RU: La campaña sobre «antisemitismo de izquierdas» minimiza peligro de extrema derecha…

Fuente: https://www.wsws.org/es/articles/2022/12/30/anti-d30.html?pk_campaign=newsletter&pk_kwd=wsws            Thomas Scripps                                                                               30.12.22

Reino Unido: La campaña sobre el «antisemitismo de izquierdas» minimiza el peligro de la extrema derecha para reprimir el antisionismo

John Mann, antiguo diputado laborista y ahora Lord Mann de Holbeck Moor, ha publicado un informe en el que pide que la definición de antisemitismo de la Asociación Internacional para la Memoria del Holocausto (International Holocaust Remembrance Association, IHRA) se aplique en escuelas, universidades y todos los organismos públicos.

John Mann, barón Mann [Photo by Roger Harris / CC BY 3.0]

La definición de la IHRA es una construcción ahistórica y antidemocrática diseñada para pintar el antisionismo político y la oposición a la persecución de los palestinos por parte del Estado israelí como odio antijudío, estableciendo una equivalencia profundamente perjudicial entre Israel y todas las personas de ascendencia judía. Es el pilar central de una campaña para utilizar acusaciones de ‘antisemitismo de izquierdas’ para intimidar el creciente sentimiento socialista en la clase trabajadora y entre los jóvenes.

Mann ha desempeñado un papel destacado en estos esfuerzos desde el principio, encabezando la difamación del ex líder del Partido Laborista Jeremy Corbyn y sus partidarios como antisemitas. Dio el pistoletazo de salida a la campaña con un altercado con Ken Livingstone en 2016, llamándole ‘apologista nazi’, que acabó con el principal partidario de Corbyn expulsado del Partido Laborista.

En un mitin derechista frente al Parlamento en 2018, Mann y otros blairistas exigieron que Corbyn ‘debe irse’ al grito de que ‘Jeremy Corbyn es un racista’.

En 2019, la primera ministra conservadora Theresa May le concedió un peerage, y luego su sucesor Boris Johnson le nombró ‘zar del antisemitismo’ del Gobierno.

Ha apoyado la caza de brujas del actual líder laborista Sir Keir Starmer contra los izquierdistas fuera del partido, animándole a ‘abrazar la realidad de que la mayoría de los judíos británicos se definen a sí mismos como sionistas. Es su identidad, lo que son… Debe hacer del sionismo un término cariñoso, no un término de abuso, y desterrar de su partido a quienes mancillan el derecho de los judíos a determinar por sí mismos su propia identidad’.

Represión del antisionismo con el pretexto de combatir el antisemitismo

El nuevo informe de Mann, ‘El odio antijudío: Enfrentarse al antisemitismo en el Reino Unido 2023: renovar el compromiso’, está redactado en su calidad de asesor independiente del Gobierno de Su Majestad sobre antisemitismo. Impulsa el frente más desarrollado de la campaña contra el ‘antisemitismo de izquierdas’ fuera del Partido Laborista, en las universidades.

Odio antijudío: Enfrentarse al antisemitismo en el Reino Unido en 2023 – Renovar el compromiso [Photo: Office of HM Government’s Independent Adviser on Antisemitism]

Mann escribe con aprobación que ‘200 universidades, colegios y otros proveedores de educación superior habían firmado’ la definición de la IHRA en noviembre de 2021, con más a continuación, pero añade ‘todavía hay más por hacer’.

Esto significa una represión aún mayor de la oposición a Israel, su régimen de apartheid y sus violaciones del derecho internacional. ‘Entre estudiantes y académicos’, afirma Mann, ‘el crecimiento del antisemitismo se ha producido en gran medida bajo la apariencia de antisionismo o de críticas al Gobierno israelí. La atmósfera puede volverse especialmente tóxica cuando surge un conflicto en Oriente Medio’.

Reforzando la identificación de todos los judíos con el nacionalismo israelí, Mann afirma sin rodeos: ‘La Unión de Estudiantes Judíos [UJS] y sus Sociedades Judías son la voz representativa de los estudiantes judíos en las universidades’.

La UJS colabora estrechamente con la embajada israelí en el Reino Unido y en sus estatutos figura como uno de sus objetivos ‘inspirar a los estudiantes judíos para que asuman un compromiso duradero con su identidad judía, Israel y la comunidad’. Desempeñó un papel destacado en la reciente caza de brujas contra la presidenta de la Unión Nacional de Estudiantes (NUS), Shaima Dallali, y el profesor de la Universidad de Bristol David Miller.

Mann cita la persecución de Miller para fustigar al sindicato University and College Union, que representa al personal universitario. Escribe amenazadoramente: ‘Existe la percepción entre las organizaciones judías de que el University and College Union (UCU) ha estado lejos de apoyar asuntos como la adopción de la definición de trabajo de la IHRA y el caso de David Miller’.

