Fuente: https://www.telesurtv.net/bloggers/Chile.-Daniel-Jadue-el-alcalde-que-entusiasmo-a-Maduro-20220419-0003.html?utm_source=planisys&utm_medium=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_campaign=NewsletterEspa%C3%83%C2%B1ol&utm_content=31
Daniel Jadue, de origen palestino, es alcalde de Recoleta, un municipio populoso de la Capital chilena, pero además, es dirigente comunista del ala más crítica de ese partido, alejado de las posiciones que manifiestan algunos de sus pares que cohabitan el Palacio de la Moneda.
Jadue, vale recordarlo, fue quien compitió con el actual presidente Gabriel Boric en los comicios internos de la izquierda. Perdió esa votación y muchos en Chile comentan que su inesperada derrota (figuraba como ganador en todas las encuestas) fue gracias a votos de la derecha volcados hacia Boric, a efectos de anular al alcalde comunista.
Recientemente, Jadue participó en Venezuela de la Cumbre Internacional contra el Fascismo, en el marco del 20 aniversario del fracasado golpe de 2002, y su ponencia atrajo la atención del propio Nicolás Maduro, quien en un acto en el Palacio Miraflores le pidió que cuente cómo hace para sostenerse como alcalde durante 10 años y seguir creciendo en aceptación de sus vecinos.
-Puede decirse que llegó a Caracas sin que muchos aquí lo conocieran demasiado y se volvió a Chile con la satisfacción de ser reconocido por muchos chavistas, que aplaudieron sus intervenciones.
-Quiero decir que fue muy grato y muy fuerte para mi venir a la conmemoración de los 20 años del golpe. Para los demócratas de verdad, un golpe nunca es una buena noticia, y jamás puede ser apoyado. Para los demócratas de verdad los problemas de la democracia se resuelven siempre con más democracia y nunca con menos, y por lo tanto venir, es también un acto de reparación simbólica, por el hecho de que el gobierno de Chile de ese momento (el de Ricardo Lagos), apoyó el golpe de Estado, apoyó la cancelación de todos los poderes, apoyó la injerencia norteamericana y fue el primer país en correr, incluso antes que los norteamericanos, a reconocer al gobierno de facto que había cerrado el Congreso y suprimido todos los derechos políticos y democráticos en Venezuela.
Además, es un acto de valoración, de la resistencia que un pueblo puede hacer contra la intervención extranjera, que cuando uno mira toda la historia de los golpes promovidos por Estados Unidos, en el 64 en Brasil, en el 73 en Chile, después en otros países como Argentina o Bolivia, y pasa a Venezuela, uno se da cuenta que en 50 años de historia los norteamericanos no han aprendido nada y siguen sin tener un gramo de apego con la democracia.
Entonces, conmemorar 20 años del golpe y al mismo tiempo celebrar 20 años de la restauración democrática por la movilización general del pueblo, es un mensaje tremendo para los procesos y para las izquierdas latinoamericanas.
– Las Fuerzas Armadas Bolivarianas
-También, es un acto de reconocimiento, y lo digo muy en serio, para las Fuerzas Armadas de Venezuela. En el cono sur los pueblos no conocemos fuerzas armadas democráticas, estamos acostumbrados a que cuando el proyecto neoliberal, el proyecto capitalista, el proyecto de la derecha política en el país tiene problemas políticos porque no da respuesta a los problemas del pueblo siempre llama los militares para que hagan el trabajo sucio y restablezcan, entre comillas, “el orden” que les conviene.
Entonces, ver de primera fuente una fuerza armada que no hacen lo que las fuerzas armadas del cono sur, que no son capaces de ponerse a disposición de los gobiernos extranjeros para derrocar a sus pueblos, que no son capaces de ponerse al frente de sus pueblos para defender intereses ajenos a la nación, es una buena noticia.
-Sobre todo viniendo de un país donde gobernó Pinochet con el apoyo de la derecha más extrema.
