El jueves 12 de diciembre, el pueblo demostró que resistía todas las campañas de intimidación, la propaganda oficial en todos los canales de televisión, en todos los periódicos que, durante dos semanas, han hecho campaña contra una supuesta intervención extranjera de la Unión Europea, utilizando el espantapájaros del movimiento por la autonomía de la Kabylie y otros fantasmas para asustar a la gente y alentarla a votar.

La gente votó en la calle

Fuimos miles en Constantina, una de las manifestaciones más grandes jamás vistas en esta región. Hubo cientos de miles de manifestantes en Argel, durante el día y hasta altas horas de la noche. Y en todas partes en Argelia. En Kabylia, especialmente en Bejaïa, donde se llevo a cabo una huelga general, la votación no tuvo lugar. No se abrió ningún centro de votación, excepto uno cerca de un cuartel donde se vieron obligados a romper una pared para permitir que los soldados fuesen a votar discretamente, dados los disturbios en el centro, porque la población quería proteger su voto.

La elección de ayer fue, por lo tanto, un gran paso, pero era predecible. Hoy, la lucha continúa, planteando más que nunca la necesidad de nuestra organización. Porque ayer observamos que en todas las regiones, en todas las comunas, en todos los lugares donde hay colectivos autoorganizados, comités populares, no hubo ni votación, ni desbordamientos. Por el contrario, hubo cero votaciones, sin la menor violencia.

Por lo tanto, la organización está más que nunca en la agenda

Al mismo tiempo que reclamamos un “régimen purgado», debemos construir la alternativa a este sistema. Es inimaginable para todos derribar un sistema sin haber preparado un sistema alternativo, es decir, un poder popular basado en la autoorganización, ya sean comités de fábrica, sindicatos combativos y especialmente comités populares en todas las regiones de Argelia. Es su construcción, la dinámica de construcción de la autoorganización, lo que reemplazará al actual régimen.

Quieren nominar a un candidato de entre los cinco presentados, todos surgidos del régimen, que fueron primeros ministros, ministros, jefes de estado mayor u otros cargos. A primera vista, será Madjid Tebboune, cuyo nombre está íntimamente relacionado con un asunto de 70 toneladas de cocaína.

Así que este viernes 43 de movilización, la gente grita «cocaína Tebboune» y «revolución pacífica, pacífica y continua». Esto es lo que ha pasado hoy. El lavado de cara que quieren hacer al reemplazar a Bensalah no tiene ninguna posibilidad de tener éxito. Pero si no tiene éxito, tendremos que afirmar nuestra alternativa, que es un proceso constituyente, una asamblea constituyente soberana basada en el control popular, en la autoorganización, en las necesidades sociales de la mayoría de la gente. Esta alternativa política es la que debemos enfrentar al régimen, que solo nos ofrece otra fachada continuista del sistema liberal.

Esto es lo que debemos hacer: continuar la lucha, organizarnos mejor para enfrentarnos al régimen y llevar a cabo el cambio radical que la mayoría de la gente, la mayoría de los jóvenes que son la punta de lanza de este movimiento quieren.