“La gente creará todo tipo de espacios. Hasta mundos. El teletransporte será activar un link, un enlace en internet. Hoy se nos ve como una empresa de redes sociales, pero nuestro ADN es el de una compañía que crea tecnología para conectar a las personas y el metaverso es la próxima frontera, igual que las redes sociales lo eran cuando nosotros empezamos”.
Mark Zuckerberg

Las plataformas digitales, basadas en redes de comunicación de datos, no solo ejercen una forma de soberanía sobre los ciudadanos, también determinan sus comportamientos. A cambio de servicios “gratuitos” los propietarios de las redes sociales succionan la información personal de los usuario con el fin de generar ganancias fuera de toda proporción.

El primer semestre de 2921 los 2900 millones de habitantes del “universo Facebook Inc”(Facebook, Instagram, WhatsApp) le generó a Mark Zuckerberg, nada menos que 54.000 millones de dólares.

Somos conejillos de indias. Las redes sociales, son en realidad una «caja Skinner» virtual. Mediante las plataformas los “especialistas en datos” anticipan nuestras elecciones y determinan nuestro comportamiento. Funcionan así: los algoritmos adelantan nuestros movimientos, las fake news son utilizados como estímulos y Facebook venden la posibilidad de hacernos cambiar de comportamiento.

Durante la reciente presentación de su plataforma de realidad virtual Mark Zuckerberg mostró algunos casos de personas que habitarían en Meta, el universo virtual de Facebook. Estas personas se moverían con avatares personalizados, vestirían con ropa digital que comprarían dentro de ese territorio y acudirían a los eventos que ofrece la empresa.

En este universo paralelo una chica residente en Japón decide, a través de Meta, acudir a un concierto en Los Ángeles (EEUU). En cuestión de segundos, el avatar de la chica japonesa se encuentra junto a una amiga estadounidense bailando y disfrutando de la música en vivo. Una vez que ha terminado la función, ambas asisten de forma virtual a una tienda en la que compran gorras y camisetas digitales del artista.

Meta es la respuesta de Zuckerberg a la crisis de Facebook .

Hace unas semanas, Frances Haugen, una alta ejecutiva de Facebook Inc.decidió denunciar a esta corporación, explicando que todo el sistema algorítmico de la empresa está concebido para producir daños a la sociedad. Señaló que tenía pruebas que Facebook favorece a las elites, que sus algoritmos alimentan los conflictos, y que los traficantes de drogas usan sus servicios sin ningún filtro o limitación.

Frances Haugen, declaró ante el Senado de EEUU. Explico en detalle el tipo de ciber espionaje que practica la empresa, aseveró que entre los casos de violencia que involucran a Facebook están las matanzas de Myanmar y lo que está ocurriendo, ahora, en Tigray, Etiopía.

En los mismos días que las actividades ilícitas de Zuckerberg eran examinadas por el Senado norteamericano se produjo un apagón de todos los servicios que presta la compañía, generándole una pérdida estimada en 160 millones de dólares.

Para la revista especializada La France: “la caída de WhatsApp y cía, es como si repentinamente hubieran desaparecido del mapa un gran conjunto de países. La web no es solo frágil, sino completamente efímera. Tenemos la falsa sensación de permanencia que dan estos gigantes tecnológicos. Pero lo concreto es que se trata de una gran alucinación colectiva. Solo un apagón semejante al del 4 de octubre puede hacer reflexionar sobre nuestros hábitos”.

El universo Facebook no es solo un sitio web, una plataforma, una publicación, una red social, o un servicio. Es todo eso, pero también es una mega-corporación privada con más poder que muchos Estados reales. Con Meta y la realidad aumentada “el Emperador” Zuckerberg tendrá su propio país virtual.

Las estudiosas del mundo digital, Sheera Frenkel y Cecilia Kang, han denunciado que el objetivo de Facebook Inc. es la dominación mundial. La plataforma “tiene todos los elementos que componen un estado: un territorio, una moneda, una filosofía de gobernanza y una población. Solo que esta isla no está en ninguna parte, se configura en el mundo digital, y las únicas leyes que valen son las que comanda Zuckerberg”.

¿Viviremos en un mundo donde las empresas de tecnología arrebatarán el control del espacio digital a los gobiernos?¿ Una tecno-elite romperá las fronteras nacionales y terminará con cualquiera manifestación de soberanía ?

El neoliberalismo acuñó el término “resiliencia” para describir un tipo de sumisión despolitizada. Las plataformas tecnológicas contribuyen sustancialmente a este objetivo al moldear la conciencia ciudadana.

Los estudios académicos están demostrando que las grandes corporaciones digitales son un peligro para la democracia. Para desgracia de la humanidad, con su enorme poder estos nuevos actores geopolíticos están definiendo la vida económica, social y política del siglo XXI.