16/06/24
El militar que sembró el panico desde Radio Sevilla
En 1936, el general Gonzalo Queipo de Llano utilizó la radio para sembrar el terror entre la población republicana, con emisiones que combinaban amenazas sádicas y propaganda brutal.
POR ALBERTO RAMOS PARA CANARIAS SEMANAL.ORG.-
En el marco de la Guerra Civil Española, pocos personajes encarnan la brutalidad y el uso cínico de la propaganda tanto como el general Gonzalo Queipo de Llano. Conocido por su ferocidad y su capacidad para manipular los medios de comunicación, Queipo de Llano se convirtió en una figura temida y odiada, particularmente por sus infames emisiones de radio desde Sevilla.
Contexto Histórico
La Guerra Civil Española (1936-1939) fue un conflicto devastador que enfrentó a los republicanos, defensores de un gobierno democrático, contra los nacionalistas, liderados por el general Francisco Franco y otros militares sublevados. Gonzalo Queipo de Llano, uno de los comandantes nacionales más destacados, jugó un papel crucial en la toma de Sevilla, que se convirtió en un bastión estratégico para los nacionalistas.
La Voz del Terror
Una de las tácticas más siniestras y detestables utilizadas por Queipo de Llano fue su uso de la radio para difundir propaganda y sembrar el terror entre las filas republicanas y la población civil. A partir de julio de 1936, Queipo de Llano comenzó a emitir discursos nocturnos desde Radio Sevilla, en los que se combinaban amenazas directas, comentarios sádicos y descripciones detalladas de las atrocidades cometidas por sus tropas.
Estos discursos no solo eran una herramienta de propaganda, sino que también servían para intimidar y desmoralizar al enemigo. Con un estilo agresivo y vulgar, Queipo de Llano se jactaba de las brutalidades perpetradas por sus fuerzas, llegando a describir en detalle violaciones y asesinatos. Su retórica era extremadamente violenta, destinada a infundir miedo y paralizar cualquier resistencia.
Un Ejemplo Macabro
Uno de los episodios más infames ocurrió el 23 de julio de 1936, cuando Queipo de Llano, en una de sus emisiones, amenazó con violaciones y represalias brutales a quienes se opusieran a las fuerzas nacionalistas. En un lenguaje crudo y sádico, declaró:
«Nuestros valientes legionarios y regulares han enseñado a los cobardes de los rojos lo que significa ser un hombre. Y de paso, también a sus mujeres. Esto es duro, pero como teníamos que acabar con ellos, los estamos enseñando una lección.»
Este tipo de declaraciones no solo eran un acto de propaganda, sino que también servían para justificar y glorificar las atrocidades cometidas por las tropas franquistas. Las emisiones de Queipo de Llano eran escuchadas por miles de personas, y su contenido atroz se extendía rápidamente, sembrando pánico y desesperación.
Consecuencias y Repercusiones
Las emisiones de Queipo de Llano tuvieron un impacto profundo en la guerra y en la población. Su retórica contribuyó a la brutalización del conflicto, alimentando el odio y el miedo. La táctica de utilizar la radio para intimidar y desmoralizar al enemigo se demostró efectiva a corto plazo, pero también dejó una marca indeleble en la memoria colectiva de los españoles.
Después de la guerra, Queipo de Llano continuó siendo una figura controvertida. A pesar de su papel crucial en la victoria franquista, sus métodos brutales y su uso despiadado de la propaganda fueron ampliamente criticados. Su legado es un recordatorio de los horrores de la guerra y de cómo el poder de los medios de comunicación puede ser utilizado para perpetrar el terror.