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Diccionario político de la pugna por la Presidencia en Colombia
Perfiles analíticos de los 23 candidatos y precandidatos en 2022.
Colombia se debate por estos días en medio de un complejo panorama político electoral, en el que confluyen centenares de aspirantes al Congreso de la República, pero, también, 23 candidatos presidenciales, 15 de los cuales son precandidatos inscritos dentro de las consultas de tres coaliciones de partidos, que obran a manera de primarias para seleccionar, este domingo 13 de marzo de 2022, el aspirante definitivo de cada una de ellas.
Las coaliciones son Pacto Histórico (progresismo e izquierda), Centro Esperanza y Equipo por Colombia (derecha). Los otros 8 aspirantes, varios de ellos de extrema derecha, no participan en las consultas.
Luego del 13 de marzo, la puja electoral empezará a decantarse. Pero todo indica que serán diez candidatos del centro, la derecha y la extrema derecha contra la posibilidad del cambio que anhela la mayoría del pueblo colombiano representada por Gustavo Petro y el Cambio Histórico.
De esa magnitud es el reto que le esperan a Petro y al Pacto.
Los partidos y facciones del establecimiento oligárquico entraron hace rato en pánico por el cambio histórico que se avecina, en tanto que el entusiasmo y las expectativas del campo alternativo y de izquierda se multiplican e inundan el ambiente político nacional e, incluso, el internacional.
Es indudable que la figura de Petro y la experiencia política que se expresa en el Pacto Histórico constituyen un factor subjetivo de enorme significación, que puede empezar a voltear la historia de nuestra martirizada Colombia e iniciar el camino de las transformaciones represadas por más de 200 años de regímenes oligárquicos promotores de la desigualdad y la violencia.
Uno por uno
Haremos a continuación una rápida radiografía del espectro de las 15 precandidaturas y de las 8 candidaturas presidenciales, a manera de diccionario, en orden alfabético y con breves caracterizaciones de los participantes:
Amaya, Carlos (37 años). Opaca figura de los tibios, ex gobernador de Boyacá, inscrito con el aval del partido Dignidad, flotador de última hora lanzado por el senador Jorge Robledo luego de que, de un momento a otro, se lo quitara la francesa Ingrid Betancur en uno de sus arranques de ira. Nada que mostrar, a no ser la bicicleta que le regaló Nairo Quintana, el ciclista, que se le adhirió contrarreloj. Estuvo enfrascado en peleas internas con sus compañeros de alianza, cuestionando sus amistades políticas y sus entramados burocráticos (como los que le develó a los hermanos Galán), pero sin mostrar los suyos.
Barguil, David (40 años). Joven fósil del Partido Conservador en el Congreso de la República, experto en excusas médicas, aunque el Consejo de Estado, alto tribunal tan godo como él, dijo para absolverlo que no se habían demostrado sus ya famosas y notables inasistencias a las sesiones del Senado. Fue uno de los defensores de la brutal represión con la que el régimen de Iván Duque respondió a los justos reclamos de la juventud en el Paro Nacional. Su designación como precandidato azul se produjo por decisión de un reducido cónclave de directivos anacrónicos del partido que ha parasitado en burocracia, clientelismo y contratos desde los albores de la República, en el Siglo XIX, hasta hoy. Uno de sus propulsores es Andrés Pastrana, expresidente venido a menos desde hace rato, dedicado en los últimos años a construir con lo más rancio de los partidos monárquicos y conservadores de España y de EE.UU. una alianza anticomunista como las que se fraguaban en la época de la Guerra Fría, soñador él del regreso al pasado.
Betancourt, Ingrid (60 años). Rayo descendiente del olimpo francés que cada cuatro años cae sobre Colombia a dar lecciones de moral y a juzgar, con su vara de hada ponzoñosa, a todo aquel que identifica como adversario en el voto de opinión para la Presidencia. Gran paradigma del oportunismo, ni corta ni perezosa dejó su poltrona en París tan pronto le dieron respiración legal a Oxígeno Verde, su grupo de los años noventa, y aterrizó para implosionar la coalición de centro a la que había prometido fidelidad. En verdad, su Santa Inquisición solo la utilizó contra Gustavo Petro y Alejandro Gaviria, pues, en un muy televisado acto de ridículo y cinismo ya memorable, ante su desconocimiento de lo que pasa en el país, recurrió nada menos que a RCN para que le dijera si los candidatos del uribismo, Cambio Radical y la U tenían maquinarias politiqueras o no. ¡Qué tal esto! Su fórmula presidencial es un coronel del Ejército colombiano.
