Fuente: https://frenteantiimperialista.org/el-consumidor-consumido-sara-rosenberg/ Sara Rosenberg 07.11.22
No aceptes lo habitual como cosa natural.
Porque en tiempos de desorden,
de confusión organizada,
de humanidad deshumanizada,
nada debe parecer natural.
Nada debe parecer imposible de cambiar.»
Bertolt Brecht, de su poema «No Aceptes»
1. Veneno.
Paracelso decía que todo lo que se consume puede ser un veneno, sólo depende de la dosis o de aceptarlo o no, como señala Brecht. En ese arco tenso entre el veneno y la aceptación aparece el sujeto-sujeto a la ideología del consumo.
La llamada “sociedad desarrollada” alimentada y formada en el colonialismo y el imperialismo, consume no solo el botín del gran saqueo sino y junto con el, el veneno ideológico capaz de naturalizar la barbarie y doblegar al ser humano hasta hacerlo actuar contra si mismo, casi sin darse cuenta.
La mentira, el terror constante y la miseria cultural son las vías por las que el veneno entra; se inocula de manera programática porque las grandes corporaciones financiero-militares -y sus gobiernos- necesitan la obediencia y la pasividad que les permita continuar con la guerra, que es su industria punta.