El 18 de octubre de 2019, en medio de una crisis del sistema político chileno, el modelo neoliberal fue cuestionado. Sus víctimas, las clases trabajadoras, habían perdido la confianza que les quedaba en los partidos políticos, la justicia, y el conjunto de instituciones del estado. El edificio que, durante 50 años, había levantado prolijamente la derecha golpista y la izquierda pospinochetista se resquebrajó. Los diferentes gobiernos nacidos del pacto transicional de 1989 fueron interpelados. La consigna no son 30 pesos son 30 años
, levantada por los estudiantes, para rechazar el aumento de las tarifas del transporte público, identificaba a los responsables del hambre, la miseria y señalaba el camino para un nuevo orden social. Unos y otros, entrelazados en el llamado partido del orden, caricaturizado como las dos derechas
, vivían su mentira, reivindicando el éxito de una economía de mercado.