Fuente: https://www.telesurtv.net/opinion/mexico-lopez-obrador-cahito-patriotico-rifa-avion-presidencial-20200304-0041.html?utm_source=planisys&utm_medium=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_campaign=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_content=41 Sam Fouilloux 4 marzo 2020
La intención de López Obrador de hacerse de recursos para el gasto público a través de esa rifa es loable, porque al final nadie nos obliga a comprar los cachitos y más bien la decisión de participar en el sorteo obedece a la consciencia social, al amor por la patria y al deseo de ser parte de una acción audaz, creativa e histórica que mejorará a México.
Al final del gobierno espurio de Felipe Calderón y como muestra del frívolo derroche que se hacía de los recursos públicos, se adquirió como avión presidencial el BoeingDreamliner 787-8 a un costo de 218 millones de dólares y se distinguió tanto por su exagerado lujo como por su inutilidad, pues apenas tendría capacidad para que viajaran alrededor de 80 pasajeros. El “José María Morelos y Pavón”, nombre que le fue dado de manera irónica a la aeronave, ya no fue utilizado por el comprador, sino por el presidente entrante Enrique Peña Nieto.
A pesar de la desigualdad social característica de los gobiernos prianistas y de lo ofensivo que resultaba para el pueblo de a pie que el ejecutivo, sus familiares y su séquito viajaran en el oneroso armatoste, no existió reparo alguno de su parte y con ínfulas se pasearon en él a expensas de los mexicanos.
Por fortuna y así como la Residencia Oficial de Los Pinos, símbolo de la exclusividad, del elitismo, de la suntuosidad y del abuso de poder de antaño, se convirtió en el Complejo Cultural Los Pinos abierto a todo el pueblo para su disfrute cultural y esparcimiento bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la rifa del avión presidencial está pensada para el bien social pues tiene como objetivo destinar lo recaudado para comprar equipos médicos para los hospitales públicos del país.
La intención de López Obrador de hacerse de recursos para el gasto público a través de esa rifa es loable, porque al final nadie nos obliga a comprar los cachitos y más bien la decisión de participar en el sorteo obedece a la consciencia social, al amor por la patria y al deseo de ser parte de una acción audaz, creativa e histórica que mejorará a México.
Para los irreflexivos y los conservadores acostumbrados a equiparar el servicio público con la realeza, la rifa del avión es absurda y seguro intentarán mediáticamente que fracase, como lo harán con cualquier iniciativa del gobierno de la 4T.
Sin embargo, para la mayoría esta es una oportunidad única para que ejerzamos plenamente nuestra ciudadanía en favor del país y así como durante la Expropiación Petrolera los adultos y los niños aportaron lo que estaba a su alcance para pagar la deuda a las compañías extranjeras que controlaban la industria, hoy está en nuestras manos ayudar para que el proyecto de nación que busca consolidar la justicia social tenga éxito.
Yo sí compraré un cachito y lo haré con mucho orgullo.
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