Dossier: El asesinato de Qasem Soleimani

Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/el-asesinato-de-qasem-soleimani-dossier                                                                                                     Derek Davidson                                                                                                         Jefferson Morley                                                                                                         Matthew Hoh                                                                                                           05/01/2020

El asesinato de Qassem Soleimani: ¿Donald Trump quiere una guerra con Irán?

Derek Davison

Todo lo que Donald Trump ha hecho desde que asumió el cargo ha aproximado a Estados Unidos a una guerra con Irán. El asesinato de Qassem Soleimani lleva a Estados Unidos un paso más allá por ese camino catastrófico.

Permítanme ofrecerles esta observación general a los tres días del nuevo año: 2020 no pierde el tiempo. Turquía esta a punto de enviar soldados a Libia [1]. Corea del Norte dice estar planeando hacer algo grande y provocativo [2]. Los líderes del sur de Yemen se han retirado de las conversaciones de paz con el gobierno yemení, posiblemente para reabrir ese frente en la guerra de Yemen. Los talibanes estarían a punto de declarar un alto el fuego en Afganistán [3]. . . o, quizás, tal vez no [4]. Australia se está volviendo rápidamente inhabitable [5], mientras que su primer ministro, que niega el cambio climático, simplemente se sienta y observa [6].

Y, ahora, Donald Trump puede haber comenzado finalmente una guerra real con Irán.

La historia, que comenzó el jueves por la noche con informes incompletos sobre uno o posiblemente dos ataques con misiles cerca del aeropuerto de Bagdad, ha confirmado que Estados Unidos mató al comandante iraní de la Fuerza Quds Qassem Soleimani en Bagdad. En el mismo ataque con aviones no tripulados, según los informes, Estados Unidos también mató a Abu Mahdi al-Muhandis, el líder adjunto del Comité de Movilización Popular (PMC) de Iraq, que es el organismo que supervisa la miríada de facciones de milicias chiíes de Iraq. Aunque técnicamente era el jefe adjunto del PMC, al-Muhandis también era el dirigente de la milicia posiblemente más influyente de Irak, Kataib Hezbollah, lo que le convertía en la figura más poderosa de las milicias iraquíes. Su muerte supone una gran escalada en la última crisis política de Iraq, que analizaremos. Pero obviamente su muerte, y sus repercusiones, han sido totalmente eclipsadas por la de Soleimani.

Si ha estado al día de los últimos acontecimientos en los últimos meses, sabe que Irak ha estado al borde del caos más completo, ya que las calles se han llenado de manifestantes indignados por la corrupción, la ineficacia del gobierno y la influencia extranjera (principalmente de Teherán) que exigen un cambio político completo. La respuesta violenta del gobierno iraquí, probablemente encabezada por las Milicias de Movilización Popular, ha provocado la muerte de cientos de personas y finalmente ha forzado la renuncia del primer ministro iraquí Adil Abdul-Mahdi. Pero la política iraquí es tan caótica que Abdul-Mahdi permanece en el cargo como primer ministro interino porque los líderes políticos iraquíes no han podido acordar un sustituto. Ese es el contexto, al menos parcial, en el que se han producido los recientes acontecimientos.

Paralelamente al colapso político de Irak, el país ha experimentado una escalada de violencia con la involucración de las milicias. Eso (probablemente) incluye el asesinato de manifestantes, pero también ataques esporádicos de cohetes contra bases militares iraquíes donde están estacionadas las fuerzas estadounidenses, y también incluye ataques aéreos esporádicos, no atribuidos pero probablemente llevados a cabo por Israel (y / o Arabia Saudi, pero probablemente Israel), a bases de las milicias y los arsenales escondidos de armas. Los líderes de las milicias han culpado a Estados Unidos de ayudar o, al menos, permitir estos ataques.

El último elemento de este contexto es la creciente tensión entre Estados Unidos e Irán desde que la administración Trump rompió el acuerdo nuclear con Irán de 2015 el año pasado, lo que ya ha provocado varios incidentes violentos en y alrededor del Golfo Pérsico. Sería imposible recapitular toda esa saga aquí, pero la clave a recordar es que la inestabilidad de esa región en los últimos meses se deriva de la decisión de la administración Trump de denunciar un acuerdo internacional que a) estaba funcionando y b) ofrecía un camino fácil para reducir las tensiones entre Estados Unidos e Irán y estabilizar el Golfo Pérsico.

