Fuente: https://periodicogatonegro.wordpress.com/2022/07/12/el-mapa-de-la-represion-estatal/ 12.07.22
El mapa de la represión estatal
La legisladora por C.A.B.A. del Frente de Todos presentó el Mapa de la Policía, una especie de plataforma interactiva para vigilar de cerca a quienes nos vigilan aún más de cerca. Esta “herramienta”, según explicó la funcionaria del Gobierno más asesino desde 1983, busca, con la participación ciudadana, señalar en qué comunas/barrios/comisarías de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la policía trabaja mejor. Porque, otra vez según Ofelia Fernández, no toda la policía trabaja mal.
Hacia el final de la presentación, la legisladora se excusó argumentando que “el mapa se limita a C.A.B.A. porque yo soy legisladora por ese distrito, pero la idea es que se extienda”. Ofelia Fernández pertenece al Frente Patria Grande, que a su vez integra el Frente de Todos. El Frente Patria Grande tiene un diputado nacional –Itai Hagman– y dos provinciales –Natalia Zaracho y Federico Fagioli–. Es decir: con un poco de voluntad, el mapa podría ser nacional. Pero señalar la represión estatal a nivel nacional significaría señalarse a sí mismos como responsables y cómplices de al menos dos desapariciones forzadas, al menos tres asesinatos en comisarías y más de 400 casos de gatillo fácil de 2020 a esta parte. Y quien está al mando de las fuerzas represivas es Aníbal Fernández, el mismo que en 2002 dijo que los piqueteros se mataron entre ellos, refiriéndose a la Masacre de Avellaneda, que lo tiene como responsable político.
Los límites que tiene este “Mapa policial” no son solamente la General Paz. Hablar de “Violencia institucional” es responsabilizar a policías particulares y no a la estructura que los sostiene. La represión estatal implica revisar el corazón mismo del Estado. Entonces ¿por qué es más fácil señalar a un comisario, un policía o un gendarme? Porque nadie se denuncia a sí mismo. Sin embargo, algunos funcionarios que funcionan hacen declaraciones autoinculpándose sin que les tiemble la voz. Duhalde confirmó que él ordenó la represión en el Puente Pueyrredón en 2002 para que lxs piqueterxs “no pasen para Capital Federal”. Y lo hace porque puede, tiene garantizado el aval político y mediático.
“Gobierne quien gobierne, el gatillo fácil es una política de Estado” afirman los familiares de víctimas de gatillo fácil a través de su dolor, de su bronca, pero también desde su lucha y organización. Por lo tanto, no dejan de sostener que “debemos organizarnos independientemente del Estado y de todas sus instituciones que denunciamos y enfrentamos por ser los responsables de la muerte de nuestros hijos e hijas”. En este sentido, enfatizan que existe una connivencia estatal que habita en todos los ámbitos institucionales atravesada por una lógica cómplice que aceita los engranajes de este sistema de muerte.
Verónica Heredia, abogada de Iván Torres, joven desaparecido en Comodoro Rivadavia en el 2003 por el que fue condenado el Estado además de los autores materiales: un comisario y oficial de la policía, y en el que siete testigos del caso murieron en situaciones violentas no investigadas; y abogada también de la familia de Santiago Maldonado, deja en claro en el documental Antón pirulero cómo se hace efectiva dicha connivencia:
Por lo tanto, firmar un formulario web como propone el Frente de Todos C.A.B.A. y algunas organizaciones políticas que a medida que se arrimaban a los puestos de poder fueron lavando el discurso, es un mero trámite estadístico. Ofelia Fernández dice: “para que les empiece a dar más miedo mandarse una cagada”. Califica como «una cagada» que la policía mate, torture y desaparezca pibxs. Para dejar en claro la distancia abismal entre lo que el progresismo ofrece y la lucha de Familiares y Amigxs de Víctimas de la represión, Vanesa Orieta, hermana de Luciano Arruga nos dice:
Y ese es su objetivo fundamental: pacificar y recuperar hacia el Estado cualquier conflicto social. Fieles al “Dentro de la ley todo, fuera de la ley nada” buscarán inmiscuirse en cualquier conflicto social y quitarle su potencialidad transformadora. Así, por medio de denuncias anónimas para evaluar el desempeño policial, promueven la desmovilización de las comunidades en lucha y el fortalecimiento de la maquinaria asesina. Mientras la juventud empobrecida del capitalismo argentino se desangra por el gatillo fácil, el hacinamiento carcelario y la pobreza rampante, el progresismo de buenos modales continúa insistiendo en que pongamos la otra mejilla. Siguen promoviendo la despolitización de las personas en lucha, naturalizando completamente el rol social represivo que cumple la Policía del Estado que, aunque lo pinten de miles de colores progresistas, continúa siendo clasista, patriarcal, racista y colonial.
Y no solamente visibilizan la connivencia estatal quienes se enfrentan a todo este entramado político, judicial, policial y mediático. Como sostuvimos, sus mismas figuras eternamente recicladas en el poder también lo anuncian cuando son «oposición» y quieren utilizar a los muertos, nuestros muertos, políticamente. Felipe Solá –gobernador de la Provincia de Buenos Aires en 2002 y ex Ministro de Relaciones Exteriores del Frente de Todos– sobre la Masacre de Avellaneda, dijo: “Fue el Estado. Siempre es el Estado”. Hay que repetirlo, entonces, las veces que sea necesario para que quede bien claro: no es violencia policial, ni institucional. Es represión estatal.
La Obrera Colectivo Fotográfico + Aislamiento Represivo + La Chispa Prensa + Periódico Gatx Negrx
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