Los recientes acontecimientos de días pasados han puesto a Cuba en el ojo de muchos, incluso de quienes la habían olvidado y desdeñado; la campaña mediática y contrarrevolucionaria que fomenta el imperialismo estadounidense ha dejado al descubierto algo más que simples discrepancias, pues es muestra de que se vive a escala global el recrudecimiento de la lucha de clases, lo que desde luego tiene repercusión en el contexto latinoamericano, aunque tanto la derecha como la llamada “nueva izquierda” y los “libre pensadores” se rasguen las vestiduras. No se niega aquí la existencia de necesidades y contradicciones al interior de Cuba y en el proceso revolucionario, ya hemos dicho que el socialismo debe ser fortalecido, pero sí buscamos llamar la atención sobre el aprovechamiento de la situación mediante el oportunismo y cinismo que efectúa el imperialismo, que, dicho de paso, muchos de esos sectores que hoy juran no mirar ni a la derecha, ni a la izquierda, negaron y/o contribuyeron, aunque sea por “ingenuidad” a su penetración y avance.

La campaña que pide en redes sociales y demás medios de comunicación capitalistas una “intervención humanitaria” para Cuba, no solo hace burla de la realidad actual e histórica latinoamericana, pues entre otras cosas, cada vez que el imperialismo ha ejecutado una de esas llamadas intervenciones “humanitarias” ha dejado devastación, opresión y muerte. Y para los todavía suspicaces, baste revisar como ejemplo actual el caso de Haití, el país más pobre de nuestra América que desde hace décadas tiene en su territorio la presencia de esa “humanitaria” intervención, habiendo sido reducida a una neocolonia precisamente por el imperialismo yanqui. Ahora y sin pudor, artistas, exiliados, contrarrevolucionarios y demás “gente de bien”, exigen a gritos al imperialismo que invada Cuba; ¿será tan complicado comprender que esas intervenciones a las que imploran significan la violación de la soberanía y la eliminación de todos los derechos humanos de la población?

Me resulta verdaderamente muy curioso que quienes niegan la existencia del bloqueo o lo señalan como mera excusa del gobierno cubano, no puedan reconocer lo que el propio imperialismo dice sin pudor, y otra vez, como ejemplo para los suspicaces, baste leer o escuchar la intervención del representante del gobierno estadounidense al término de la votación del pasado 23 de junio en la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la Resolución 74/7, quien sin pena justificó su voto por mantener el bloqueo diciendo que los Estados Unidos lo considera una media necesaria para presionar y asfixiar al pueblo cubano, y sí, así literal; asfixiar. Es decir, si el propio Imperio no niega el bloqueo ni el permanente subsidio a organizaciones contrarrevolucionarias ¿cómo es que tanto los sectores de la derecha como de la “nueva izquierda” y de los “libre pensadores” sí se empeñan en negarlo?

El resultado de la votación referida fue abrumador contra el bloqueo, es decir, todos los países que integran la ONU lo reconocen, aunque algunos serviles al imperialismo voten a su favor o se abstengan. Es importante señalar también que tan solo en lo que va de este 2021, se han realizado a escala global múltiples manifestaciones en contra del bloqueo, particularmente las caravanas denominadas “Puentes de Amor” convocadas por activistas y familias cubanas residentes en los Estados Unidos; entonces, ¿por qué los sectores de la derecha, los “libre pensadores” y los suspicaces no se manifestaron contra el bloqueo si tanta preocupación dicen tener por la situación que se vive en la isla? ¿Será que necesitaban un llamado SOS orquestado con financiamiento desde Washington-Miami para acordase de Cuba y su pueblo?

El bloqueo existe y ha sido intensificado, una campaña contrarrevolucionaria está en marcha, y quien diga estar con Cuba y su pueblo, tendrá claramente que exigir el fin del bloqueo si no desea hacerle el juego al imperialismo genocida.