Eso nos lleva al 27 de diciembre, cuando uno de esos ataques esporádicos con cohetes alcanzó una base militar iraquí en Kirkuk y mató a un contratista civil estadounidense e hirió a varios empleados estadounidenses e iraquíes. «Contratista civil» puede significar cualquier cosa, desde un empleado de oficina hasta un oficial de seguridad mercenario que no había participado en combate, que yo sepa, pero independientemente de lo que fuera el ciudadano estadounidense asesinado, Estados Unidos determinó que Kata’ib Hezbollah – que fue fundada en 2003 y se convirtió en una de las principales milicias que resistieron la ocupación estadounidense de la posguerra en Irak, y que envió combatientes para ayudar a Bashar al-Assad en Siria-, estuvo detrás del ataque. Y entonces tomó represalias, atacando a cinco objetivos de Kataib Hezbollah en Irak y Siria durante el fin de semana. Kataib Hezbollah dijo que al menos veinticuatro de sus miembros murieron en los ataques, y al-Muhandis prometió algún tipo de respuesta.

La respuesta inicial llegó el lunes por parte del gobierno iraquí, que condenó indignado los ataques estadounidenses como una violación de la soberanía iraquí. Detrás de esa condena hay un temor iraquí profundo y muy comprensible de que cualquier guerra entre Estados Unidos e Irán (y sus aliados locales) probablemente afecte más a Irak que a cualquier otro estado. El gobierno de los Estados Unidos desestimó las quejas de los iraquíes con una propia, acusando al gobierno iraquí de no proteger a su personal.

La mayor respuesta se produjo durante todo el lunes y luego el martes, cuando una multitud de combatientes y partidarios de Kataib Hezbollah irrumpieron en la embajada de Estados Unidos en Bagdad. Encendieron focos de fuego, pero la seguridad les impidió entrar en el complejo. Quizás lo más importante es que dos dirigentes importantes en la política iraquí, el clérigo populista Muqtada al-Sadr y el gran ayatolá Ali al-Sistani, se unieron a la multitud en la condena del ataque estadounidense. Al-Sadr pidió a los manifestantes que dejasen de atacar la embajada y aseguró que usaría medios políticos para tratar de obligar a Estados Unidos a salir de Irak. Ni al-Sadr ni al-Sistani podrían ser descritos como «pro-estadounidenses», pero ambos habían estado mucho más preocupados por la interferencia iraní en los asuntos iraquíes en los últimos meses. Esos ataques aéreos estadounidenses parecen haber cambiado su actitud.

Ahora Estados Unidos ha asesinado a al-Muhandis y a Soleimani, una de las personalidades más poderosas y populares de Irán, que había perdido parte de su fama en los últimos años, pero que todavía era una de las dos o tres personas cuya influencia dentro Irán solo es eclipsada por el líder supremo, el ayatolá Ali Khamenei. Obviamente, es demasiado pronto para saber cuáles serán las consecuencias, pero es inconcebible que el gobierno iraní no tome represalias de alguna manera, aunque las represalias no tienen porque tomar la forma de una guerra a gran escala. Sus aliados en toda la región, desde Pakistán hasta Líbano e Israel-Palestina, pueden llevar a cabo muchos ataques de represalia contra los intereses de Estados Unidos y sus aliados.

También es inconcebible que el gobierno iraquí simplemente permita que esto suceda sin más. Dejando a un lado la dependencia política de Bagdad de Teherán, esta es la segunda vez en cuestión de días que Estados Unidos ha ignorado la soberanía iraquí, y esta vez ha resultado en el asesinato de un funcionario iraquí de alto rango y de un alto cargo militar iraní cuya seguridad estaba garantizada por las autoridades iraquíes. Hay muchas posibilidades de que el gobierno iraquí exija que las tropas y asesores militares de EEUU abandonen completamente el país. Y si la seguridad del personal diplomático y sus familias en la embajada de EEUU en Bagdad estaba en peligro antes, ese riesgo se ha incrementado considerablemente.