-En Chile vivimos la lamentable experiencia de que la fuerza armada se pusiera a disposición del gobierno extranjero, no sólo para derrocar a su propio gobierno, sino para matar a dos generales en jefe de su propio ejército. Entonces, son experiencias brutales que han sido naturalizadas en el cono sur, hemos naturalizado no solo esto, sino además, que los ladrones y los corruptos sean presidentes, que los que apoyan golpes de Estado lleguen a ser presidentes.
Por lo tanto, me pareció que era un buen momento para estar acá, y recibí las palabras y el reconocimiento el presidente Maduro, que a todo esto vuelve a ser el único presidente reconocido multilateralmente, como presidente democrático y constitucional de Venezuela, después de la última reunión con los enviados de Biden. Estos llegan por la crisis que se está viviendo por el petróleo, y vinieron, entre comillas, a “pedirle” a los venezolanos que le den concesiones para que puedan operar empresas americanas en Venezuela para venderle petróleo a Estados Unidos y Europa.
Son señales muy potentes, cuando uno mira Venezuela y ve que ya hace mucho tiempo que no hay guarimbas ni protestas y ve un renacer económico, y que las instituciones de la banca y del sistema financiero internacional proyectan un crecimiento del 20 por ciento, para este año; y para el año que viene uno del 8 por ciento.
Teniendo en cuenta que esto se da en un contexto latinoamericano donde el crecimiento va a estar muy cerca de 0 por ciento, creo que son buenas noticias por el pueblo venezolano, y espero que sean buenas noticias para todos los gobiernos de la región.
-Qué me dice de la interna que vive Chile, en el sentido de las declaraciones de Boric sobre Venezuela y Nicaragua, países a los que constantemente rechaza en sus declaraciones.
-Las relaciones internacionales de Chile son exclusivamente relaciones del presidente de la república, no voy a opinar sobre la posición que el presidente de la república ha manifestado, sí valoro que para el cambio de mando se haya invitado al gobierno de Venezuela, independientemente como se hace, a destiempo tratando de que no vaya. Solo el acto de reconocer y de invitar ya es un reconocimiento.
Estoy contento de que se terminen estas fricciones que en Chile se establecieron cuando se reconoció a Guaidó, que nunca recibió un voto de nadie para ser presidente de Venezuela, como presidente encargado, y se reconocieron además las sanciones unilaterales y se apoyaron.
Creo que está llegando el minuto en que la comunidad internacional abandone su hipocresía, que se levanten las sanciones, que además nos apoyemos en el multilateralismo y que no sigamos apelando al derecho internacional sólo cuando nos viene bien.
-Como miembro del Partido Comunista, y de un sector que se puede calificar como más crítico, qué capacidad tienen para presionar a fin de que el Gobierno no quede de espaldas a algunos países del continente con posiciones más radicales frente al Imperio.
-Lo primero es que el marxismo, sin autocrítica, no existe, el marxismo se basa primero en que lo único permanente es el cambio, y segundo es que la síntesis, la tesis y la antítesis generan una síntesis. Eso pasa siempre en la organización, por ser capaces de mirar autocríticamente todo lo que se hace, y por lo tanto eso no me pone en escenario especial respecto del gobierno, sino que me hace abrazar de manera muy honesta y transparente la práctica y doctrina comunista.
Nosotros somos muy comprometidos y leales nunca obsecuentes, por eso tenemos libertad para decir las cosas cuando no nos parecen o cuando estas se apartan de los postulados aprobados en nuestro último congreso nacional. Creo que el Partido Comunista va a jugar un rol que es el que siempre juega, va a velar por el cumplimiento del programa, va a velar por los espacios de autonomía del presidente en las materias que le son propias de sus atribuciones y siempre vamos ser capaces de decirle al presidente lo que no nos parece.
Nosotros somos un partido que primero, creemos en la universalidad de los derechos humanos y también creemos en que la comunidad internacional es una comunidad de iguales, y que además el derecho internacional establece la no injerencia en las cuestiones internas, que las relaciones internacionales deben ser desideologizadas y que por lo tanto se debe priorizar la integración regional en el espacio de convivencia democrática, respetuosa y entre pares.
