Una mujer rusa pasó dos días en la cárcel y se enfrenta a la Justicia en EE.UU. tras abofetear a su marido estadounidense —quien anteriormente la había maltratado físicamente— tras sorprenderlo flirteando en línea con otra mujer, relató a RT Elena Gertsog, la madre de la acusada.

Alina Alipátova, de 30 años y oriunda de la ciudad rusa de Krasnodar, conoció a Anthony James Rutz, diez años mayor que ella, mientras vacacionaba en Miami. Lo que comenzó como un romance pronto se transformó en «un gran amor» — o al menos así lo parecía— y, tras comprometerse, la pareja comenzó a vivir en la casa del novio en San Luis Obispo, en el estado de California.

Finalmente el 19 de septiembre del año pasado se casaron y la familia de Alina recibió esas noticias «con gran alegría», recuerda su madre. La mujer asegura que su yerno por entonces se mostraba como un hombre atento y romántico, e incluso la llamó para pedirle su bendición para el matrimonio.

Del romance perfecto a una pesadilla

Pero el encanto de la luna de miel pronto se disipó cuando, el 19 de diciembre, cuando el hombre habría atacado a su esposa. En palabras de Elena, «venían manejando desde San Francisco, tuvieron algún conflicto y Anthony la estampó contra el tablero del auto«.

La Policía arrestó al agresor pero el mismo día lo dejaron libre tras el pago de una fianza. «Posteriormente Anthony rogaba con lágrimas en los ojos que mi hija lo perdonara. Lamentablemente, lo hizo», precisa Elena.

Hasta ese momento, en sus frecuentes conversaciones con su madre por Skype, Alina nunca había se había quejado por haber sido golpeada, aunque en ocasiones sí mencionaba que Anthony se mostraba agresivo y por ejemplo, podía sujetarla con fuerza del brazo en medio de una discusión, asegura Elena.

Infidelidad y arresto

La última conversación la mantuvieron el 11 de mayo. Alina le relató a su madre que ese día descubrió a su esposo intercambiando mensajes románticos con otra mujer, se dejó  llevar por los celos y lo cacheteó, provocando que el hombre «huyera».

Mientras hablaban de lo sucedido, sonó el timbre y apareció Anthony acompañado por la policía. Según Elena, su hija «pensó que no era nada serio, pero se la llevaron bajo custodia a raíz de la denuncia de su marido».

La detenida fue alojada en la prisión del condado de San Luis Obispo y su fianza fue fijada en 50.000 dólares, pero su madre explica que no cuenta con esa suma. Alina solamente recibió permiso para realizar una llamada de 1 minuto y desconocía los cargos en su contra, cuenta Elena.

Alina y AnthonyFoto del archivo personal

Impotencia y desamparo

Ese mismo día, la madre de Alina comenzó a recibir llamadas desconocidas exigiéndole que envíe 4.000 dólares para que su hija recupere la libertad.

Dudosa de si se trataba de algún engaño, devolvió la llamada y fue atendida por un centro de atención telefónica, pero no pudo comprender nada ya que no habla inglés. En cualquier caso, asegura, incluso esa suma estaba fuera de su alcance.

Finalmente, dos días después Alina fue puesta en libertad y en este momento aguarda el juicio en un hotel local. Mientras tanto, Anthony bloqueó todo contacto con su mujer y sus familiares y tampoco levanta el teléfono al llamarlo de un número desconocido.

De acuerdo con Elena, un conocido de su yerno se comunicó con los amigos de Alina en Nueva York para expresar que «será mejor si ella se declara mentalmente inestable».

Y añade: «No sé de qué manera podría ser mejor para ella, pero para él, probablemente le facilite pedir el divorcio».

«Actualmente estoy en ‘shock’, no sé qué hacer, cómo ayudar a mi hija», confiesa la mujer. Y concluye: «Estamos totalmente desamparadas«.

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