También debe enfatizarse que lo que venga después será responsabilidad de un presidente de los Estados Unidos que dice estar en contra de las guerras, que entiende lo increíblemente estúpida y vengativa fue la Guerra de Irak, pero que puede haber provocado un conflicto aún más catastrófico. Todo lo que ha hecho desde que asumió el cargo ha aproximado a los Estados Unidos a la guerra con Irán, para satisfacción de un establishment de política exterior en Washington que ha estado persiguiendo ese objetivo durante más de cuarenta años.

No hay la menor duda de que, como reiteró una y otra vez el desfile de supuestos expertos en mi TV la noche pasada, no mucha gente fuera de Irán y unos cuantos lugares de Medio Oriente lamentarán el fallecimiento de Soleimani. Pero su asesinato no es, como Donald Trump seguramente reclamará en las próximas horas, un éxito espectacular del poderío militar estadounidense. Soleimani no estaba escondido como Osama bin Laden o Abu Bakr al-Baghdadi. Matarlo fue relativamente fácil, pero también fue extremadamente estúpido. Soleimani se ha convertido en un mártir del acoso estadounidense, y su asesinato casi seguramente hará que Medio Oriente sea menos seguro.

Notas:

(1) https://www.nytimes.com/2020/01/02/world/europe/erdogan-turkey-libya.html

(2)https://eu.usatoday.com/story/news/world/2019/12/31/north-korea-kim-jong-un-shocking-actual-action-us/2787983001/

(3)https://www.washingtonpost.com/world/asia_pacific/conflicting-reports-over-a-taliban-truce-offer-afghans-the-first-chance-for-a-glimpse-of-peace-since-a-2018-cease-fire/2020/01/01/826af6d8-2bea-11ea-bffe-020c88b3f120_story.html

(4)https://www.aljazeera.com/news/2020/01/taliban-attacks-kill-20-afghan-security-forces-200101133724551.html

(5)https://choice.npr.org/index.html?origin=https://www.npr.org/2020/01/02/793005940/bushfires-in-australia-may-get-even-worse-with-horrible-day-on-horizon

Fuente: https://www.jacobinmag.com/2020/01/iran-united-states-drone-strike-qassem-soleimani-death

Traducción: Enrique García

El Mosad señaló el blanco, Trump apretó el gatillo

Jefferson Morley

El pasado octubre, Yossi Cohen, jefe del Mosad israelí, habló abiertamente de asesinar al general iraní Qasem Soleimani, jefe de la fuerza de élite Al Quds del cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán.

“Sabe él muy bien que su asesinato no es imposible”, declaró Cohen en una entrevista. Soleimani se había jactado de que Israel había tratado de asesinarlo en 2006 y había fracasado.

“Con el debido respeto a su bravata”, afirmó Cohen, “todavía no ha cometido necesariamente el error que le pondría en la prestigiosa lista de los objetivos de asesinato del Mosad”.

“¿Está Israel señalando como blanco al máximo general de Irán para asesinarlo?” preguntaba yo el 24 de octubre. El jueves [2 de enero], Soleimani fue asesinado en un ataque aéreo ordenado por el presidente Trump.

El convoy de Soleimani fue alcanzado por misiles norteamericanos mientras abandonaba el aeropuerto de Bagdad entre manifestaciones anti-iraníes y antinorteamericanas en Irak. Los partidarios de la milicia respaldada por Irak  habían convenido en retirarse del complejo diplomático norteamericano a cambio de la promesa de que el gobierno permitiría una votación parlamentaria sobre la expulsión de 5.000 soldados norteamericanos del país.

El Pentágono confirmó la operación militar, que se produjo “por indicación del presidente” y estaba “destinada a disuadir de futuros planes de ataque iraníes”. El Pentágono afirmó en un comunicado que el general Soleimani estaba “desarrollando activamente planes para atacar a diplomáticos norteamericanos y militares norteamericanos en Irak y a lo largo y ancho de la región”.

El primer ministro israelí, Bibi Netanyahu, encausado por acusaciones delictivas, fue el primer y único dirigente nacional en apoyar la acción de Trump, al tiempo que afirmaba que Trump actuó enteramete por su cuenta.

“Igual que Israel tiene derecho a la defense propia, los Estados unidos tienen exactamente el mismo derecho”,   declaró Netanyahu en Grecia a los periodistas. “Qasem Soleimani es responsable de la muerte de muchos ciudadanos norteamericanos y de otros inocentes, y planeaba más ataques”.