Vamos a seguir pugnando por eso para que se dé así y esperamos que Chile llegue a la conclusión a través de la dirección del presidente Boric de que este es el mejor camino para establecer un pacto regional de integración, que es necesario para enfrentar el mundo en la era de la globalización
-Es poco tiempo para juzgar la gestión de Boric, pero como ves que está enfilando la relación, por ejemplo, para poner un ejemplo, con los movimientos sociales, con los movimientos populares
-Creo que es temprano para hacer evaluaciones de un gobierno que no termina de instalarse, es un gobierno que hoy día está preocupado por una serie de coyunturas que han dificultado su instalación, instalarse haciéndose cargo de todos los desastres que deja al pueblo el peor gobierno de Chile, el gobierno de la derecha.
No es sencillo instalarse en un mundo convulcionado por la guerra, por muchas opciones extranjeras, por mucha hipocresía internacional, no es fácil, instalar un gobierno en un contexto de inflación, de un frenazo económico mundial. Por lo tanto, hay que ser absolutamente cauto y generoso en darle un tiempo suficiente para que muestre todas sus cartas.
Creo que lo va a demostrar muy pronto, efectivamente espero que podamos concentrarnos en el cumplimiento del programa y poder poner en su justa dimensión la coyuntura que es la que hoy día nos preocupa.
-Hablaste en la reunión con Maduro de la izquierda, de alguna manera, planteaste que hay un tipo de izquierda que no esta viendo lo que está pasando en el mundo y en el continente en especial
-Nosotros lo llamamos progresismo, no lo reconozco como izquierda, es un término indefinido, carente de ideología que sea claramente reconocible y que ha optado en las últimas décadas, luego de la debacle de los socialismos reales, por concentrarse en los intentos por humanizar el capitalismo abandonando la idea de superación del mismo y de la construcción del socialismo. Esa izquierda se ha tornado impotente en su intento de abrazar el neoliberalismo tratando de humanizarlo.
Cuando se enfrenta con la realidad, y entiende como inviable esa posición al no tener una apuesta claramente de izquierda, le ha permitido a la ultraderecha perfilarse como el único que puede movilizar y representar los sentimientos de temor, de angustia, de incertidumbre, acerca del futuro de las grandes mayorías que se ven sobrepasadas por los modelos de producción.
Entonces, soy crítico de la visión de esa izquierda, porque además tiene políticas de alianza poco transparentes, le gusta los votos de los comunistas, pero no le gustan los comunistas y muestran un profundo desprecio por los comunistas luego de que los comunistas votan por ellos y eso me parece que pone en cuestión las políticas de alianzas.
Una organización que se acostumbra a pactar con quienes los desprecian es una organización condenada al fracaso. Creo que hay que concentrarse en el reestablecimiento de los pueblos de izquierda que vuelvan a aprender a procesar democráticamente sus diferencias, que se sacudan de todos los gobiernos neoliberales y que sean capaces de levantar un proyecto de izquierda unitaria que se oponga a la globalización capitalista.
-Hablando de comunistas, ¿como estás viendo que algunos partidos comunistas europeos y no pocos latinoamericanos se han volcado casi a coincidir con la OTAN frente al ataque autodefensivo de Rusia a Ucrania?
-Lo primero que hay que entender es que el conflicto Ucrania-Rusia la OTAN y Estados Unidos, es un conflicto entre potencias capitalistas que se están disputando los recursos naturales y los mercados de diversos territorios, que cuando la globalización ha alcanzado su máxima expresiones a nivel mundial solo les queda la guerra como herramienta para disputar palmo a palmo los recursos naturales y los territorios.
Acá hay que esclarecer primero los hechos de que no hay un enfrentamiento entre dos modelos económicos, entre dos ideologías, entre dos modelos de sociedad, acá hay una guerra entre capitalistas, lo que muestra la degradación más brutal del capitalismo a escala global. Eso por una parte, lo segundo es que en este contexto de entender que es una pelea entre potencias capitalistas uno tiene que ser capaz de mirar la historia y analizar el rol que cada actor juega, en su justa medida.
