Cristina Ridruejo*
Desde la Historia y la Arqueología se ha puesto sobre la mesa en distintos momentos, ya desde el s. XIX, el absurdo de utilizar un calendario que empieza a contar desde hace tan solo 2000 años. Decir que las pirámides se construyeron unos 2600 años “antes de Cristo” es ridículo: ¡será que Cristo nació unos 2600 años después de la construcción de las pirámides!
El calendario cristiano que utilizamos comúnmente, en su variante gregoriana, tiene otro gran defecto: pertenece en exclusiva a una de las religiones que hay en el mundo. Pero en el planeta coexisten docenas de calendarios diferentes; si el calendario cristiano se ha implantado como medida “universal”, no es porque sea mejor o peor que otros, es simplemente por imposición de las potencias cristianas dominantes en los últimos siglos (que no dejan de ser un instante en la Historia de la humanidad).
En LoQueSomos apostamos por un calendario realmente universal que no cuente ningún periodo histórico en negativo y que no se base en ninguna de las religiones existentes: el calendario holoceno (1), que se podrá consultar desde ahora en nuestra web.