Fuente: La Jornada Ángel guerra Cabrera 11.04.21
Un gobierno de Arauz, nos dice Javier Tolcacher en sustancioso artículo, se sumará al bloque progresista, cuyo eje central son Alberto Fernández, Andrés Manuel López Obrador y Luis Arce, presidentes de Argentina, México y Bolivia (éste, bisagra hacia los países del ALBA-TCP) y constituirá un factor de paz y de autodeterminación de los pueblos en la región. Resumo a Tolcacher:
Son bien conocidos los artilugios del asesor de campaña de Lasso, Jaime Durán Barba, cuya hoja de servicios habla de los intereses a los que sirve. Su estrategia habitual es pretender disfrazar lo antipopular de popular, ocultando las reales intenciones políticas de sus mandantes mediante lemas vacíos. Lasso, como Macri, es el intento de regresar 30 años, de volver a los 90, de ampliar los negociados privados desde la administración pública, enajenando recursos que pertenecen al común.
La cara del progresismo es joven, representa un símbolo de recambio y renovación de la Revolución Ciudadana, liderada por el ex presidente Rafael Correa, proscrito por medio de la persecución y una viciada condena judicial, en el mismo estilo del montaje contra el ex presidente brasileño Lula da Silva. Estos procesos cuentan invariablemente con el asesoramiento del Departamento de Justicia estadunidense, cuyo objetivo es impedir la elección de líderes populares renuentes a obedecer los mandatos neocoloniales del norte.
Lasso representa una sumisión directa a la dominación estadunidense; significa Grupo de Lima, agresión contra Venezuela, contra Cuba, asociación con el criminal gobierno colombiano, alejamiento de la soberanía y de la integración regional con sentido social (https://cutt.ly/mc920Uc).
Punto final
Dieciocho candidatos, el voto magro y disperso y la izquierda dividida marcan la primera vuelta electoral hoy en Perú.
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