Fuente: http://loquesomos.org/black-lives-matter/ Carlos Olalla
Carlos Olalla*. LQS. Junio 2020
Entre el racismo y el antirracismo no puede haber equidistancia, como tampoco puede haberla entre fascistas y antifascistas, porque mientras unos defienden la democracia y los DD.HH., los otros promueven la dictadura y la barbarie
La que presume de ser la democracia más antigua del mundo arrastra un mal endémico que la condena a vivir sobre los pilares del racismo y la injusticia. Es una democracia que, como bien dijo Spike Lee al presentar su última película en Cannes, está basada en la esclavitud y el exterminio de los pobladores originales del país. Con esos mimbres malo es el cesto que se puede llegar a hacer. Confinaron a los pocos supervivientes de los indios originales en reservas y han pasado a ser un colectivo prácticamente simbólico y marginal entre la población actual de la que representa poco más del 1,5%.