Fuente: https://www.wsws.org/es/articles/2021/12/18/dash-d18.html?pk_campaign=newsletter&pk_kwd=wsws Nancy Hanover 18.12.21
Ha estallado mucho enojo en el internet y entre educadores después de un espectáculo llamado “Dash for cash” (Carrera por dinero), organizado entre maestros durante un partido de hockey en Sioux Falls, South Dakota el sábado pasado. Mientras la publicidad lo representara como una manera “divertida” de caridad social para ayudar escuelas con poco dinero, espectadores horrorizados en vez compararon el concurso degradante con los Juegos de Hambre o la serie más reciente Juego del Calamar.
Una empresa local, CU Mortgage Direct (un prestamista hipotecario), patrocinó el espectáculo, poniendo un montón de $5.000 en efectivo en el medio de la pista de hielo. Un grupo preseleccionado de educadores recibieron cascos de hockey y cinco minutos en el reloj para recoger billetes de dólar para sus salas de clase. Pusieron el dinero en sus camisas o pantalones, mientras la multitud miraba. Las escuelas de los docentes también participaron en proveer la audiencia, porque recibieron $5 por cada entrada que vendieron.
El evento vergonzoso, parcialmente subido al Twitter, se ha vuelto viral, y ha sido el sujeto de una diatriba de indignación y hostilidad entre espectadores. Ha sido visto más de 8 millones de veces para la hora de escribir.
Maestro de secundaria Barry Longden recogió la mayor cantidad de dinero, meramente $616. Dijo que los fondos ayudarían con un programa de deportes en línea que él dirige para los estudiantes. Alexandria Kuyper, una maestra del quinto grado, recogió $592, que piensa usar para refrigerios y decoraciones para su sala de clase. Otros maestros dijeron que iban a usar sus ganancias para asiento flexible, pupitres y cámaras para documentos para subir sus lecciones al web, reportó el periódico local.
El uso degradante de educadores, determinados a hacer lo que puedan para sus estudiantes a pesar de la humillación personal, les ha enojado profundamente a millones de padres, estudiantes, trabajadores y educadores. Miles han comentado en las redes sociales con asco.
Toni Beaumont escribió, “Nada podría ser más emblemático de la elección profesional de mis padres que mirar a maestros literalmente arrodillados, luchando por cada centavo”. Susan Majcher preguntó, “¿Cuántos profesionales más tienen que hacer esto para obtener las herramientas para su trabajo?” Un comentarista al Washington Post preguntó, “Imagínatelo si nuestros generales tuvieran que arrastrarse en el suelo para recoger dinero para comprar aviones de combate y armas…”
Laurie Batterson Bunn publicó, “La educación: el único trabajo en que tienes que pedir, tomar prestado, robar y gastar tu propio dinero para hacer tu trabajo. ¿Ahora esto? Después de 20 años de esto y un breve descanso, soy profesora substituta. Mis ojos están abiertos ahora mientras veo los ambientes pésimos, minucias desiguales para tener un lugar en que poner material educativo, maestros sobrecargados y mal pagados”.
Dexter Thomas de Vice News tuiteó, “Juego del Calamar (República de Corea, fantasía): personas mal pagadas competen en una isla escondida por $38,5 millones. Audiencia: VIP. Objetivo: una vida mejor. Carrera por dinero (EE.UU., la vida real): maestros mal pagados se rebajan arrodillados en pista de hielo por una parte de $5 mil. Audiencia: estadio lleno de gente. Objetivo: comprar lápices para los niños”.
Peggy Hill en Twitter dijo, “Me hace enferma. No es un concurso lindo y divertido. Es una presentación asquerosa de cómo este país ha fracasado en ayudar a los maestros. Cualquier cobertura que no apunta al fracaso económico que llevó a esta escena es una negligencia periodística”. Susie Olesen del grupo Docentes de Iowa por un Retorno Seguro dijo, “Cuando los maestros se tienen que arrastrar en el piso para luchar por fondos para sus salas de clase, sabes que la situación ha salido de control. Exasperante”.
La respuesta fue un poco diferente de los políticos que han presidido la destrucción de escuelas públicas. Senador estatal de South Dakota Reynold Nesiba, un demócrata, intentó poner una buena cara sobre el espectáculo, al describirlo como “probablemente bienintencionado”. Gobernadora Republicana Kristi Noem –una representante de la industria frigorífica con muchas infecciones de COVID en el estado– recientemente propuso un aumento salarial insultante de 6 por ciento [más bajo que la inflación anual] para docentes. Esa solución provisional, que probablemente no verá la luz del día, sólo se considera como resultado de la escasez de maestros gigantesca en el estado, mientras maestros huyen de la profesión.
Unos comentaristas en las redes sociales apuntaron a políticos. Un lector del Washington Post dijo, “Bienvenidos al mundo del Partido Republicano fascista. Una verdadera vista previa. Como se ha señalado, ¿los juegos de calamar no están mucho por detrás? [Pero]… Sería más apropiado que la gobernadora, la legislatura y los miembros de la junta escolar hagan esto. Pero sabes que estaban en las gradas y apostaban por quién ganaría”.
Los docentes de South Dakota se encuentran entre los más mal remunerados en el país. El salario promedio en 2019-2020 era el segundo peor en los Estados Unidos; solo Misisipi era peor. En términos de gastos por estudiante, el estado tenía el ranking de 38, al haber gastado aproximadamente $10.800 por estudiante en el semestre otoñal de ese año, según un reporte de la Asociación de Educación Nacional.