Char, Alejandro (55 años). Magnate de la cadena de tiendas y droguerías Olímpica, con cadena de radio propia, banco y equipo de fútbol, entre otros haberes del Clan familiar. En la Alcaldía de Barranquilla y en su carrera política siempre ha estado al mando en la Costa Atlántica de Cambio Radical, uno de los partidos políticos más desprestigiados de Colombia. Sin embargo, no se inscribió por esta colectividad, sino que recaudó en tiempo récord miles de firmas con el fin de inscribirse por un grupo que bautizó País de Oportunidades. Lo hizo en la consulta de la derecha, Coalición Equipo por Colombia. Su estrategia ha consistido en esconderse de los debates y de las entrevistas cuestionadoras. Y ello, no solo por su falta de propuestas de fondo, sino por miedo a tener que responder por las gravísimas denuncias de presuntos aportes multimillonarios hechos a la campaña al Senado de su socia Aida Merlano con destino a la compra de votos. Por efectos de estas revelaciones, su candidatura está en picada dentro de la coalición a la que pertenece, muy a pesar del uribismo, que lo veía como su carta bajo la manga. Muchos dicen que ni las contrataciones fabulosas para el Atlético Junior lo salvarán de la derrota. Pero hay también quienes creen que el poder económico de su familia da para todo, pues no es la primera denuncia que pesa sobre él. Muchos hoy preguntan por el famoso contrato del tanque de agua de Barranquilla… Y, para completar, se avizora el lanzamiento de su antiguo jefe, Germán Vargas Lleras. Así que todo indica que la aspiración de Alejandro Char se quedó en veremos. Aunque los cuestionados candidatos de Cambio Radical en el Atlántico a Cámara y Senado, corporación a la que aspira de nuevo su hermano, el salsero, se dan por reelegidos…
Córdoba, Germán. Presidente del partido Cambio Radical, como dijimos arriba, uno de los grupos políticos con mayores índices de desprestigio a nivel nacional y que fue la última colectividad en anunciar la inscripción de candidato a la Presidencia de la República. En realidad, se da por un hecho que la inscripción de Córdoba, con fórmula vicepresidencial incluida, es solo una “separación de cupos” para cambiarlo después de los resultados del 13 de marzo por el verdadero candidato, el godo GERMÁN VARGAS LLERAS, quien, aunque casi le da de coscorrones (como suele hacer) a uno de sus áulicos (David Luna) por haber adelantado hace semanas la intención de su jefe, todo indica que reemplazará el nombre de Córdoba por el suyo. Vargas Lleras, nieto de Carlos Lleras Restrepo, el tercer presidente del excluyente Frente Nacional (1958-1974), es en realidad la nueva carta de la derecha bogotana para tratar de contener el avance impetuoso de Gustavo Petro. Y para ello, este experto burócrata de las élites, de 60 años de edad, se cree con el recorrido para hacerlo, y seguramente se apresta a enrostrarle a la gente, como ya lo hizo en dos costosas cuñas publicitarias por televisión, que tiene “las ejecutorias” para ello, pero, obviamente, sin mencionar sus estruendosos fracasos con varios de los puentes de la costosísima infraestructura vial que tuvo a cargo en el gobierno de Juan Manuel Santos, del que fue vicepresidente, y varios de los cuales se cayeron, sin que hasta el momento los daños económicos derivados de esos hechos hayan sido resarcidos. Ya en los comicios presidenciales de 2014 Vargas Lleras fue estruendosamente derrotado por Petro. Y aunque en este 2022 esperará seguramente ser el punto de unión de toda la derecha en segunda vuelta, no la tiene nada fácil, porque la correlación de fuerzas ha cambiado sustancialmente, y la división del centro y la derecha en nueve candidatos le hará más difícil su propósito y podría contribuir al triunfo de Petro en primera vuelta, como lo ha trazado ya la Coalición Pacto Histórico.
