Fuente: https://insurgente.org/el-lince-los-eslabones/ 19 septiembre 2021
Desde Perú a Chile, pasando por Argentina, una cosa son los deseos y otra las realidades. El gobierno de Pedro Castillo es un bluff, en Chile siguen los timoratos mangoneando y en Argentina los timoratos pierden por su mogigatería. El capital sonríe.
Debe ser porque ya no tenemos en cuenta cosas como aquellas de Lenin cuando hablaba del «eslabón principal» que hay que encontrar para resolver unos problemas interrelacionados. Lenin decía que se podía comparar con una cadena en la que no se puede elegir un eslabón al azar sino que se tiene que encontrar aquel que sea más importante en un momento determinado y que garantice el apoderarse de toda la cadena. Lenin encontró ese eslabón en la I Guerra Mundial y el deseo del pueblo ruso de terminar con ella, lo que eclipsaba todo lo demás. Los bolcheviques afianzaron su poder cuando decidieron salir de la guerra.
Pero Lenin también habló del eslabón más débil, que es el que determina la resistencia de la cadena. Y siempre el eslabón más débil somos nosotros mismos, nuestros miedos, que son los que hacen imposible romper la cadena imperialista y lograr nuestra liberación.
El próximo domingo hay elecciones en Rusia y las cosas no pintan nada bien para el partido de Putin, aunque ganará. El pasado 21 de abril Putin dio su último discurso de política interna, abordando cuestiones cruciales como la sanidad, la educación, la política social y la economía. Ha prometido muchas veces dar un giro a la política neoliberal del gobierno pero no lo ha hecho hasta ahora. Entonces dije que el fantasma de Lenin estaba empezando a preocupar al Kremlin porque la gente está comenzando a plantear de forma abierta que hay que acabar con la política neoliberal, enfrentarse a Occidente y acabar con los corruptos de una vez por todas.
Pues aquí está la cuestión, que el apoyo al socialismo en Rusia no decae.
Nada menos que el 62% dice que el sistema económico preferido es la planificación y la distribución estatal y solo el 24% apuesta por un sistema basado en la propiedad privada y el mercado libre. No obstante, eso no se traduce en un apoyo explícito a un sistema soviético, por el que se decanta el 49% mientras que el 18% apuesta por un sistema mixto y el 14% por «una democracia occidental». Otra vez se constata que toda la parafernalia del bufón Navalni, de nuevo, es solo un globo.
Es evidente que Putin sabe esto y por eso en abril dijo lo que dijo. También es evidente que Rusia está en un prolongado estancamiento sociopolítico y económico interno como consecuencia de la renuencia de Putin a quitarse de encima a los neoliberales. Porque no hay que ser muy listo para llegar a la conclusión de que con la organización existente en el país no hay esperanza alguna de mejora ni de cambios económicos y sociales serios.
Putin todavía cuenta con mucha popularidad, pero menguante. Su imagen es favorable para el 61% -37% en contra- (67%-32% en enero), sobre todo por la política exterior, mientras que su gestión a nivel interno no es tan buena: 53% a favor, 42% en contra (56%-38% en enero).
Por el contrario, su primer ministro es cada vez más impopular y Putin no hace nada por cambiarlo (53% de apoyo, 42% de rechazo) -57%/38% en enero-, al igual que el gobierno (46% de apoyo, 51% de rechazo) -49%/48% en enero-.
Veremos si los rusos buscan en estas elecciones el eslabón fuerte o siguen aferrados al débil.
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Hay mucha preocupación por el bloqueo de Xiaomi a los teléfonos en Cuba. Xiaomi es totalmente privada, no como Huawei (por eso esta es atacada por EEUU y la otra no) y actúa siempre mirando a EEUU. Porque la medida no es solo contra Cuba, sino contra Irán, Corea del Norte, Siria, Sudán y Crimea. La excusa de Xiaomi es «prevenir el contrabando» porque la empresa no tiene «presencia oficial» en esos países que son, además, «países y regiones prohibidos» en su política de exportación. Es evidente que esta empresa asume la política de EEUU y que, al mismo tiempo, comenzará a buscar alguna salida porque es algo que no gusta al gobierno chino. Por eso, al día de hoy, Xiaomi habla de «bloqueo temporal» a sus móviles en esos países.
Xiaomi, como todas las empresas, solo quiere ganar dinero y quien se lo proporciona es EEUU y no esos países. Tiene como objetivo convertirse en el número 1 de teléfonos inteligentes en todo el mundo en un plazo de tres años (ahora es el 2, tras Samsung) porque ya ha superado a Samsung en Europa. Xiaomi está favoreciéndose de la ausencia de Huawei tanto en el mercado europeo como estadounidense y por eso actúa como actúa. Pero no tengáis la menor duda que el gobierno chino «sugerirá» a Xiaomi que ese «bloqueo temporal» sea muy breve.