Se trata de un ataque defensivo de Rusia que se ha visto amenazada en los últimos 20 años por la OTAN, por Estados Unidos que se ha ido acercando a las fronteras de Rusia de manera amenazante, yo creo que con afán de acercarse a la frontera con China, y neutralizar cualquier posibilidad de que que Rusia vuelva a tener un papel protagónico como potencia del mundo. Y de esa forma seguir debatiendo y perfilando este mundo bipolar que tanto le gusta a los norteamericanos.
Hay que recordar, por ejemplo, que Rusia en 2005 con Putin a la cabeza propuso a la OTAN entrar a esa Alianza y que la OTAN lo rechazó. Hay que entender esto en un contexto absolutamente transparente y honesto y decir “miren Rusia toleró mucho tiempo las amenazas de lo que algunos llaman occidente y hoy ha decidido que no está para seguir soportándola. Ahora son dos países que están disputando en su ley y por lo tanto nadie puede cuestionar”. Digo muy honestamente, Putin no es mejor ni peor que Biden, Putin no es mejor ni peor que Macron, no es mejor ni peor que Jonhson, son presidentes capitalistas que ocupan el derecho internacional a sus anchas cuando les conviene, para evitar que los pequeños países puedan competir en igualdad de condiciones con ellos.
Lo único que hay que esperar es que la guerra se termine lo antes posible, los únicos que sufren, si hay guerra, son todos los pueblos. Nadie más que las grandes empresas transnacionales de la guerra son las que van a ganar, acá no pierde todo el mundo, acá muchos se van a enriquecer con esta guerra, y la guerra nunca será una buena noticia para nadie.
-¿Pero tenés claro que también Rusia persigue la nazificación de Ucrania?
-Absolutamente
-Eso es un peligro muy grande para el mundo ya que alienta aún más al avance del fascismo.
-Reconozco que Rusia es un país que reacciona ante una amenaza, a una política de exterminio físico político contra su pueblo contra su historia, contra sus raíces y eso lo tengo claro. Lo que he pretendido dejar claramente establecido es que hay una parte de la izquierda que se pierde también pensando que Rusia planea un proyecto alternativo de sociedad, y eso claramente no es. En ese contexto uno no defiende a Rusia pero uno critica la hipocresía occidental, la falta de honestidad intelectual, el doble estándar de su liderazgo, el que sólo le molesta la guerra cuando sus amigos son atacados, el que no le moleste la ocupación palestina, la de Chipre, del Sáhara, que no le moleste la injerencia que ellos mismos han ejercido para instalar dictaduras en todo el mundo, que sean capaces de llorar por los inmigrantes rusos después de que ellos generan crisis migratorias con las intervenciones militares que hacen. La verdad que llega a dar risa, verlos a ellos criticar a Rusia.
-¿Te trajo muchos problemas en la política ser de origen palestino y apoyar decididamente la lucha de ese pueblo?
-El sionismo tiene un lobby internacional muy desarrollado que persigue a quienes critican las políticas de exterminio físico y político que Israel lleva a cabo hace 70 años sobre los palestinos, e intentan sistemáticamente transformarlo en antisemita.
Orientan así una campaña de desprestigio profunda que ha tocado incluso a instituciones como la Unesco, a lideres mundiales como Jeremy Corbyn y otros. Por lo tanto, claro que tiene costo ser de origen palestino y apoyar a ese pueblo.
-¿Desde que zona de Palestina llegó tu familia?
-Mi familia viene de la Cisjordania ocupada, o sea que siempre estaré del lado de los intereses y los derechos internaciones y de los derechos colectivos de todos los pueblos del mundo. Tengo la misma posición frente a Palestina que frente al Wallmapu.
Tengo la misma posición frente al Polisario en el Sáhara, creo que lo único que le puedo pedir a los políticos y a la política del mundo es que al menos presenten consistencia lógica de los discursos, de los relatos y las acciones.
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