Fajardo, Sergio (65 años). Monotemático político recitador de ideas sobre la educación, discurso con el que responde todo lo que preguntan, una ardid que esconde su falta de estudio a fondo de los problemas del país. Por el lío de Hidroituango perdió la batalla frente al alcalde de Medellín. Se inscribió en la consulta de la Coalición Centro Esperanza con el aval de la Alianza Social Independiente, ASI, un grupo muy cuestionado por sus procederes clientelistas y politiqueros, que desdicen de la prédica de Fajardo, quien, igual que otros, se presenta como el impoluto y único honesto de la clase política criolla.
Galán, Juan Manuel (49 años). Beneficiario del legado de Luis Carlos Galán Sarmiento, hace parte también de la Coalición Centro Esperanza. En un rápido pugilato intergrupal, maniobró con innegables dotes de manzanillo para sacar del ring al senador Rodrigo Lara y, aprovechando el restablecimiento de la personería jurídica del partido fundado por su padre, el Nuevo Liberalismo, inscribir su precandidatura presidencial. Ha sido senador del famélico Partido Liberal Colombiano y su hermano Carlos Fernando, concejal de Bogotá y dirigente nacional del descompuesto partido Cambio Radical. Los dos jóvenes políticos medran a la sombra de la memoria de Galán. Y en su momento no se les dio nada hacer parte de camarillas politiqueras que nada tenían que ver con la lucha de su padre, como las de Germán Vargas Lleras y César Gaviria. En la campaña, Juan Manuel Galán ha sido megáfono de las mismas mentiras propaladas por otros candidatos presidenciales de la derecha contra Gustavo Petro, y cree que un triunfo de la izquierda en las elecciones es una amenaza contra la democracia. Tan joven y tan reaccionario, don Juan Manuel…
Gaviria, Alejandro (55 años). Exministro de Salud de Juan Manuel Santos y ex rector de la elitista Universidad de los Andes, comenzó como posible candidato del Partido Liberal de César Gaviria, pero decidió sumarse a la Coalición Centro Esperanza y se inscribió con el aval del movimiento Colombia Tiene Futuro en esa alianza, en la que ahora los otros cuatro precandidatos le hacen el feo porque regresó a los contactos con el liberalismo y recibe adhesiones de la clase política tradicional. Entre sus propuestas se encuentra el incremento de la edad para pensionarse (¿más?) y es de los que cree que la Colombia de hoy es una “democracia”, sin decir ni mu sobre el régimen represivo imperante en Colombia, autoritario y antidemocrático.
Gómez Martínez, Enrique (52 años). Heredero de la personería jurídica del Movimiento de Salvación Nacional, fundado por su tío, el senador Álvaro Gómez Hurtado. Aprovecha la oportunidad para irrigar el veneno típico de la ultraderecha goda, esa que lideró su abuelo, el tristemente recordado Laureano Gómez Castro, uno de los actores impunes de la oscura y tenebrosa época de La Violencia en Colombia (años cuarenta y cincuenta del Siglo XX). Se suma a la lista de los candidatos de derecha y extrema derecha cuya única misión estratégica es oponerse a la urgente necesidad de cambios estructurales en Colombia. No participa en coaliciones.
Gutiérrez, Federico (47 años). Ex alcalde de Medellín al que le apuestan no pocos sectores de la derecha y la extrema derecha uribista en la consulta presidencial, pues lo ven como su carta para los comicios del 29 de mayo. Quiere aparecer como tecnócrata, aunque ni para eso le alcanza. Conocedor del lastre terrible del uribismo, se inscribió en la coalición de la derecha (Equipo por Colombia) con el aval de Creemos Colombia, aunque se sabe que añora el respaldo del señor del Ubérrimo. Su campaña se ha limitado a atacar a Gustavo Petro, sin responder por su gestión en la Alcaldía de Medellín. Gris personaje del establecimiento, que puede resultar otro fusible si emerge la urgencia de nuevos acuerdos de la derecha para evitar el desastre electoral que se prevé para el campo del establecimiento oligárquico.
