El Gobierno brasileño continúa en el proceso de abdicar del control de los ingresos petroleros. Después de retirar varios activos de la cadena de producción de petróleo, venderá su participación en la distribución de combustible al consumidor final. La mayor red de gasolineras del país.

La empresa Petrobras presentó ante la Comisión de Valores de Brasil (CVM) una solicitud de oferta pública secundaria (follow on, en inglés) para vender su participación restante del 37,5 por ciento en BR Distribuidora y dejar así por completo el sector de distribución de combustibles.

La empresa estatal olvida la rentabilidad del negocio y la importancia para el conglomerado, solo para mirar la expectativa de poder recaudar 2.300 millones de dólares con la venta de 436,9 millones de acciones.

La idea del monto tiene como parámetro el precio de las acciones del miércoles pasado (5,2 dólares), pero el precio solo se cerrará luego de la recopilación de intenciones de inversión de los inversionistas institucionales, que debe realizarse el 30 de junio.

A pesar de la venta, la marca BR Distribuidora seguirá utilizándose en las gasolineras, ya que el acuerdo de licencia es independiente del negocio y la empresa estatal seguirá produciendo combustible a través de refinerías y vendiéndola a distribuidores.

Pero en la práctica, abre posibilidades para que las compañías petroleras estadounidenses y británicas importen y vendan petróleo a la red BR.

Bank Morgan Stanley será el coordinador principal de la oferta, que tendrá como otros coordinadores a Bank of America Merrill Lynch, Citigroup, Goldman Sachs, Itaú BBA, J.P. Morgan y XP Investimentos.

Brasil está abdicando cada vez más de la vocación de una gran economía soberana latinoamericana. La venta de las acciones de BR comenzará el 2 de julio, es otra fecha en el proceso que reduce y desindustrializa Brasil.