El lince: El mal interno y el de los vecinos

Fuente: https://frenteantiimperialista.org/el-mal-interno-y-el-de-los-vecinos-el-lince/                    

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El mal interno y el de los vecinos

A medida que se van aclarando las cosas en Kazajistán, lo interesante es intentar responder a las preguntas que me hice el otro día: a quién beneficiaba la revuelta (a nivel interno, el externo es evidente) y si Rusia consultó con China el movimiento de envío de las tropas de la OTSC.

1.- A nivel interno la revuelta favorecía a los clanes oligárquicos vinculados a Occidente y ahora hay un claro reposicionamiento.

Como en todas las ex repúblicas de la ex URSS, incluida Rusia, se produjo una privatización a gran escala en la que los antiguos dirigentes comunistas se convirtieron en oligarcas. Es el caso de Nazarbayev, que se convirtió en el dueño y señor del país tras la independencia. Los vencedores acusan ahora a una de sus hijas de haber sacado del país 300 millones de dólares durante la revuelta. Este es Nazarbayev durante su etapa como «comunista».

En su discurso tras la revuelta, el presidente Tokayev acusó formalmente al clan de Nazarbayev de haber formado «un club de super ricos, incluso según los estándares internacionales». Sin mencionar expresamente a Nazarbayev, todo su «séquito» (palabra utilizada, es decir, a todos los que lo rodean, pero no él) ha quedado marcado. Es decir, se reconoce -y esto es una victoria para los trabajadores, aunque pírrica- que los grupos oligárquicos se han convertido en los principales beneficiarios de la desaparición de la URSS y de la economía capitalista seguida desde entonces. Por lo tanto, todos estos clanes «deben rendir homenaje al pueblo de Kazajistán». ¿De qué forma? Pues el gobierno kazajo dice que va a aprobar unos fondos económicos que estarán surtidos, básicamente, de entregas de capital «voluntarias» que estos clanes deben hacer a la nación «para hacer frente a las necesidades de los ciudadanos» y que esas cantidades tendrán caracter anual. Se está siguiendo el modelo chino de forma clara, el de «recomendar» a las grandes empresas que donen una parte de sus beneficios para mejoras sociales. Esto, en sí, ya da una pista de cuáles son los clanes ganadores y los perdedores.

Un dato: el clan Nazarbayev y quienes han medrado bajo su sombra, se han enriquecido gracias a las empresas extranjeras occidentales. Eso no quiere decir que el gobierno, el vencedor, vaya a arremeter contra estas empresas sino que va a vigilar su funcionamiento y, al mismo tiempo, va a contrarrestar su presencia e influencia otorgado concesiones a empresas rusas y chinas. Anuncia, también, que «se fortalecerán los cuadros técnicos nacionales», es decir, que se prescindirá a medio plazo de los técnicos extranjeros que ahora están presentes en el país y que en su gran mayoría son occidentales. Para ello hay que crear infraestructuras, y ya se ha dado un primer paso: se anuncia la apertura de sucursales de la principales universidades técnicas de Rusia en Kazasjistán. Esto también da otra pista de hacia dónde mira el gobierno, el clan (o clanes) vencedor.

Al mismo tiempo, se anuncia una congelación de los sueldos de los altos cargos del gobierno (ministros, viceministros, gobernadores, etc.) durante 5 años, la cancelación definitiva del aumento de las tarifas de combustible y la presentación antes de septiembre de una serie de medidas económicas que «ayuden a reducir la desigualdad social».

Uno de los datos que está publicando el gobierno es que durante la revuelta se atacaron edificios y empresas de propiedad rusa y china, pero no turca u occidental. Por supuesto, hay imágenes de ello y los propios turcos están alarmados por la visibilización de este hecho, que da pie al discurso oficial de que ha habido presencia islámica. Si durante la revuelta Turquía reprochó la «represión antiislámica» ahora está viendo las orejas al lobo. «Los estados turcos bajo amenaza», se dice en Turquía. Y es que Nazarbayev una de las cosas que hizo fue aliarse con Turquía no solo por una cuestión económica, sino para lanzar el Consejo de Cooperación de los Estados de Habla Túrquica u Organización de Estados Turcos. Como primera medida, en 2017, se aprobó una ley que cambia el alfabeto ruso al latino basado en el alfabeto turco, en un proceso gradual que tendría que terminar el 2025.