Hernández Rodolfo (76 años). Grotesco personaje de la ultraderecha colombiana, admirador del criminal Adolfo Hitler, basa su campaña en críticas a la corrupción, aunque él mismo tiene investigaciones encima derivadas del tiempo en que fue alcalde de Bucaramanga. Se fundamenta en la ramplonería y en el trato soez frente a cualquier crítica ciudadana. Pero es ese comportamiento amenazante, de insultos y bofetadas el que más les gusta a algunos sectores atrasados de la población, inmersos en la subcultura de “la ley del más fuerte y el más macho”. Su desconocimiento del país es abrumador, hasta el punto de que no sabe cuáles son los departamentos de la Colombia que aspira a gobernar. Dice que no irá a plaza pública y que se limitará a las redes sociales. Aparte de Hitler, al parecer se mira en los espejos de personajes como Trump, Bolsonaro, Bukele y Uribe, a quien le agradece su amistad, porque cree que el autoritarismo dictatorial será su norte. Se inscribió como aspirante de la Liga de Gobernantes contra la Corrupción y no participa de coaliciones.
Lizarazo, Aydee (57 años). Desconocida pastora del movimiento cristiano Mira, partido político religioso que instrumentaliza las lealtades de iglesia y que se ha convertido en otra estructura del partidismo oligárquico colombiano. Hace parte del oscuro gobierno de Iván Duque y votó a favor de la represión que éste desató contra el pueblo en el Paro Nacional de 2021. Compite sin ninguna opción en la Coalición Equipo por Colombia.
Márquez, Francia (39 años). Premio nobel alternativo del medio ambiente (Premio Goldman Prize de 2018) por sus luchas en contra de la minería ilegal y en defensa de las comunidades ancestrales del departamento del Cauca, de donde es oriunda (municipio de Suárez). Fue representante del Consejo Comunitario de La Toma. En la campaña electoral su aceptación ha crecido entre sectores alternativos y juveniles por sus posiciones críticas frente al establecimiento y en relación con reclamos de equidad de género y étnico. Coincide con Petro en la necesidad de sacar al país de la economía dependiente de la explotación del carbón y del petróleo. Inscribió su candidatura en la Consulta del Pacto Histórico con el aval del Polo Democrático Alternativo, partido que se ha mostrado muy activo en el respaldo a su campaña.
Murillo, Luis Gilberto (55 años). Ex ministro del Medio Ambiente de Juan Manuel Santos, fue también gobernador del departamento del Chocó en dos ocasiones, la segunda de ellas con el aval de nadie menos que del partido Cambio Radical… Inscribió su candidatura a la Presidencia de la República en 2022 con aval del movimiento Colombia Renaciente, luego de que en la Coalición Centro Esperanza le interpusieran obstáculos para su inclusión en esa consulta, como fue su solicitud en primera instancia. Es ingeniero de Minas con estudios cursados en Moscú. No se le augura una votación promisoria, y probablemente termine del lado del candidato que surja de la consulta del centro político, a pesar de todo lo ocurrido.
Peñalosa, Enrique (67 años). Ex alcalde de Bogotá que en vez de dar continuidad a los estudios del metro para una metrópoli de casi diez millones de habitantes como es la capital del país, engavetó los estudios del sistema subterráneo y se la jugó por llenar de buses y terminales la ciudad. Satisfacía así el meganegocio de los monopolios del transporte y los neumáticos y contribuía a romper la arquitectura vial de la ciudad. Además, enamorado del cemento, convirtió parques llenos de frondosos árboles en plazas de adoquines y piedras. Hace parte de la rancia oligarquía santafereña que se cree de “mejor familia” y posa de adalid de la anticorrupción. Pero eso sí, ante la falta de seguidores y de voluntad política, en vez de recoger firmas para inscribir su candidatura, recurrió a otro de los partidos politiqueros y clientelistas más desprestigiados del país, el Partido de la U. Ahí le quedó la coherencia… Del discurso a los hechos hay mucho trecho. Hace parte de la Coalición Equipo por Colombia, en la que guardó total silencio frente a las graves denuncias formuladas por Aída Merlano contra su compañero de alianza, Alejandro Char. Peñalosa es otro político de la élite que mangonea al país que llega al final de su carrera política untado de lo que tanto criticaba.
