Todas las luchas cuyo horizonte sea la emancipación del ser humano son luchas por la humanidad. Así los son, por ejemplo, las luchas de clase, de género, de independencia, de resistencia cultural o muchas otras de parecido signo.

Para enmarcarlas a todas cuando se integran en una visión antagónica al imperialismo de esta época neoliberal, justo en el momento histórico en que nos enfrentamos a la posibilidad de nuestra propia desaparición, hay una expresión, “en defensa de la humanidad”, utilizada por Fidel y por Chávez.

“Una importante especie biológica está en peligro de desaparecer: la especie humana”, decía Fidel al hablar de los problemas climáticos o de los riesgos de un conflicto nuclear, así como también se refería al “destino incierto de la especie humana”. “Un gran debate mundial sobre cómo salvar el Planeta” pedía Chavez a su vez en Copenhague.

Estas anotaciones vienen al caso, cuando tomamos conciencia de las grandes tensiones geopolíticas que se reflejan en el seno de la Organización de las Naciones Unidas, como escenario que a todos nos convoca. Allí las posiciones en defensa de la humanidad se enfrentan cada día a sus contrarías, insistiendo en la necesidad de respetar la legalidad internacional.

Al respecto, hace unos meses, exactamente en marzo, me llamó mucho la atención un tuit de nuestro canciller Jorge Arreaza donde informaba que “surge con fuerza el Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de Naciones Unidas. Venezuela, como uno de sus países fundadores, comparte el llamado para que se sumen todos los Estados que respetan los principios y propósitos de la ONU. Fortalecer el multilateralismo es indispensable.”

Luego, en la primera semana de julio, leí cuidadosamente la declaración de un significativo grupo de países anunciando “el lanzamiento oficial y la creación del Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de las Naciones Unidas”. Respaldaban el documento Angola, Argelia, Bielorrusia, Bolivia, Camboya, China, Cuba, Eritrea, Guinea Ecuatorial, Irán, República Democrática Popular de Laos, Nicaragua, Estado de Palestina, Rusia, San Vicente y las Granadinas, Siria y Venezuela.

Ahora un revelador artículo de Arreaza publicado en días pasados, abunda sobre la idea y va más allá, enriqueciendo nuestra visión con sus reflexiones y argumentos. Creo que es indispensable leerlo. Si no lo conocen todavía, no se lo pierdan. De seguro lo conseguirán en la web, bajo el título: “¿Responsabilidad de proteger? Tratamiento del tema y sus objetivos”.

Pienso que hay que seguirle el hilo a la presencia de ese Grupo de Amigos de la Carta de Naciones Unidas. Y estar pendiente de los debates que se presenten.

(Publicado en Correo del Orinoco, el 12 de agosto de 2021)