Buenos días.
Esta última semana arrancábamos con buenas noticias. Después de varios días de actividad, el volcán Nyaragongo, en el este de RDC, dejaba de derramar lava sobre la ciudad de Goma y las localidades cercanas. Nos lo contaba desde allí nuestro corresponsal Lwanga Kakule Silusawa.
Buena noticia para los seguidores de Laurent Gbagbo fue el regreso al país del expresidente marfileño, después de un proceso en el Tribunal Penal Internacional del que, al final, fue absuelto. Nuestro colaborador José Naranjo, en una columna titulada «Por la puerta grande», recordaba que «todo proceso de reconciliación pasa, necesariamente, por el regreso de Gbagbo, el fin de la persecución de la que han sido objeto él y su exesposa y su vuelta, si así lo desea, a la vida política».
Otro de nuestros colaboradores habituales, Chema Caballero, se ocupaba de las consecuencias psicológicas de la guerra y las enfermedades en la población de Sierra Leona. El conflicto acabó hace 19 años, pero después han venido el ébola y ahora la pandemia. Para Caballero, «a la población de Sierra Leona le está fallando la falta de servicios de salud mental que tanto necesita frente a los efectos devastadores y duraderos de la guerra civil y la epidemia de ébola que padeció años después»,
Al sur del Sahara, el 20% de los niños de entre 6 y 11 años no van al colegio. Es uno de los datos que se destacaban en el testimonio que publicamos el pasado 16 de junio con motivo del Día del Niño Africano. La firma de esa colaboración le correspondió a un joven zambiano, Christian Chulu. Su sueño es ser futbolista profesional, aunque alberga un anhelo todavía mayor: «Me encantaría construir un complejo deportivo en Livingstone, uno enorme donde se puedan practicar todos los deportes y contribuir a que los jóvenes de mi ciudad se alejen de malos hábitos y puedan desarrollarse personal y profesionalmente como yo».
La esperanza viene de la educación y el deporte, como también del cooperativismo y la búsqueda de alternativas que generen desarrollo en comunidades lastradas por la codicia de algunos. Así ha ocurrido en Kingi, una comunidad de Kivu Norte (RDC), donde el saqueo de los recursos minerales ha dejado sin futuro a infinidad de personas. Almudena López nos ha contado cómo han pasado de «La guerra del coltán a la innovación agrícola».
Poco antes de terminar, os invitamos de nuevo a la lectura. En este caso os proponemos Estoy solo, de Mbarek Ould Beyrouk, primer título de la colección Libros del Baobab, incluido en la editorial Libros de las Malas Compañías. La colección publicará al año dos obras de autores africanos. Para Sonia Fernández, una de las impulsoras del proyecto, «lo que queremos es demostrar que las literaturas africanas tienen una calidad literaria muy alta».
Si leéis este correo hoy, vuestro repaso a lo que hemos hecho en los últimos días en nuestra web coincidirá con el cierre del número de julio-agosto de MUNDO NEGRO. Si lo leéis un par de días más tarde, la revista estará en la imprenta. Y si aguardáis un poco más, las páginas en las que hemos trabajado este último mes, ya estarán en las casas. ¿Todavía no os habéis decidido a recibirla? Hay placeres mucho más caros 🙂
Buena semana y buen descanso.
El equipo de MUNDO NEGRO |