Fuente: https://elsudamericano.wordpress.com/2020/09/10/criar-cuervos/
El neopupolismo cobarde y desclasado alimentó el militarismo, instrumentalizando, manipulando y cooptando con prebendas a minúsculos sectores demovilizados del que fuera el movimiento social antirrepresivo más importante del mundo. Educando en la política de “seguridad democrática” de Uribe y de la narcopolítica latinoamericana a sus enanos y mayordomos.
Mil veces lo advertimos, golpear al movimiento de derechos humanos significaba en la práctica, amparar y alentar a los sectores mas reaccionarios de la sociedad clasista argentina.
Donde existía un vital y ascendente espacio de formación de cuadros políticos antisistema, desarrollaron una política de ingeniería de conflicto, entre las víctimas de terror burgués, para luego, en esos mismos espacios, abrir cursos de cocina gurmet.
Ahora, los mismos que solo aparecen a dar vergüenza en los medios masivos en épocas electorales, los funcionarios-agentes de la política de la reconciliación con los asesinos de la dictadura, intentan, una vez más, presentarse como voceros autorizados del movimiento de Derechos Humanos. Rasgando sus vestiduras en defensa de un operador del régimen israelí, ni más ni menos que un charlatán arribista que funge en el papel de gobernador de la provincia de Buenos Aires.
No les importaba la mano dura del “rambito pararrayos” cuando la “mano dura” era para los pobres del conurbano, para los jornaleros, para los sin nombre, sin prestigio políitco, ni “rentabilidad” mediática; mientras no cuestionara sus negocios, ni sus privilegios.
Devolviendo el protagonismo político a las fuerzas represivas del estado terorista argentino, alimentaban a los cuervos que ahora comen de las cuencas de los ojos.
Fueron sus dirigentes los qué:
Se empeñaron fervientemente en defender del asesino Milani.
Aprobaron una ley Antiterrorista escrita en el Pentágono.
Entregaron la elección presidencial a la mafia fascista narcoparamilitar de Macri.
Idearon una caricatura a la medida de un payaso fascista como Sergio Berni, con una retórica al viejo estilo superagente “tiburón y mojarrita”, ahora el lúmpen asesino los acorrala en sus cuarteles de invierno.
No existe ningún “Encuentro HI@S”, sino muy otra cosa, el “encuentro” con la billetera de Máximo Kirchner.
Lo que pasa con ustedes señores, es que los llevan de la nariz; sus lealtades son las lealtades del mercenario. Tienen vergüenza de presentarse como lo que son, testaferros del poder político, tristes operadores de cuarta categoría, neoperonistas vergonzantes, que no encuentran poste donde mear. Ahora se esmeran en presentarse como actores de una comedia, en la que nadie les ha aclarado que su único rol es limpiar el piso del escenario después de que las camáras se apagan.
No señores, no “estamos” con Killilof. No “estamos” con el gobierno del Estado terrorista argentino. No estamos con la burocracia empresarial-sindical corrupta y traidora a los intereses de la clase obrera.
Nuestros mas de 25 años de lucha contra la impunidad, el maquiavelismo asesino y el lúmpen-terrorismo neoliberal y neopopulista,(dos caras de la misma “moneda”) nos han enseñado que en Argentina ningún burgués es inocente. Ningún policía es democrático.
Las policías argentinas, que son la mano asesina del Estado, su perro guardián, no pueden reformarse, deben desmantelarse, junto con todo el aparato represivo del Estado y sustituirse por organizaciones profesionales de prevención, organizadas y estructuradas por las propias comunidades afectadas, en ejercicio pleno de las garantías constitucionales, –ese ha sido siempre, desde la primera Marcha de la Resistencia en la Plaza de Mayo–, el legítimo y verdadero reclamo histórico de las organizaciones de Derechos Humanos
HIJOS – Red Mundial
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UN POLICÍA NO ES UN TRABAJADOR
Por el Colectivo Contra el Gatillo Fácil de La Plata
Las Fuerzas de Inseguridad cumplen una función y no es la del “cuidado”, la policía asesina, corrupta y desaparecedora de Facundo Astudillo Castro y de tantos pib@s con gatillo fácil, torturas seguida de muerte en lugares de encierro y otras modalidades represivas, es esencialmente la del “control social”, son el brazo armado del estado encargadas de materializar las políticas que imparte el ejecutivo de turno, ya sea municipal, provincial o nacional; también debemos agregar que todos los gobiernos del 83 en adelante echaron mano al aparato represivo para callar cualquier atisbo de rebelión popular o simplemente darle vía libre para profundizar la desigualdad con más represión.
Negar una vez más la historia corrupta y asesina de la policía bonaerense que desempeñó desde su origen allá por 1880; de persecución ideológica, pese a constantes reformas, purgas e intervencionismos, pasando por su rol logístico y en los grupos de tareas durante la última dictadura cívico, eclesiástica militar, donde todas las comisarías, brigadas y destacamentos policiales de la provincia fueron convertidos en centros clandestinos de detención para implementar el plan sistemático de genocidio, es seguir encubriendo la continuidad sangrienta del aparato represivo con un oscuro manto de impunidad.
No nos comemos el show mediático con fines políticos que pretenden instalar en la conciencia del pueblo con el famoso PLAN DE INSEGURIDAD desde el gobierno nacional de Alberto Fernández, su Ministra de Inseguridad Sabina Frederic pasando por el provincial de Axel Kicillof y su Ministro de Inseguridad el fascista Sergio Berni; haciéndonos creer que la policía son pobres trabajadores y que merecen sueldos acordes a su función de supuesto “cuidado” o fogoneando en sus discursos que la tasa de delitos se elevó justificando el aumento de sueldos de estos asesinos con uniforme. De fondo sabemos que necesitan tener a mano más fuerzas represivas en los sectores más empobrecidos del conurbano bonaerense, el reforzamiento de efectivos federales en el marco de un plan es sólo un anticipo de lo que viene, de alguna forma tienen que salir de la cuarentena por covid-19 y por lo que hasta ahora presenciamos fue un incremento pero de más represión y desigualdad.
Desde el Colectivo Contra el Gatillo Fácil de La Plata venimos denunciando todos los hechos de violación a los derechos humanos antes, durante y ahora pese a la cuarentena sanitaria; impulsamos junto a organizaciones de DD.HH., sociales y políticas la denuncia pública en las calles de La Plata el pasado 26 de agosto con la Marcha Contra el Gatillo Fácil y la Represión Estatal frente a la jefatura provincial, también exigimos con contundencia el juicio y castigo a los responsables materiales y políticos de la desaparición forzada de Facundo Astudillo Castro.
POR ESTO TE DECIMOS QUE “UN POLICÍA NO ES UN TRABAJADOR”
JUSTICIA POR TOD@S LOS PIB@S ASESINADOS POR EL APARATO REPRESIVO ESTATAL
FUERA BERNI
SI ES INSTITUCIONAL NO ES VIOLENCIA ES REPRESIÓN ESTATAL