Fuente: La Jornada Carlos Fazio 17.10.22
Una guerra proxy o subsidiaria no es una guerra convencional. Aunque suele involucrar a fuerzas armadas profesionales de los países en pugna, comprende a actores externos que actúan sobre el terreno con fuerzas clandestinas y/o mediante empresas de seguridad privadas (mercenarios) y grupos terroristas. Salvo el despliegue masivo de tropas de manera abierta para eludir los costes en términos humanos y económicos, EU/OTAN son parte beligerante del conflicto. Han estado proveyendo al gobierno de Volodymir Zelensky armas y ayuda económica con gran profusión y son actores esenciales de la guerra sicológica y de desinformación (propaganda) por los medios de difusión masiva hegemónicos, que combinan con ciberataques y ejércitos de troles en redes sociales, cuyo resultado, en el Occidente colectivo, es la puesta en escena de una Rusia aterrorizada, débil y a punto del colapso
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