Marta Haserrea. LQS. Agosto 2020

Mueren tirados como ratas los jornaleros, explotados y desprotegidos, pero tú prefieres decir que «les regalan pisos y viven del cuento».

Miles de hogares sin ningún ingreso mientras las grandes fortunas son cada vez mayores pero a ti te molesta «la paguita porque es un robo», y al verdadero robo lo llamas negocio.
Recortan Servicios Públicos en plena pandemia pero te hacen creer que el problema sanitario son los botellones.

Abandonan a miles de ancianos a su suerte pero se te olvida rápido porque son un gasto.
La monarquía franquista lleva décadas robando millones como para abrir muchos hospitales y atender a muchos ancianos pero te haces el sorprendido ahora como si no fuera obvio desde siempre.

Y ahora el putero y ladrón huye de la justicia y se lleva todo lo robado. Y eres tan imbécil que repites como un papagayo que eso limpia la imagen de la monarquía corrupta y que «el hijo no es como el padre».

Y lo peor es que esa estrategia miserable de blanqueamiento, inaplicable a cualquier ser propiamente humano, está diseñada a medida de tu historial de despojo egoista y arrastrado.
Que la basura social como tú es el verdadero virus que se reproduce y convierte países como éste en vertederos y el mundo en una inmensa fosa común.

Así que ponte el gol de Iniesta en carrusel, pinta banderitas que no sabes ni lo que son, alaba a los criminales y pisa a los más débiles, que NADA va a cambiar tu condición de mezquino y acomplejado miserable español.

Se va el padre, a manos llenas, se queda el hijo y el régimen corrupto «atado y bien atado» por su «padrino». Y lo peor, se queda la sociedad vasalla y sumisa, altiva y egocéntrica que lo mantiene y retroalimenta.

España, ¡DESPIERTA!

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