Además de las universidades, sostiene Mann, ‘todos los organismos públicos… deberían utilizar la definición de trabajo de antisemitismo de la IHRA’.

Señala como un paso positivo que la Fiscalía de la Corona haya ‘recomendado la definición de antisemitismo de la IHRA en un boletín de 2017 a todos los coordinadores de delitos odiosos de la zona de la Fiscalía de la Corona’. El CPS y el Community Securities Trust (CST, del que Mann es miembro de la junta) ‘han trabajado juntos para desarrollar una guía para los fiscales’ y el gobierno ‘escribió a todos los líderes de las autoridades locales recomendando su adopción [de la IHRA] por ellos’.

Mann cacarea que ‘la definición es utilizada ahora por el Gobierno del Reino Unido, el Gobierno escocés, el Gobierno galés, más de 250 autoridades locales y otros empleadores de la sociedad civil’.

En referencia al alcalde de Manchester, el laborista Andy Burnham, el informe ‘está de acuerdo con la recomendación del alcalde de que se trabaje a escala nacional para animar a otros organismos públicos a hacer lo mismo’, preocupándose de que ‘algunos municipios y organismos públicos sólo respetan la definición de boquilla’.

En un nuevo y siniestro paso, Mann plantea la posibilidad de extender este dictado a la educación pre-18.

Su informe cita cifras de una encuesta realizada en julio en centros de enseñanza secundaria, según la cual ‘los incidentes antisemitas en las escuelas casi se han triplicado en los últimos cinco años’.

Cita la ‘presentación a esta Oficina’ del Enviado Especial del Reino Unido para cuestiones posteriores al Holocausto, Lord Eric Pickles, en el sentido de que ‘la adopción de la definición de antisemitismo de la IHRA es un buen punto de partida’ para abordar esta cuestión, ‘porque podemos utilizar la definición para ayudar a los profesores y a otras personas a comprender que el antisemitismo puede adoptar muchas formas’.

Pickles es presidente del grupo de presión conservador Amigos de Israel.

Mann, actuando en nombre del gobierno tory y de la oposición laborista, ha esbozado el marco para la criminalización y la supresión del antisionismo en toda la sociedad, ilegalizando una posición política defendida por millones de personas. Los profesores y los trabajadores de la administración local serían vigilados por cualquier expresión de estas opiniones y, en el caso de los profesores, se les exigiría que desempeñaran la misma función entre sus alumnos, como ya se ha empezado a hacer en los campus universitarios.

Falsificaciones al servicio de una caza de brujas

Lo monstruoso que es esta falsificación fue puesto de relieve inadvertidamente por la propia investigación citada de Mann. La encuesta escolar de julio de 2022 fue realizada por el thinktank de derechas Henry Jackson Society (HJS), ferviente defensor de la IHRA. Sus resultados y conclusiones dejan claro que la HJS fue a pescar pruebas de una explosión de ‘antisemitismo de izquierdas’, no las encontró y, de todos modos, inventó la conclusión preparada de antemano.

Antisemitismo en las escuelas [Photo: Henry Jackson Society]

Según el HJS, envió 3.335 solicitudes de Libertad de Información a escuelas secundarias de todo el país, recibiendo 1.314 respuestas. Estas identificaron 1.077 incidentes antisemitas durante el período de cinco años 2017-18 a 2021-22.

Algunas escuelas proporcionaron un año para cada incidente, otras proporcionaron cifras agregadas. Sobre la base de los casos con un año indicado, el HJS enumera 60 en 2017-18, 79 en 2018-19, 59 en 2019-20, 127 en 2020-1 y 164 en 2021-2, concluyendo que ha habido un aumento del 173,33 por ciento durante el período, aunque esto se ve debilitado por el hecho de que la mayoría de los casos, 588, no estaban fechados.

El informe señala que ‘algunas escuelas compartieron voluntariamente los detalles de los casos’. Estas descripciones de casos se clasificaron en incidentes relacionados con el nazismo y/o el Holocausto, Israel y Palestina, teorías de la conspiración judía y no identificables. Un abrumador 58% estaban relacionados con el Holocausto o los nazis; un 1,5% estaban relacionados con Israel y Palestina; y un 1,5% se referían a teorías de conspiración judías’.

Claramente avergonzado por la pequeña minoría de casos Israel/Palestina frente a los incidentes evidentemente derechistas ‘relacionados con el Holocausto o el nazismo’, el HJS teoriza ‘una posible falta de registro preciso, posiblemente debida a la falta de una comprensión clara entre los profesores de cómo puede manifestarse el antisemitismo. Esto requiere más investigación’.