El presidente iraní, Hassan Rouhani prometió represalias por la muerte del general, tuiteando que “Irán se vengará de este crimen atroz”.

Un enemigo capaz

Soleimani era el enemigo más capaz de los Estados Unidos e Israel en la región. Como jefe de la fuerza Al Quds, Soleimani fue el cerebro de la estrategia de guerra asimétrica de Irán, utilizando fuerzas por delegación para desangrar a los enemigos de Irán, a la vez que preservaba la capacidad del gobierno para negar plausiblemente su implicación.

Tras las invasiones norteamericanas de Irak, financió y entrenó a las milicias antinorteamericanas que lanzaron ataques de bajo perfil contra las fuerzas de ocupación norteamericanas, matando hasta 600 soldados norteamericanos y generando presiones para la retirada norteamericana.

En años recientes, Soleimani dirigió con éxito dos operaciones militares iraníes: la campala para expulsar al ISIS del oeste de Irak en 2015 y la campaña para aplastar a las fuerzas yijadistas opuestas a Bashar El Asad en Siria. Los Estados Unidos e Israel denunciaron el papel de Irán en ambas operaciones, pero no pudieron impedir que Irán proclamara su victoria.

Soleimani había asumido un papel dirigente en la política iraquí el año pasado. La campaña contra el ISIS dependía de las milicias iraquíes, a las que apoyaban los iraníes con dinero, armas y entrenamiento. Tras la derrota del ISIS, estas milicias mantuvieron un papel destacado en Irak que molestó a muchos, lo que condujo a manifestaciones y disturbios. Soleimani intentaba estabilizar el gobierno y canalizar las protestas contra los Estados Unidos cuando le mataron.

En ese mismo periodo, Israel llevó a cabo su programa de asesinatos de objetivos. En la última década, el Mosad ha asesinado al menos cinco científicos nucleares iraníes, de acuerdo con el periodista israelí Ronen Bergman, en un esfuerzo por desbaratar el programa nuclear de Irán. Yossi Melman, otro periodista israelí, afirma que el Mosad ha asesinado a 60-70 enemigos fuera de sus fronteras desde su fundación en 1947, aunque ninguna de ellos tan destacado como Soleimani.

Israel comenzó también a atacar el pasado año a las milicias respaldadas por Irán. Los Estados Unidos hicieron lo propio el 29 de diciembre, matando a 19 combatientes y provocando las manifestaciones antiraníes de hace un mes.

Ahora el asesinato de Soleimani promote más turbulencia, si es que no hay guerra abierta. La idea de que va a disuadir de nuevos ataques iraníes es una insensatez.

“Esto no significa la guerra”, ha escrito el antiguo funcionario del Departamento de Defensa, Andrew Exum, “No llevará a la guerra y no plantea riesgo de guerra. Nada de eso. Es la guerra”.​

El diario kuwaití  Al-Jarida informó hace un año de que Washington había dado a Israel luz verde para asesinar a SoleimaniAl-Jarida, que en los últimos ha años ha publicado noticias de Israel en exclusiva, citó una fuente de Jerusalén que declaró que “hay acuerdo entre norteamericanos e israelíes” en que Soleimani representa una “amenaza a los intereses de los dos países en la región”. En el mundo árabe se asume de modo general que el periódico se usa como plataforma israelí para transmitir mensajes a otros países del mundo árabe.

Trump ha cumplido ahora los deseos del Mosad. Después de proclamar su intenció de concluir las “estúpidas guerras inacabables” , el presidente le ha declarado de hecho la guerra al mayor país de la región en solidaridad con Israel, el país más impopular de Oriente Medio.

Nota: Este artículo se ha publicado previamente en TheDeepStateBlog, bitácora del autor.

Fuente: https://deepstateblog.org/2020/01/03/after-mossad-targeted-soleimani-trump-pulled-the-trigger/

Traducción: Lucas Antón

El asesinato del general Soleimani: ¡Ave, Marte! ¡Ave, Plutón!