¿Por qué es que “no hay dinero” para docentes en South Dakota? Para empezar, el estado no tiene ningún impuesto sobre corporaciones ni ingresos. Con costes empresariales en un nivel 15 por ciento más bajo que el promedio nacional, la industria financiera en particular está creciendo. De hecho, los ataques de South Dakota contra la educación van de la mano con el mejor “clima empresarial” en EE.UU., según una clasificación de Forbes. Anota que los $3,3 billones en activos bancarios en South Dakota están entre las cantidades mayores de cualquier estado y representan casi una quinta parte de todos los activos bancarios en EE.UU.
Recientemente se ha descubierto que South Dakota es uno de los paraísos fiscales más lucrativos en el mundo. Según los Papeles de Pandora, el estado protege de impuesto una cantidad estimada de $367 mil millones en activos [una cantidad que se aproxima a la producción económica anual de la República de Irlanda], para que sea un rival para Suiza, Panamá, las Islas Caimán y otros refugios fiscales famosos como un lugar principal para los ricos internacionales que buscan evitar los impuestos o las autoridades.
Pero esta dicotomía escandalosa entre las ganancias grotescas en el estado y la difícil situación de educadores no es única sino un microcosmo de la guerra sistemática contra la clase obrera durante décadas, el quitar de fondos de todos los servicios públicos y la transferencia hacia arriba de la riqueza a la élite. Ha sido una operación completamente bipartidista, aplicada por los Demócratas y los Republicanos. En EE.UU., una mitad de los estados incluso nunca ha restaurado el nivel de financiación inadecuado para la educación primaria y secundaria establecido antes de 2008.
Dicho de otra forma, mientras a uno se le ocurre el Juego del Calamar distópico cuando mira “Dash for cash”, también se le ocurre el programa de Obama “Carrera hasta lo alto”. Quizás la apariencia no era tan sucia, pero el uso de subsidios competitivos, poner a escuelas una en contra de las otras sobre recursos desesperadamente necesarios, en vez de estándares universales para la asistencia federal, es bipartidista y ha estado en curso durante muchos años.
Primero hubo el programa del presidente Demócrata Bill Clinton “Objetivos para 2000”, que redobló en los exámenes estandarizados e introdujo el primer subsidio competitivo entre distritos escolares, el fondo de competencia de alfabetización tecnológica. El programa del presidente Republicano George Bush “Ningún niño por detrás” profundizó esta tendencia, que fue expandida dramáticamente por el presidente Demócrata Barack Obama con el programa Carrera hasta lo alto (RTTT, según sus siglas en inglés).
Todos estos programas forzaron a las escuelas y distritos a competir unos con otros por ayuda magra. En un esfuerzo para limitar cualquier estándar universal de asistencia federal a la educación pública, RTTT ofrecía montones de dinero, basados en la disposición de distritos a privatizar las operaciones, transformar escuelas en escuelas subvencionadas dirigidas por empresas, y despedir de educadores de largo plazo –en el nombre de la “reforma escolar”. Al mismo tiempo, la administración de Obama usaba la crisis financiera de 2008 para dar una inyección de fondos a los bancos y las corporaciones grandes, y canalizar billones hacia arriba a la élite financiera y corporativa.
Lejos de oponerse a este ataque frontal, la Federación Estadounidense de Docentes (AFT, según sus siglas en inglés) y la Asociación de Educación Nacional lo aceptaron. Siempre preocupada por su ‘silla en la mesa” y el flujo de cuotas, la AFT ansiosamente buscó operaciones subvencionadas para los miembros. El resultado es que los maestros han sido enteramente abandonados y forzados a encontrar “soluciones” individuales a un problema masivo que es nacional e internacional. La proliferación de peticiones en GoFundMe para salas de clase o maestros que sufren de COVID-19 en que piden créditos por días de enfermedad es otra parte del fallo en curso de la educación pública.
La “falta de respeto” a que cientos de educadores están apuntando después de mirar “Carrera por dinero” es cierta pero una subestimación. Los maestros no sólo son crónicamente mal remunerados y en salas de clase sin recursos, pero ponen en riesgo su propia vida diariamente por la exigencia de que las escuelas se queden abiertas sin importar la propagación de COVID-19. Educadores no reciben ningún respeto oficial ni económico porque la clase gobernante no las considera como lugares de educación universal de alta calidad sino como un centro de cuidado para los niños mientras sus padres están trabajando y produciendo ganancias.
La actitud de Wall Street a educadores se encuentra, sobre todo, en el total macabro de los miles que han sucumbido innecesariamente al COVID-19. Pero la efusión de oposición entre docentes y trabajadores poderosamente demuestra la alternativa, la movilización del poder de la clase obrera.
El WSWS insta a educadores, padres y estudiantes en South Dakota y por todo el país a unirse a la red creciente de comités de base de seguridad de educadores, independientes de los políticos y los sindicatos. Nosotros estamos exigiendo nuestro derecho a un salario decente, escuelas bien suministradas y particularmente a oponernos a las políticas de retorno al trabajo y retorno a la escuela y a luchar por una estrategia de eliminar el COVID-19 y salvar vidas.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 13 de diciembre de 2021)