Turquía teme ahora que este proceso se revierta o se haga mucho más lentamente. Incluso que quede estancado. Si Turquía dio un paso importante en la guerra de Nagorno-Karabaj al apoyar a Azerbaiyán, ahora ha retrocedido exponencialmente mucho más. Sobre todo porque dentro de la OTSC está Armenia, que ha enviado también sus soldados a Kazajistán. Algo más que una ironía y un aviso.

2.- Al contrario de lo que se piensa, si bien Kazajistán es un estado clave en la Nueva Ruta de la Seda, la presencia de empresas chinas en el país no es tan importante como la de las empresas occidentales. Por eso es sorprendente que las grandes huelgas obreras, con sindicatos prohibidos, se hayan dado en empresas chinas preferentemente. Porque las empresas chinas no pagan ni mejor ni peor, pagan igual y se comportan igual que las occidentales. Pero eso no es relevante.

Hay algo que sí lo es: la frontera. Siempre que se habla de una situación concreta, y sobre todo en Asia, hay que tener a mano un mapa. Mirad este.

La práctica totalidad de la frontera china con Kazajistán tiene que ver con Xinjiang. Justo el quid de la cuestión para entender la campaña occidental contra China y las formas de debilitar a este país. En toda la zona sur de Kazajistán, de forma especial en Almaty, es donde han sido más violentas las protestas y donde más presencia islámica ha habido. La propia Turquía reconoce que es aquí donde más presentes están sus empresas. Y es aquí donde el gobierno kazajo dice que ha habido «campos de entrenamiento para extremistas islámicos» provenientes tanto de Oriente Próximo (especialmente Siria) como de Afganistán en cifras que oscilan entre los 20.000 y los 8.000, que estarán exageradas pero que indican que cuando el río suena, agua lleva. Con independencia de que el cauce sea grande o pequeño.

Por lo tanto, no sería sorprendente que Rusia hubiese, si no consultado, sí comunicado a China la presencia de la OTSC en Kazajistán. Lo que están publicando los medios chinos va en esa dirección, sin ser tan explícitos. Se sabe que desde hace días, la última el día 10, los ministros de Exteriores de los dos países han estado en contacto estrecho y la postura de China, oficial, es que «China y Rusia, como miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y países vecinos y amigos de Asia Central, deben evitar que estalle el caos o la guerra en la región».

Fijaos en dos cosas: primero, se recoge de forma clara su poder de veto en el Consejo de Seguridad e la ONU, o sea, está avisando a los países occidentales (EEUU, Francia y Gran Bretaña) de que no vayan por ahí porque nada de lo que propongan saldrá. Segundo, cuando habla de «países vecinos y amigos» está hablando de fronteras y dice cuál es el mínimo común que tienen, evitar el caos o la guerra en la región. China está enviando claras señales a los sospechosos habituales, léase Occidente.

China es el país que más fronteras tiene con otros, hasta con 14 países. Por lo tanto, todo lo que pasa en los países vecinos es importante para ella. Por eso China siempre dice que con sus vecinos habla de evitar «los tres males: terrorismo, extremismo y separatismo». Esto está directamente relacionado con la seguridad nacional de China o lo que es lo mismo: China no se va a cruzar de brazos en nada de lo que suceda en ellos.

Occidente es sordo, por eso no escuchará que cuando China habla tras la revuelta de Kazajistán de «evitar que estalle el caos o la guerra en la región» es que está marcando sus líneas rojas, como Rusia las suyas, que no deben cruzarse ni acercarse a ellas. Y hay algo que debería hacer recapacitar a mucha gente: China ha propuesto que si se dan otras revueltas de este tipo en la zona no sea la OTSC la que intervenga, sino la Organización de Cooperación de Shanghai. En la OTSC no está China, en la OCS sí.

Estamos entrando en un nivel mucho más alto. Y decisivo.

(Publicado en el blog del autor, el 13 de enero de 2022)

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