Bajo la lupa ¿Dónde quedó el dinero altruista de la empresa de criptodivisas FTX?

Fuente: La Jornada                                                                 Alfredo Jalife-Rahme                                                                       23.11.22

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▲ La Arena FTX, donde el pasado 12 de noviembre aún jugaron como locales los integrantes del Miami Heat de la Asociación Nacional de Basquetbol.Foto Ap
La vez anterior expuse la vibrante megaestafa digitálica: Quiebra de FTX, con sede en Bahamas: blanqueo de Biden, Partido Demócrata, Israel y Zelensky (https://bit.ly/3B0n3TV).

Con cobertura de la filantropía ( sic), un puñado de desregulados globalistas neoliberales asuela las geofinanzas (https://bit.ly/3B0oGRx), de por sí altamente especulativas durante su paroxismo atroz, no se diga ahora, en la fase de las masivas fugas de la desglobalización (https://bit.ly/3gwfM7e).

Daily Mail exhibe las fotos del felón Sam Bankman-Fried (SBF) junto a sus padres –profesores de leyes ( sic) de la Universidad de Stanford– en su penthousede 40 millones ( sic) de dólares en el paraíso fiscal de Bahamas (https://bit.ly/3i4OLYV).

Según Reuters, SBF y sus progenitores académicos juristas compraron con dinero ajeno propiedades en Bahamas por 300 ( sic) millones de dólares (https://reut.rs/3EPCa3F). Pues quienes busquen conocer el destino de la megaestafa de FTX con el mozalbete de 30 años SBF, pudieran rastrear en Argentina, Dubái e Israel.

Reuters pregunta con candidez exquisita: ¿Adónde fue a dar el dinero de FTX? (https://reut.rs/3ViavP9), cuando SBF, fundador de la empresa de cambio de criptodivisas FTX, “transfirió en forma secreta ( sic) 10 mil millones de dólares de fondos de los más de un millón de clientes de FTX a su empresa comercial Alameda Research”. Reuters refiere que una gran porción de ese total ha desaparecido ( sic) y pudiera llegar a alrededor de mil 700 millones de dólares.

El lavado de dinero sucio por FTX en la deep web (Internet profunda) alcanzó hasta el sistema de retiro de los empleados del estado de Missouri (https://bit.ly/3EWqi12).

Nada nuevo: lo mismo sucedió en México con el jázaro Castañeda Gutman, miembro del consejo del fraudulento Banco Stanford –blanqueador del cártel del Golfo (https://bit.ly/2VAMXtT)–, que desfalcó a los profesores de la Universidad Pedagógica Nacional y quienes extrañamente no chistaron en forma masoquista. Hasta la fecha, ninguna autoridad financiera de México ha citado a Castañeda Gutman a declarar por su presunto blanqueo trasnacional.

La muy sagaz analista Rana Faroohar (RF), del Financial Times, alega que las criptodivisas constituyen nuevos activos con añejos problemas (https://on.ft.com/3GBm14f): “se trató de una operación comercial interna mediante Alameda Research, con arreglos opacos ( sic) que pusieron en movimiento el colapso” de FTX.

RF exhibe varios conflictos de interés: desde el escándalo de acaparamiento de aluminio por el banco Goldman Sachs en 2013 hasta la “opacidad ( sic) algorítmica de las trasnacionales big tech”, que llegó a su paroxismo con el mercado de las criptodivisas, donde los bienes intercambiados están completamente desconectados de la economía real. RF asienta que el tipo de “asa cerrada ( close loop) de la financiarización beneficia a un manojo pequeño de plutócratas mercaderes” cuando “parece tener poco uso social ( sic)”.

John Ray III, experto en quiebras y liquidador anterior de la gasera Enron y ahora de FTX –quien cobra mil 300 dólares por hora, con una tasa de retención ( retainer fee) de 200 mil dólares en el juzgado de Delaware–, comentó no haber nunca visto “tal falla completa ( sic) de controles empresariales y tal ausencia completa ( sic) de información financiera creíble (https://on.ft.com/3TVMcWd).

Peor aún: las mismas criminales empresas digitálicas poseen una amplia gama de granjas de bots que publicitan en forma demencial el libre intercambio de seres libres y quienes agreden en las redes, y hasta amenazan de muerte ( sic) a los escépticos racionales del bitcóin y anexos, como el ingeniero en sistemas Stephen Diehl (SD), quien expone la criminalización digitálica de la deep web, donde las criptodivisas constituyen vehículos para la especulación pura (https://on.ft.com/3VmZU5t).

Acaba de publicarse el libro de SD Pinchar la burbuja de las criptodivisas (https://amzn.to/3VjV0q5), cuyo libro anterior fue premonitorio: El caso de las criptodivisas: la fracasada revolución financiera (https://amzn.to/3XqzD8d).

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