Fuente:La Jornada Abraham Nuncio 24.02.22
En los Juegos Olímpicos de 2008 dejó ver creatividad y una avanzada ingeniería traducidas a despliegues espectaculares, amén de sus triunfos deportivos. A partir de entonces, no ceja de sorprender al mundo con otros recursos de mayor significado en todos los órdenes, sobre todo en los de carácter estratégico global.
Ahora mismo, duante los Juegos Olímpicos de Invierno, China mostró su capacidad en el deporte; quedó en un destacado tercer lugar del medallero (oro), mientras Estados Unidos ocupó el cuarto. Pero su jugada más espectacular no fue en las pistas ni en las plataformas, sino en la geopolítica mundial con el encuentro estratégico que sostuvieron Xi Jinping y Vladimir Putin. En la actual disputa por territorios y mercados claves, Putin señaló que China tiene derecho a mantener a Taiwán dentro de su dominio. El mensaje de Putin tenía un quid pro quo en su reverso: Estados Unidos y sus aliados no deben interferir en Taiwán; tampoco en Ucrania.
Estados Unidos registró la magnitud del impacto. CNN consideró que la reunión Putin-Xi había ensombrecido los Juegos Olímpicos de Invierno. Sobre todo cuando Xi llamó a Putin el mejor y más entrañable amigo
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Tras su ingreso en el club atómico y la apertura de su economía al capitalismo de Occidente y al desarrollo de empresas chinas en manos de nacionales, con la reforma de Deng Xiao Ping, China mantuvo cierto bajo perfil. Occidente ya visualizaba la existencia de un eje económico entre Norteamérica, la Unión Europea y Japón. Formalmente esta alianza axial no cuajó. Los llamados Tigres o Dragones Asiáticos, encabezados por Corea del Sur, concentraron la mirada del mundo en su desarrollo económico. Pero la grave crisis que sufrieron a fines de los 90 contrajo su perspectiva. Del continente asiático vendría, no obstante, la sorpresa mayor una década más tarde.
Los Juegos Olímpicos de 2008 fueron el debut de China como potencia económica en la atención mundial; los de invierno en 2022 son la confirmación como potencia geopolítica. Y no es para menos. Reynaldo Nuncio, en China: la próxima superpotencia, abunda en los diferentes campos donde el gigante de Asia ha mostrado su capacidad para conseguir esa dimensión en un futuro cercano.
Nuncio menciona algunos de los logros chinos en diferentes ámbitos. En la recuperación de su filogenia comercial, China reabrió la Ruta de la Seda, su gran plan estratégico para liderar la economía mundial. En este objetivo promueve y facilita el desarrollo de regiones olvidadas o emergentes en todo el globo. Actualmente se han adherido más de 100 países en torno a sus componentes comerciales, financieros, de seguridad y culturales.
Entre 2015 y 2020, apunta el autor, empresas privadas y paraestatales de China invirtieron cerca de 74 mil 850 millones de dólares en América Latina. China se enfocó en tres economías durante la pandemia: Chile, Colombia y México. Estos países concentran cerca de 77 por ciento de su inversión. Según el Foro Económico Mundial y la Cepal, China se perfila para ser el principal socio comercial de América Latina y el Caribe, por encima de Estados Unidos. Asimismo, en 2020 invirtió en África 3 mil millones de dólares.
El poderío económico de China lo muestra, entre otros indicadores, el ser el mayor productor agrícola y el generador de mayor valor industrial, así como el mayor tenedor soberano de deuda pública estadunidense: 1.15 billones de dólares (hasta 2019) en bonos del Tesoro de Estados Unidos.
Ese poderío, traducido a la relación entre tecnología y comercio, señala Nuncio, se puede leer en varios rubros.
China ha tomado una ventaja muy considerable sobre Estados Unidos en el campo de la inteligencia artificial (IA). Es, además, el país líder en tecnología 5G. Posee la computadora cuántica más rápida del mundo; ha desarrollado el tren más veloz (600 kilómetros por hora); el puerto de Shanghái es el mayor del planeta, supone la cuarta parte del comercio exterior chino: desplaza más de 2 millones de toneladas al mes con un movimiento de más de 2 mil buques portacontenedores. Sus empresas líderes compiten en los cinco continentes: Xiaomi y Huawey (celulares), Tencent (videojuegos), Lenovo (computadoras), Tiktok (redes sociales), por mencionar algunas. En la carrera espacial, dos de sus proyectos, una sonda a la cara oculta de la Luna y una expedición a Marte, colocan a China en la vanguardia de las nuevas rutas intergalácticas.
Aunque el acuerdo entre China y la Unión Europea fue interrumpido en mayo de 2021, las inversiones de la nación asiática han sido muy visibles en Grecia, Portugal, Italia, España y otros países europeos. Al cabo fue firmado, pero requiere aún de su confirmación para ponerlo en acto. China, no obstante, sabe esperar, como lo mostró a lo largo de casi 20 años, antes de poder ingresar a la OMC.
Tres aspectos destaca Nuncio: la política china de coexistencia pacífica y solidaridad (donó a África 600 mil vacunas frente a la codicia de las farmacéuticas de Occidente); la calidad de su liderazgo frente a la pobreza del de su principal competidor, y su estrategia para ganar tiempo en la consolidación de su proyecto comercial y militar descrita en la frase del general y filósofo Sun Tzu, con la cual cierra China: la próxima superpotencia: El arte de la guerra es someter al enemigo sin luchar
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