Pérez, Luis (70 años). Alcalde de Medellín en 2002, cuando se llevó a cabo por parte del gobierno de Álvaro Uribe la nefasta Operación Orión en la Comuna 13 de Medellín, que derivó en una masacre y en violación masiva de derechos humanos, hechos que permanecen en la impunidad. Pérez hace parte de las viejas estructuras politiqueras y clientelistas del Partido Liberal que se han turnado los mandatos con otros toldos de la oligarquía tradicional, sin afectar el mangoneo del uribismo en Medellín y en Antioquia, departamento del cual Pérez fue también gobernador. Además, siempre ha fungido como mandadero de César Gaviria Trujillo, el jefe del viejo liberalismo. Inscribió su candidatura por firmas.
Petro, Gustavo (61 años). Luchador contra el paramilitarismo y la corrupción en Colombia. A él se debe, en gran medida, el destape en el Congreso de la República, cuando fue representante a la Cámara, de las más importantes denuncias por la connivencia de políticos, agentes del Estado y Álvaro Uribe con el paramilitarismo. Son memorables sus debates sobre estos fenómenos, especialmente el del caso de Eudaldo Díaz, alcalde de El Roble, Sucre (perteneciente al movimiento Vía Alterna, el movimiento político de Petro en la época), asesinado luego de que denunciara en un consejo comunitario presidido por Uribe las amenazas recibidas de los paramilitares de la zona. Otro caso memorable es el de sus denuncias contra el Cartel de la Contratación en Bogotá. Economista, amplio conocedor y difusor de la historia de Colombia, la que explica en las plazas que colma con multitudes, Petro formula propuestas audaces, innovadoras en procura de su objetivo estratégico: que Colombia sea potencia mundial de la vida, lo cual implica descarbonizar la economía, frenar la dependencia del petróleo, conservar el medio ambiente y efectuar reformas fundamentales en salud, educación y empleo, para lo cual se la jugó con listas cerradas al Congreso en todo el país, pues solo con mayoría en el Legislativo podría llevar adelante sus iniciativas. Llama la atención su propuesta de construcción de una gigantesca red férrea para unir a Buenaventura con los puertos del Atlántico, y su ataque frontal al hambre que ensombrece hoy la coyuntura de Colombia. Se le critica su acercamiento con personajes de la política liberal como César Gaviria y sus desenfoques en la caracterización negativa de los procesos políticos de la República Bolivariana de Venezuela y de Nicaragua, aunque ha anticipado que en su mandato reanudará relaciones con la patria de Bolívar. Sus denuncias sobre el robo por parte del títere de EE.UU. Juan Guaidó de la empresa Monómeros Colombo-Venezolanos, regalada por Iván Duque al agente del imperio gringo en desarrollo de la nefasta política exterior del régimen uribista, ha sido esclarecedora. Petro lidera todas las encuestas, empezando por las de su Coalición Pacto Histórico. Se inscribió con el aval de Colombia Humana-UP.
Robledo, Jorge (72 años). Durante varios períodos, congresista del Moir, un partido de origen maoísta que nació en 1960 y que a lo largo de los tiempos se ha ido desplazando hacia la centro-derecha y se ha caracterizado por su obsesión de dividir todo espacio político en el que participa. Así ocurrió en los años setenta del Siglo XX con la Unión Nacional de Oposición, UNO, y con la Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia, Cstc, organizaciones a las que dividió con encono, comportamiento que se refleja en la actualidad como su sino histórico. Robledo fue elegido congresista en representación del Polo Democrático Alternativo, federación de partidos y grupos de izquierda y de centro fundado en 2005 que fue escindido por petición, de nuevo, del Moir, que procedió a fundar el partido Dignidad, con el aval del cual Robledo inscribió su precandidatura en la Coalición Centro Esperanza. La división, pues, ha sido la norma de conducta de este extraño agrupamiento que antes se creía de izquierda, y ahora se limita a defender al empresariado nacional y a cuestionar los TLC, abriendo espacio a algunas pocas figuras de lo que denominan “la burguesía nacional” con las cuales diseña alianzas, que presenta como si fueran pomposos frentes amplios. Recientemente, Robledo sorprendió respondiendo en un debate televisivo que en Colombia si había democracia. Olvidó el congresista los más de 80 jóvenes asesinados por la represión ordenada por el régimen de Iván Duque en el Paro Nacional, o los 6.402 falsos positivos (crímenes de Estado) cometidos por el régimen uribista, o la protuberante antidemocracia derivada de la corrupción electoral que llevó al gobierno a Duque, y un largo rosario de ejemplos. Todo indica que las elecciones del 13 de marzo marcarán un punto de inflexión para Robledo y su grupo, el otrora Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario, Moir.