Matthew Hoh

Si es verdad que los Estados Unidos han asesinado ayer en Irak al general Qasam Soleimani, comandante de las fuerzas iraníes de Al Quds, algo todavía por confirmar por parte de los iraníes en el momento de escribir esto, entonces no hay hipérbole o exageración lo bastante grande para condensar lo que puede sucederle a millones de familias. El equivalente de matar al general   Soleimani sería que los iraníes asesinaran al general Richard Clarke, general de cuatro estrellas de los Estados Unidos a cargo de todas las operaciones especiales norteamericanas, pero sólo si Clarke tuviera la nombradía de Colin Powell y la competencia de Dwight Eisenhower. Aquellos iraníes, en el gobierno y en la sociedad civil, que quieren moderación, reducción de la tensión y diálogo encontrarán difícil argumentar en contra de represalias. Después de los veinte años que Irán lleva soportando un insulto tras otro, una provocación tras otra, un ataque tras otro, encuentro difícil creer que haya muchas Barbara Lee [veterana congresista afroamericana por California y figura destacada del movimiento antibelicista] en la Asamblea Consultiva Islámica.

Un joven mejor y más brillante que quienes le enviaron a Irak para formar parte de mi mando, preguntaba ayer tarde:

“Asumamos pues que Soleimani sea responsable de la incursión en la embajada del día 27. ¿Cuál sería la respuesta adecuada? Creo que habría grandes razones para hablar con los iraníes y empezar desde una perspectiva de 0-0”.

Esto es lo que nos prometen en cada ciclo electoral los dos partidos de la guerra: un liderazgo reflexivo, sabio y juicioso, que sepa reconocer el abismo y no irse de cabeza a él.

Imaginemos que el presidente Trump se dirigiera al Congreso y al pueblo norteamericano diciendo: “Entiendo el peligro en que nos encontramos, respeto los agravios de Irán y les pido que respeten los nuestros, voy a Teherán a reunirme con el presidente Rhouhani. He visto lo que provocaron Bush y Obama, y yo actuaré de modo distinto”. Y qué tal si les dijera a todo miembro del Congreso o de los medio que le criticara que se levantara y ofreciera lo que habían sacrificado en los últimos veinte años? ¿No lograría esa clase de liderazgo que le reeligieran? ¿Habría un cómputo de los cuerpos, mentes y almas salvadas? Sí, una fantasía mía de altas horas de la noche, impulsada por la eterna esperanza de los fantasmas que no perdonan, demasiados, de estas guerras, pero esperanza parece ser todo lo que ahora mismo tenemos.

Hace dos mil años se habría sacrificado en Roma un toro en el Templo de Marte para aplacar y apelar al Dios de la Guerra. Este fin de semana en el D.C. [Distrito de Columbia], así como con toda seguridad en Tel Aviv, y muy posiblemente en Londres, se abrirán los vinos y licores más exquisitos, sin cuidado aparente de que el sacrificio requerido no se mida en un solo animal sino en millones de humanos muertos y destruidos.

En Roma rendían culto a Plutón como Dios del Inframundo y de la Muerte. Convenientemente, Plutón era también Dios del Dinero y la Riqueza. En estos tiempos parece que ni Marte ni Plutón parecen saciarse con las formas corporales y espirituales de los muertos. Si sacamos a Lincoln y a Jefferson del DC [Distrito de Columbia] y elevamos a su lugar a Marte y Plutón, dudo que se satisfagan los apetitos de Marte y Plutón, pero al menos estaríamos honrando a quienes servimos.

Fuente: https://www.counterpunch.org/2020/01/03/the-killing-of-general-soleimani…

Traducción: Lucas Antón

es un analista de relaciones internacionales, especializado en la política exterior de EEUU en Oriente Medio.
autor de The Ghost: The Secret Life of CIA Spymaster James Jesus Angleton, es director de la bitácora digital The Deep State y miembro asimismo del Truth & Reconciliation Committee, fundado para reabrir las investigaciones sobre los asesinatos de John F. Kennedy, Martin Luther King, Robert F. Kennedy y Malcolm X.
es miembro de la junta asesora de Expose Facts, Veterans For Peace and World Beyond War. En 2009 dimitió de su puesto en el Departamento de Estado en Afganistán en protesta por el recrudecimiento del conflicto afgano por parte de la administración Obama. Previamente estuvo en Irak con un equipo del Departamento de Estado y con el cuerpo de Marines. Es miembro veterano del Center for International Policy.

Fuente:

AAVV

Traducción:AAVV

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