Dos presidentes destacaron su presencia en la reunión de la Celac, Nicolás Maduro y Pedro Castillo de Perú. El primero por su valentía ante las amenazas de Estados Unidos y el otro por su protagonismo en ganar unas elecciones sorprendentes en Perú, donde la Cumbre gustaría mucho conocer sus acciones.

Pedro Castillo Terrones,el presidente de la República, manifestó, al culminar su intervención en la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que el Perú mantendrá y emprenderá relaciones diplomáticas con todas las naciones de América y el mundo “sin discriminación”. Al hablar sobre la pasividad de la izquierda latinoamericana ,el mandatario invitó a sus homólogos a pasar de los pronunciamientos “a la acción”.

“Quiero concluir mi mensaje al anunciar que nuestro país sostiene y sostendrá relaciones diplomáticas con todos los países de América Latina y del mundo sin ninguna discriminación; caso contrario, este sentido encargo del Perú profundo caerá en saco roto. Es momento de pasar a la acción, es tiempo de pasar de los discursos a la acción. Unidos todos, desunidos nada”, sostuvo Castillo Terrones.

En su discurso en la Celac, Pedro Castillo Terrones declaró la necesidad de proteger los derechos humanos y la igualdad de género. El mandatario al lado de su esposa, la primera dama, Lilia Paredes, en evento realizado en México, se refirió a la integración de América Latina y el Caribe como actividad continua , más allá de las diferencias.

Protagonista mayor por la adversidad frente a las amenazas estadounidenses, el presidente Nicolás Maduro fue un ejemplo para toda la región y el mundo. Ha mostrado que traspasa sus fronteras y mantiene posiciones de principio de unión tal como el Comandante Hugo Chávez. El expresidente durante la constitución de la Celac resaltó que en el organismo debería existir una “unidad dentro de la diversidad”, respetar esa realidad en cada pueblo era imprescindible y llamaba a todos los miembros al respeto, la buena convivencia, la no injerencia en los asuntos internos, la unión y complementación entre los pueblos; principios que se han mantenido intactos con Nicolás Maduro.

La VI Cumbre con reunió a 33 países de Latinoamérica y el Caribe  luego del intento del relanzamiento de la Doctrina Monroe por parte de Estados Unidos junto a países aliados, que buscaron poner fin a los grandes pasos en la integración regional con la Celac, la Unasur y el Mercosur, incluso, luego de paralizada la Celac, por 5 años, se intentó generar una ola de renuncias de países, partiendo con el retiro anunciado por el Gobierno del ultraderechista de Brasil, Jair Bolsonaro, que ahora es fracasado com rechazo político de 56%.

En nuevo movimiento de líderes progresistas y donde Venezuela, Cuba y Nicaragua vuelven a estar acompañadas con la llegada al poder de los gobiernos de México, Argentina, Bolivia, Perú, y con un panorama regional que se vislumbra alentador en Brasil con Lula da Silva, Chile y Colombia. La victoria puede ser definitiva, pero lo sucedido en la Cumbre de la Celac es el reflejo más cercano del resurgimiento de la doctrina bolivarianista en la Patria Grande, de la vuelta de una Venezuela fortalecida y del fracaso de Estados Unidos en sus planes de división regional.

Sin duda, la Cumbre de la Celac y la presencia de Castillo y Maduro fueron una lección para quienes buscan el «fin dos tiempos», el liberalismo fue el fracaso regional frente a la unión latinoamericana.