Rodríguez, Jhon Milton (52 años). Aunque su candidatura fue revocada por un fallo del Consejo Nacional Electoral, luego de demanda interpuesta por un directivo del partido Colombia Justa Libres, quien argumentó procedimientos antidemocráticos en su escogencia, Rodríguez ha insistido en que su aspiración presidencial continúa. Es uno de los candidatos cristianos de extrema derecha en esta lid electoral. Su trabajo legislativo no se conoce y siempre ha estado del lado del régimen de Iván Duque. Fue de los senadores que respaldó la brutal represión del gobierno contra los manifestantes en el Paro Nacional de 2021 al negar la moción de censura al Ministro del Interior, una decisión que fue repudiada por la juventud del barrio Siloé en Cali, uno de los más golpeados por las actuaciones del gobierno entre abril y junio del año pasado. En redes circularon de manera profusa las expresiones de rechazo de jóvenes cuando Rodríguez estuvo en ese barrio haciendo proselitismo, ante lo cual fue increpado y expulsado del sector. No participa de ninguna coalición.
Romero, Camilo (45 años). Recordado por haber impulsado en Cali, en su época de estudiante de la Universidad Autónoma de Occidente, el movimiento contestatario Tienen Huevo, y por haber liderado tal vez las únicas protestas de alumnos de esa institución privada en Cali levantando reivindicaciones estudiantiles en la década de los años noventa y principios de dos mil. Fue uno de los primeros periodistas colombianos en hacer parte del cuerpo de redactores del Canal Multiestatal Telesur, con sede central en Caracas, donde orientó su Unidad Investigativa en 2006. Fue también gobernador del departamento de Nariño. En el marco de la Coalición Pacto Histórico se ha destacado por el énfasis en los asuntos relacionados con el medio ambiente y la defensa de los animales. Llegó con el aval de Verdes por el Cambio.
Saade, Alfredo. Representante de un sector importante de la población, el de los cristianos, y quien contribuye también a dejar en evidencia dentro de la Coalición Pacto Histórico la participación de la diversidad en materia de creencias. Saade ha sorprendido porque, aunque muchas de sus concepciones no compaginan con las que profesa la mayoría dentro del Pacto (en relación con asuntos como el aborto, la eutanasia, la creencia en un ser superior, el matrimonio entre parejas del mismo sexo, la adopción monoparental, etc.), se ha ganado el respeto de sus competidores intra coalición y ha aportado en los debates en la perspectiva de la pluralidad conceptual, con una identidad estratégica: la lucha por el cambio de sociedad. Saade se inscribió con el aval de Alianza Democrática Amplia, ADA, y en su lucha política impulsa el Movimiento Cristiano Progresista Levántate.
Uriana, Arelis (46 años). Una de las pocas mujeres en la campaña presidencial, representa a las comunidades indígenas, pues pertenece al pueblo wayú, en el marco de la diversidad que caracteriza a la Coalición Pacto Histórico. Fue inscrita con el aval del Movimiento Alternativo Indígena y Social, Mais. En los debates ha puesto de relieve la terrible discriminación a la que el Estado colombiano somete a las comunidades originarias, de manera especial las del departamento de La Guajira, de donde ella es oriunda.
Zuluaga, Óscar Iván (63 años). Disminuido personaje de reciclaje del uribismo, en la lid por la presidencia desde 2014, fracasado en su candidatura frente a Juan Manuel Santos. Aspirante de la extrema derecha que se ganó la candidatura del denominado Centro Democrático en una muy cuestionada encuesta, elaborada luego de que en la Coalición Equipo por Colombia lo rechazaron, no porque no se identifiquen con sus tesis neoliberales, sino por oportunismo electoral, ante el enorme desprestigio del expresidente de los falsos positivos, jefe de Zuluaga. En realidad, el pobre Zuluaga no es más que un fusible que seguramente se fundirá en los procesos de negociación entre los partidos de la derecha en la búsqueda de enfrentar a Gustavo Petro. Además, aunque lo absolvieron, la sombra de Odebrecht no lo abandona.
Cali, viernes 11 de marzo de 2022.
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