Más de veinticinco (25) alcaldes del Partido Nuevo Progresista (PNP) y del Partido Popular Democrático (PPD), han sido condenados por corrupción pública durante las últimas tres décadas.

Cerca de seiscientos (600) de sus empleados, familiares e inversionistas políticos, han sido convictos de estafar al erario, solamente en el tribunal federal.

Por eso, es tan demagógica la explicación de los amargados líderes de ambos partidos coloniales, cuando alegan que se trata asuntos aislados. Como si el pueblo fuera ciego, sordo y mudo, repiten diariamente la misma letanía ante los medios de comunicación.

La verdad es que hace varias décadas, que se ha entronizado el robo de fondos públicos y esta inmoralidad se ha convertido en el uso y costumbre de los políticos de oficio. El país sabe hasta la saciedad, que la política PNP-PPD se ha convertido en un gran negocio. ¡Ya no hay manera de tapar el cielo con la mano!

Por ejemplo, en el 2019, el Ex-Presidente de USA, Donald Trump, hizo la histórica declaración pública que recorrió el mundo, de que “el liderazgo de Puerto Rico es corrupto y saquea al gobierno de EE.UU. Muchas cosas malas están sucediendo en el gobierno de Puerto Rico.”

Trump -irónicamente el maestro de la corrupción corporativa-también tuiteó sobre el dinero que se le dio a Puerto Rico después del huracán María, diciendo que fue «despilfarrado o desperdiciado» y que «gran parte del liderato político es corrupto.” Por primera vez, un primer mandatario de USA , profería tamaño insulto a la clase política colonial del país.

A estas alturas, toda la sociedad puertorriqueña sabe que se trata de un patrón de conducta y una cultura del pillaje del PNP-PPD. Un cancer que se ha carcomido todas las estructuras organizativas del bi-partidismo tradicional, sobretodo desde la época más nefasta del gobernador del PNP, Pedro Roselló (1993-2000).

Este personaje de mala recordación, ahora retirado en el estado de Virginia, en una mansión de más de un millón de dólares, rompió todos los récords de la corrupción gubernamental. Cuarenta (40) de sus más cercanos allegados y funcionarios públicos de las diversas agencias, fueron convictos y condenados por robarle al pueblo de Puerto Rico.

Para que no quede duda, refresco la memoria a los incrédulos, con un listado de algunos de los alcaldes condenados por algún delito de corrupción publica, desde el 1992-2022.

Por el PNP, los alcaldes convictos por corrupción son: Bernardo Negrón, Edgar Santana, Carlos Cerra, César Méndez, Rubén Caro, Ángel Malavé, Víctor Soto, Ángel (El Buzo) Rodríguez, William Soto Molina, José Tormos Vega, Abel Nazario, Héctor O’Neill y Cano Delgado.

Por el PPD son: Sol Luis Fontanes, Juan M. Higgins, Francisco Rivera Toro, Carlos López Rivera, Juan M. Cruzado, Edgardo Arlequín, Eduard Rivera, Rafael Pérez Santaliz, Fidel Rivera Romero y Eduardo Cintrón Suarez. En espera de juicio, José Guillermo Rodríguez y José Luis Cruz, quien lleva escondido hace varias semanas.

Mientras tanto, el pueblo ya no solo protesta masivamente, sino que toma acción y hace propuestas concretas para mejorar sus cada vez más pobres condiciones de vida.

Por eso, han comenzado con mucho entusiasmo, decenas de reuniones entre los movimientos políticos y sociales emergentes, con el objetivo de unir fuerzas a corto, mediano y largo plazo.

Ahí está el caudal de experiencias comunitarias y el compromiso social necesario, para la reconstrucción descolonizadora, auto-sustentable y democrática del país. Con humildad, poco a poco, han comenzado esas conversaciones respetuosas, buscando nuestros puntos en común, que nos permitan avanzar.

Por otro lado, el pueblo trabajador y la juventud, se están uniendo en la calle, de manera solidaria para luchar juntos todos los días. Simultáneamente, vamos construyendo a través del diálogo, una gran alianza ciudadana, que representa la esperanza del país.

Este junte histórico de todos los sectores de la sociedad civil puertorriqueña, más allá de preferencias de estatus político, está encaminado y comprometido en crear una gran alianza electoral en el 2024. Tiempo al tiempo.