Contra el terror de ayer y de hoy. Parte 1

Fuente: https://periodicogatonegro.wordpress.com/2022/03/24/contra-el-terror-de-ayer-y-de-hoy-parte-1/                               24.03.22

Contra el terror de ayer y de hoy. Parte 1

En el mes de la memoria recordamos y traemos a la práctica consciente la defensa activa del ejercicio de cultivar nuestros pensamientos y tejer redes de afinidad. El ejercicio de la memoria no se limita a repasar mentalmente aquellos cruentos sucesos, sino en la recuperación de los mecanismos que permitieron resistirlos y sobrepasarlos.

Como periodistas y personas posicionadas en contra de los artificios del poder, entendemos la información como el conjunto de datos que cambia el estado de conciencia de quien los recibe. Es por eso que condenamos la complicidad de todos los gobiernos democráticos que sucedieron al golpe de 1976 hasta la fecha, por mantener los archivos guardados bajo siete llaves, privando a un pueblo y a las generaciones que vienen de la verdad y, por consecuencia, de la reparación histórica.

¿De qué será que quieren privarnos aquellos que nos niegan la información de los archivos? ¿Son más de 30.400? ¿Quiénes hicieron posible el entramado de complicidad? ¿Quiénes lo financiaron? Pues, nunca lo sabremos por el accionar cómplice de todos los gobiernos democráticos de turno.

Estamos en contra de la censura periodística y la persecución a la libertad de expresión, en todas las partes del globo. Lo hemos denunciado con la mutilación ocular a fotoperiodistas durante la Revuelta en Chile (2019), con los intentos de extradición de Facundo Molares en Colombia (2021-2022), con el asesinato de Sebastián Moro, el primero en denunciar el golpe en el Estado Plurinacional de Bolivia y con el asesinato de la periodista y defensora de las mujeres Malala Maiwand en Afganistán (2020), asesinada el día internacional de los Derechos Humanos. Y la lista podría seguir y seguir.

Asimismo, condenamos los métodos de terror, aunque actualizados: la cacería de militantes – secuestros urbanos. En todos los puntos del territorio nacional, se han perpetrado persecuciones intimidatorias hacia quienes resisten, desde el extractivismo hasta quienes exigen por la aparición con vida de un desaparecido en democracia como ser las familias de Facundo Astudillo Castro y Luis Armando Espinoza, por nombrar las desapariciones que le conciernen al actual gobierno de los Fernández-Fernández. Por mencionar solo algunos ejemplos: los activistas de No a la Mina en Chubut fueron criminalizados, sus casas allanadas y sufrieron causas montadas, incluso uno de ellos fue torturado por la Policía provincial al grito de “vas a ser el próximo Maldonado”. Recordamos también la lucha del pueblo de Andalgalá, en la provincia de Catamarca, que fue completamente militarizado, cercado e incomunicado durante el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio del año 2020, permitiendo así al brazo armado del Estado subir las máquinas que seguirán explotando los cerros y robando el agua.

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires no se queda atrás, comenzando con su triste capítulo durante el año 2001. Las jornadas del 14 y 18 de diciembre del 2017 contra la reforma previsional, un pacto para seguir exprimiendo las últimas fuerzas terminales de la masa trabajadora, terminó con una cacería de 62 personas detenidas y 162 heridas, de las cuales 6 perdieron un ojo. De esas personas detenidas hace falta recordar dos cosas: por lo menos 16 de las detenciones se dieron hacia mujeres que les resultaron atractivas a los oficiales y que no estaban participando de la convocatoria, sin embargo, aprovecharon la represión para ejercer violencia sexual sobre ellas. Otros tres detenidos siguen hoy encausados, perseguidos y criminalizados, esperando el veredicto final que dicte si cumplirán tres años efectivos de prisión por luchar, o no.

Recientemente, el Fondo Monetario Internacional volvió para pactar junto con los bloques oficialistas y la mayoría de la oposición para hambrear al pueblo trabajador, rifando nuestro futuro. El jueves 10 de marzo el proyecto pasó por la Cámara de Diputados del Honorable Congreso Nacional. Ante su inminente aprobación, en las afueras del Congreso la represión no se hizo esperar, pero tampoco la autodefensa. Como resultado, los días posteriores hubo cinco allanamientos y once “sospechosos”. El poder, siempre criminal pero eternamente victimizado, los acusa de un ataque planificado contra el despacho de la vicepresidenta Cristina Fernández. Sin embargo (y hasta los medios hegemónicos lo han tenido que admitir), el Poder Judicial federal no ha conseguido pruebas de esto, sin embargo, los compañeros no han recuperado su libertad.

“Un atentado”, como si las estructuras militantes no fueran otra cosa que una enorme red de ollas populares para paliar el hambre que el Congreso genera. Cada vez que leemos esos titulares, donde se criminaliza al tirapiedra recordamos que para el Estado es legal que el sueldo mínimo sea de $33.000, cuando organismos oficiales indican que en marzo del 2022 una familia necesitó $82.000 para no ser pobre. En otras palabras, es legal cobrar por debajo de la línea de indigencia. Y recordemos, ya que estamos, que las canastas familiares con las que se hacen estas mediciones no incluyen el alquiler. ¿Y vos? ¿Cuánto ganás?

Pero el genocidio no empezó en 1976, sino hace 500 años. El Estado colonial argentino sigue perpetrando el genocidio indígena en curso, aun en democracia.

Allanamiento en el Ateneo Anarquista de Constitución. Diciembre de 2018.

Continúa en Parte 2

Por Aislamiento Represivo + La Obrera Colectivo Fotográfico + La Chispa Prensa + Alma Gris + Periódico Gatx Negrx


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