Esa investigación, propone, debería llevarse a cabo en condiciones en las que la crítica al Estado israelí y a su política nacionalista étnica se haya redefinido como delito odioso contra los judíos. ‘Incorporar la definición de antisemitismo de la IHRA en la política escolar y mejorar la formación y la evaluación de la concienciación de las escuelas consideradas de alto riesgo ayudará a mejorar la exactitud de la notificación de incidentes’.

El HJS intenta respaldar esta afirmación haciendo referencia a un ‘repunte de las incidencias notificadas en 2020-2021’ que relaciona con ‘la escalada del conflicto entre Israel y Palestina’. Esto se refiere a un asalto de 11 días por parte de Israel a Gaza que provocó la muerte de 256 palestinos, entre ellos 66 niños.

Como ya se ha planteado, la conclusión de que hubo un repunte está poco respaldado, dado el gran número de casos sin fecha. Además, ha medida en que hubo un pico relacionado con el asalto israelí a Palestina, ante el que los individuos reaccionaron con hostilidad hacia los judíos, entonces no se trató de una respuesta de izquierdas, basada en las categorías sociales de clase, sino de una nacionalista étnica -en un grado considerable alentada por afirmaciones como la de Mann de que el sionismo es la ‘identidad… lo que son’ de los judíos británicos.

Nada de esto justifica la conclusión de que un registro más ‘preciso’ daría la vuelta a los resultados, aunque esto es lo que la autora del informe, Charlotte Littlewood, insistió en los comentarios a los medios de comunicación sobre su publicación:

‘Las descripciones de los casos, cuando se daban, se referían casi exclusivamente a incidentes relacionados con el Holocausto y el nazismo, lo que, unido a la falta de coherencia en la información, me hace temer que esto sea sólo la punta del iceberg y que falte peligrosamente la comprensión entre el personal de las manifestaciones modernas del antisemitismo y del riesgo real al que se enfrenta la minoría judía’.

Antisemitismo y el crecimiento de la extrema derecha

He aquí al desnudo la esencia de la campaña del ‘antisemitismo de izquierdas’. Su preocupación no es proteger a los judíos, sino atacar a la izquierda —especialmente a los judíos de izquierdas—, para lo cual oculta peligrosamente el resurgimiento del antisemitismo alimentado por la derecha fascista.

De hecho, el único caso encontrado por la HJS en el que se ofrecen detalles adicionales se refiere a un terrorista neonazi. ‘Sólo una escuela informa de haber remitido un caso al CST. Quizás lo más destacable es que esta escuela había visto previamente a un estudiante condenado por un delito terrorista por conspirar para atacar una sinagoga’.

Aunque no se ofrecen nombres, es casi seguro que se refiere al caso de enero de 2020 de un joven de 17 años de Durham condenado a seis años y ocho meses de prisión por seis delitos de terrorismo relacionados con planes para bombardear sinagogas. El individuo se inspiró en el manifiesto del terrorista fascista Anders Breivik y escribió el suyo propio, que incluía planes de ‘guerra contra el sistema [judío] en el área de la ciudad de Durham, sieg heil’. Participaba activamente en los foros Ironmarch y Fascist Forge y se declaraba admirador de Adolf Hitler.

Logotipo del foro fascista Iron March, más tarde Fascist Forge. Iron March se convirtió en una plataforma para grupos militantes neofascistas y neonazis violentos como el Movimiento de Resistencia Nórdica, Acción Nacional, Batallón Azov, CasaPound y Amanecer Dorado [Photo by British Anti-Terrorism Guide to Extremist Symbols / CC BY-SA 4.0]

Podrían citarse más ejemplos de jóvenes neonazis acusados de delitos de terrorismo. La policía antiterrorista ha identificado al extremismo de derechas como la amenaza terrorista de más rápido crecimiento en el Reino Unido.

Mann se ve obligado a reconocer esta amenaza en su informe, escribiendo bajo el subtítulo ‘Antisemitismo en la derecha’ que ‘Con unos niveles de apoyo muy preocupantes en Europa y Estados Unidos, la extrema derecha en forma de grupos neonazis y supremacistas blancos sostiene que, además de los musulmanes y los latinos, los judíos son coconspiradores en la ‘Teoría del Gran Reemplazo’, una conspiración para utilizar la inmigración con el fin de socavar las poblaciones cristianas blancas. Esta teoría demostró ser un factor detrás de los ataques mortales en Christchurch, El Paso y Pittsburgh’.

También señala: ‘La extrema derecha ha utilizado la pandemia de Covid para promover narrativas antisemitas como que el virus es un engaño judío y que las vacunas han sido inventadas por los judíos para envenenar a la población.’

Pero esto se minimiza mediante la referencia a la Junta de Diputados de los Judíos Británicos (BoD), otra destacada organización en la campaña contra Corbyn y sus partidarios, y su ‘nota positiva’ de que ‘tiende a haber un amplio consenso político y social contra el antisemitismo reconocible de la extrema derecha, por lo que la comunidad judía a menudo se siente apoyada en este sentido’.

