Madrid, 14 mar 2022. AmecoPress – El pueblo ucraniano se enfrenta a la guerra y Europa tiene que afrontar el reto de acoger al mayor número de personas refugiadas de su historia. Como tantas veces, los contextos de conflicto armado son propicios al surgimiento de distintas formas de violencia y explotación, entre ellas la sexual, que siempre afecta más a mujeres y niñas. En este caso, ellas son quienes están cruzando las fronteras porque la Ley Marcial obliga a los hombres de entre 18 y 60 años a estar disponibles en el país para alistarse en el ejército y combatir. El jueves pasado, el proyecto Desactivalatrata, alzaba la voz en el estado español: “Chica ucraniana”, “porno ucraniano” o “porno de refugiadas” son los términos que están siendo buscados de forma masiva en Google y Pornhub desde el comienzo de la guerra.

El proyecto, impulsado desde la organización Diaconía España, trabaja con víctimas de trata y advierte que en actual conflicto “mujeres y niños que se han visto obligados a huir, se enfrentan en un camino difícil y peligroso en el que crece la exposición ante las mafias de explotación sexual y laboral”. La publicación de estos datos e imágenes en las redes sociales de la organización recibió un aluvión de respuestas y reacciones. “¿En qué lugar nos deja como sociedades e individuos? ¿Por qué crees que está sucediendo? ¿Qué podemos hacer al respecto?”, preguntaban.

“La trata está conectada con la mayoría de los conflictos armados”, aseguró Yury Fedotox, el director ejecutivo de UNODC (Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito). “En situaciones caracterizadas por la violencia, la brutalidad y la coacción, los tratantes pueden operar con todavía mayor impunidad”.

El número de personas refugiadas ucranianas ha ascendido a más de dos millones de personas, según Naciones Unidas. Las mujeres, que componen casi el 54% de la población del país, representan casi el 80% de personas que han cruzado la frontera hacia Polonia, Rumanía o Moldavia. Es imprescindible afrontar esta situación con perspectiva de género, tal y como sostienen ongs y periodistas especializadas en derechos humanos que se encuentran en el terreno. Ser mujer y refugiada supone, en muchos casos, una mayor exposición a sufrir vulneraciones de derechos y violencia.

Ya lo alertó la Comisión Europea el pasado martes, cuando instó a «hacer más» para proteger a los niños y niñas que huyen de la guerra en su país. «Hay criminales que intentan utilizar esta situación. Riesgo de que utilicen a los menores no acompañados, que traten de venderlos, de traficar con ellos», enfatizó la comisaria de Interior, Ylva Johansson, en una rueda de prensa en el Parlamento Europeo. Según denunció, «hay criminales que están sacando a huérfanos de Ucrania». Cruzan las fronteras diciendo que son parientes de los niños y luego los utilizan para la trata de seres humanos. «Estamos obligados a proteger a estos niños y tenemos que hacer mucho más de lo que hemos hecho hasta ahora», reiteró la política sueca.

La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ha elaborado una serie de medidas para luchar contra la trata de personas y prevenir la trata en los flujos migratorios masivos que se están dando a causa de la invasión de Ucrania. El organismo subraya el peligro del aumento de trata de personas en contexto de crisis migratorias donde los grupos o individuos criminales se aprovechan de los grandes flujos de personas para explotar a quienes son más vulnerables en países de tránsito y destino.

El documento llama la atención sobre la importancia de prevenir que esta crisis humanitaria se convierta en una crisis de trata de personas para lo cual es necesario realizar labores de prevención. Las medidas propuestas se pueden agrupar en 4 paquetes: medidas de prevención inmediata, medidas legislativas, ayudas a la integración para reducir vulnerabilidades y mejorar la preparación para supervisar los riesgos de trata de personas.

Foto: archivo AmecoPress, cedidas por Desactivalatrata