Sería alevoso volver a citar al asesor del presidente Clinton quien hizo célebre su consigna es la economía, estúpido
, pero es, sin duda, pertinente. Vaya que hay mucha economía debajo de todos y cada uno de los actos, actores y arrebatos del nuevo gobierno de Estados Unidos de América. Es cuestión de leerlos con alguna calma y menos angustia para darse cuenta de que, como todas las oligarquías que han pasado por la historia, sus decisiones y previsiones giran en torno al poder, su ejercicio y conservación, a más de engrosamiento, pero se articulan en planes, conjuras y proyectos que directamente y no tienen que ver con eso que llamamos economía.