No cabe duda de que existe una amplia hostilidad popular hacia la extrema derecha. La amenaza, sin embargo, proviene de su promoción y protección por parte de los gobiernos capitalistas y los principales partidos de todo el mundo.

El expresidente estadounidense Donald Trump sigue a la cabeza del Partido Republicano, calificado como ‘colegas’ por el presidente Biden.

Marine Le Pen, de la Agrupación Nacional, ha pasado dos veces a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas, y muchas de sus políticas han sido adoptadas por el partido Renacimiento de su rival, Emmanuel Macron. Alternativa para Alemania ha adquirido una relevancia nacional muy superior a su porcentaje de votos, mientras se urden complots golpistas fascistas entre las fuerzas especiales del país.

El israelí Benjamin Netanyahu, cortejador del antisemita primer ministro húngaro Viktor Orban, ha vuelto al gobierno con la ayuda de las fuerzas fascistas de extrema derecha del movimiento Sionismo Religioso de Ben Gvir.

Y lo que es más evidente, los gobiernos imperialistas del mundo y los medios de comunicación han pasado los últimos meses glorificando a grupos fascistas como el Regimiento Azov, cuya herencia se remonta a las organizaciones colaboracionistas nazis en la Segunda Guerra Mundial, como luchadores por la democracia en Ucrania.

Un soldado ucraniano observa la señal de un dron desde un centro de mando subterráneo en Bajmut, región de Donetsk, Ucrania, el domingo 25 de diciembre de 2022. [AP Photo/Libkos]

La ‘nota positiva’ del BoD suena para facilitar la equiparación de este peligro real con el fenómeno inventado del ‘antisemitismo de izquierdas’. La subsección ‘Antisemitismo en la izquierda’, que figura en primer lugar en el informe, repite las viejas calumnias contra Corbyn e incluye la escandalosa frase: ‘Aunque no es exclusivo de la izquierda ni mucho menos, las teorías conspirativas largamente perpetuadas sobre los judíos que controlan el sistema financiero mundial y los medios de comunicación para oprimir a los trabajadores siguen desbocadas’.

Esto no es sólo una mentira; es la mentira fundacional de la derecha para el antisemitismo moderno y una historia que demuestra la íntima conexión entre el antisemitismo y el antisocialismo fascista.

‘Marxismo judío’: la historia del antisemitismo y la lucha por el socialismo

En 1903 se publicaron en la Rusia zarista los infames ‘Protocolos de los Sabios de Sión’, que pretendían demostrar la existencia de un complot judío para dominar el mundo mediante el control de los bancos, los medios de comunicación, la cultura y los gobiernos, y fomentar revoluciones contra el ‘capitalismo cristiano’.

El gobierno ruso impulsó fuertemente el texto como chivo expiatorio de la población judía por la calamitosa guerra rusa-japonesa, y más tarde para atacar la Revolución Rusa de 1905 y dividir a la clase obrera. Cobró nueva vida entre las fuerzas blancas antibolcheviques de la guerra civil que siguió a la Revolución rusa, denunciada como un complot judío.

Cartel de propaganda antisemita producido por el Ejército Blanco, que representa al líder del Ejército Rojo León Trotsky [Photo: White Army]

Los emigrantes blancos llevaron el texto a América, donde fueron fuertemente promovidos por el estadounidense industrial Henry Ford, y a Europa, donde alimentó el movimiento socialista nacional de Alemania, que en última instancia libró una guerra de aniquilación contra el ‘bolchevismo judío’ y el ‘marxismo judío’.

Ya sea en la forma de las teorías conspirativas de QAnon, ‘Gran Reemplazo’ o ‘Gran Reinicio’, o la minimización de los crímenes de la Alemania nazi, esta suciedad está siendo revivida hoy en día cuando sectores de la clase dominante vuelven de nuevo al fascismo como un garrote contra una clase obrera que se mueve rápidamente hacia la izquierda.

Sus esfuerzos se ven favorecidos por la campaña, motivada por el mismo miedo al creciente sentimiento socialista y antiimperialista, de convertir el antisemitismo en un arma contra la izquierda.

El Partido Socialista por la Igualdad y los Jóvenes y Estudiantes Internacionales por la Igualdad Social se han opuesto desde el principio a esta reaccionaria caza de brujas, advirtiendo de sus nefastas implicaciones. La lucha contra el antisemitismo, la extrema derecha y todas las formas de nacionalismo, incluyendo el sionismo, requiere una lucha para volver a conectar a los trabajadores y los jóvenes con la historia del movimiento marxista y para movilizarlos en un movimiento socialista internacional.

(Publicado originalmente en inglés el 27 de diciembre de 2022)

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