continuar con los proyectos tradicionales. Los cuales han generado mayor inestabilidad política y económica, generando más exclusión social. De esa manera en los últimos años, se ha hecho más evidente en la gestión de los últimos ex presidentes de corte conservador su implicación en diversos actos de corrupción por los que se les ha destituido.
Ambos comicios presidenciales, el ecuatoriano y peruano, se dan en un escenario complejo y dramático, como es el paisaje que se presenta en medio de la pandemia desatada por el desarrollo de la coronavirus. En Ecuador el crecimiento de la crisis sanitaria de nueva cuenta ha alcanzado una situación bastante delicada la cual ha puesto en evidencia la incapacidad y el constante desprestigio del gobierno del presidente Lenin Moreno para contener el problema. El crecimiento de las personas infectadas ha llegado en el mes de abril a un acumulado de aproximadamente 340 mil y más de 17 mil fallecidos. En tanto que en el Perú alcanza una cantidad aproximada de un millón 600 mil contagiados y casi 54 mil muertos. Lo que los ubica en la región latinoamericana proporcionalmente con sus respectivas poblaciones -Ecuador con un poco más de 17 millones 283 mil habitantes y Perú aproximadamente con 32 millones 626 mil habitantes-, dentro de las más afectadas. Situación que en ambos países ha generado un gran descontento que políticamente se ha expresado en el crecimiento de la oposición a los gobiernos nacionales y locales. A estos escenarios se suma la crisis económica que en ambas naciones se ha recrudecido en los últimos tiempos tanto por los efectos de la pandemia así como por el crecimiento de la corrupción y de las pésimas administraciones de la situación económica. Un hecho resaltante es que el gobierno de Moreno ha tenido que nombrar a cinco ministros de Salud por la corrupción y el caos imperante en el proceso de vacunación.
En la situación del crecimiento de la pobreza en Ecuador, muestra que entre 2010-2017, periodo en que gobernó el presidente Rafael Correa se mostró un decrecimiento de la tasa de pobreza en tanto que con la llegada al gobierno de Lenin Moreno, la situación volvió a incrementarse en la media que se comenzaron a revertir los grandes logros sociales que en el gobierno correísta se habían logrado. De tal suerte que en nuestros tiempos, en pleno 2021 según los “Reportes del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) con datos de 2019 indican que la pobreza llegó al 25%. Pero el informe de la OIT indica otra cosa y sitúa a este indicador social en 32% en 2020, es decir siete puntos porcentuales más. Hasta el 26 de febrero de 2021, el INEC no ha publicado las cifras actualizadas sobre la situación laboral en 2020” ( https://www.primicias.ec/noticias/economia/oit-pobreza-ecuador-subira-pandemia/).
En el caso del Perú los niveles de pobreza y desigualdad social muestran tremendos contrastes. De acuerdo con información proporcionada en el Estado de la población peruana 2020 (Instituto Nacional de Estadística e Informática), encontramos que la pobreza (2019) “se ubicó en 20,2% que involucra a 6 millones 564 mil 93 personas, que tienen un gasto per cápita mensual que no cubre el costo de la canasta básica”, mostrando que en los sectores indígenas, afrodescendientes y en las mujeres el problema es mucho mayor. A esta situación conflictiva se suma el tema educativo, donde “la condición de analfabetismo sintetiza la brecha que, especialmente, es más alta entre los adultos mayores que son mujeres y aquellos que viven en áreas definidas como rural (….) de cada 100 adultos mayores que viven en el área rural 40 no saben leer ni escribir, el porcentaje se incrementa a 61,3% para el caso de las mujeres rurales”.
Así, la alternativa en Ecuador -en medio de la pandemia y de la crisis económica y social-, tiende a un cambio del escenario electoral ecuatoriano. La tendencia se orienta hacia el fortalecimiento del sector público incluyente y por lo tanto al triunfo del candidato de la UNES, Andrés Arauz. De esa manera es de esperar la derrota de nueva cuenta de Guillermo Lasso, el candidato de las derechas (CREO-Partido Social Cristiano) y con ello de la cancelación de las políticas neoliberales y de la exclusividad para el sector privado. En tanto que en esa coyuntura electoral, la dirección del movimiento indígena Pachakutik brazo político de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE), se han pronunciado por impulsar el voto nulo. Su candidato presidencial Yaku Pérez, quien oficialmente quedó en apretada pugna en el tercer lugar, pretende quedarse en un punto neutro. Sin embargo, las bases aglutinadas en esa tercera fuerza y la llamada socialdemocracia ecuatoriana, representada por el partido Izquierda Democrática que alcanzó el cuarto lugar son las que probablemente se sumen en mayor número a la candidatura de presidencial de la UNES y una minoría al bloque de la derecha.
En tanto que en el Perú la tendencia es que de los 17 candidatos mayormente de corte conservador, solamente uno de ese bloque, podrá avanzar a la segunda vuelta para disputarle la elección a la candidata de las izquierdas peruanas. De llegar a generarse ese escenario, se confirmará la tendencia dominante en el escenario político-electoral latinoamericano, el arribo de una segunda y más fuerte ola de las fuerzas progresistas para ascender al poder presidencial. En México lo logró Andrés Manuel López Obrador en julio de 2018, Alberto Fernández en Argentina en octubre de 2019, en el estado Plurinacional de Bolivia lo alcanzó en octubre de 2020 Luis Arce Cotacora, y ahora es la oportunidad de Andrés Arauz y Verónika Mendoza en Ecuador y Perú respectivamente. El tiempo y la correlación de fuerzas de esos pueblos andinos lo decidirán.
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