Fuente: http://loquesomos.org/organizarnos-todas-para-ayudarnos-a-todas/ Consuelo Delgado
Consuelo Delgado. LQS. Marzo 2020
Empezó Vallecas desde que se cerraron los centros educativos y, desde la semana pasada, su ejemplo lo han seguido personas y colectivos de otros barrios
Os traigo una buena noticia, muchas personas ya lo sabréis. Se están creando redes de apoyo mutuo en prácticamente todos los barrios de Madrid, juntándose los saberes y esfuerzos de voluntarias, asociaciones vecinales, sanitarias de centros de salud, servicios sociales, farmacias, comercios del barrio, protección civil, etc., para ayudarnos entre todas y a todas, especialmente a las personas con más riesgo de enfermar gravemente por tener menos defensas y también a las personas con críos u otras personas dependientes que salen a trabajar y no pueden atenderlas.
Empezó Vallecas desde que se cerraron los centros educativos y, desde la semana pasada, su ejemplo lo han seguido personas y colectivos de otros barrios. Esto mismo se está produciendo también en muchísimas localidades del Estado español, así que nos sentimos alegres y esperanzadas con todas estas acciones de solidaridad y apoyo mutuo, organizadas para ser más eficaces y actuar con todas las medidas de prevención e higiene para no extender el virus.
Organizadas en grupos de whatsapp, han creado también redes de apoyo escolar, de actividades culturales de ocio y de apoyo laboral.
Os paso los enlaces:
– VALLEKAS – Somos Tribu VK
Aquí hay mucha info que podemos utilizar también con nuestras propias vecinas y familiares:
https://www.portalvallecas.es/somos-tribu-vk-red-de-solidaridad-y-apoyo-mutuo-frente-al-covid-19/
– Enlaces de todos los barrios de Madrid donde hay redes de solidaridad (por favor, id comunicando las nuevas a la FRAVM, https://aavvmadrid.org):
https://aavvmadrid.org/noticias/dinamiza-tu-cuarentena-redes-vecinales-de-apoyo-ante-el-covid-19/
– Con las medidas de prevención:
https://dinamizatucuarentena.wordpress.com/2020/03/20/cuestiones-basicas-para-las-personas-solidarias/
También quisiera compartir otra mirada sobre lo que estamos viviendo: en realidad, ahora mismo debemos de ser muchísimas personas las que ya nos hemos inmunizado frente al virus, por haberlo tenido dentro sin enterarnos (o sólo con síntomas leves) y haber generado anticuerpos, lo que significa que ya no enfermaremos si volviéramos a infectarnos y que tampoco podemos infectar ya a las demás. La única cuestión es que no sabemos si lo hemos pasado o no. Por tanto, el no salir de casa no es para protegerme a mí misma sino para no infectar a las demás personas, en el caso de que yo estuviera infectada sin saberlo.
Y verlo así, no con el temor de caer enfermas, sino con la satisfacción de saber que estoy ayudando a las demás personas a no enfermar, es algo que nos reconforta mucho y nos da una alegría interior que si la compartimos con otras personas sumándonos a estas redes de apoyo mutuo, nos hará vivir felices estas semanas difíciles que tenemos por delante.
Muchas personas ya habrán empezado por ayudar a sus familiares mayores llevándoles la comida y medicinas. Un paso más es hacerlo con nuestras vecinas, llamarlas y saber si necesitan algo y hacer turnos para salir a comprar, de forma que seamos menos personas en la calle con posibilidad de infectar a otras.
Es natural que en algún momento tengamos miedo, pero lo importante es saber que podemos vencerlo. Una herramienta poderosísima es nuestra mente, con nuestra imaginación podemos llevar nuestra mirada hacia los pensamientos positivos, hacia los detalles pequeños de la vida que nos alegran el día, hacia esa flor que está abriendo al otro lado de la ventana o ese pajarillo que canta feliz.
También podemos llevar nuestra mirada hacia nuestro propio cuerpo e imaginarnos con los ojos cerrados, sentadas en una silla, que nuestra cara está relajada, que soltamos esa mandíbula tensa y esa frente fruncida, que sentimos nuestros brazos blandos y calientes, que nuestras piernas caen blandas y calientes, que nuestra tripa está calentita, blandita y a gusto, que nuestra respiración va sosegada y al inspirar aire sentimos que “estoy” y al echarlo sentimos que estoy «tranquila”, y así nos lo vamos diciendo internamente sintiéndonos cada vez más relajadas. Y después nos imaginamos una fruta, la que más nos apetezca en ese momento, y disfrutamos observando su color, tocándola, oliéndola, oyendo su sonido al abrirla y saboreándola al comerla. Y así disfrutando nos miramos a nosotras mismas y me veo como quisiera verme, serena, sonriente, llena de amor, gozosa por vivir, y empiezo a andar por un paisaje verde lleno de lo que queramos, árboles, matorrales, flores, hierba fresca que pisamos al caminar, y llegamos a un arroyo o un río con el agua cristalina y luminosa que corre alegre entre las piedras y arena del fondo, y nos metemos poco a poco en el agua y sentimos que el agua nos limpia y se lleva nuestras preocupaciones y dolores, lo soltamos todo al agua y nos sumergimos y nadamos sintiéndonos un animalito más en el agua, y cuando salimos miramos hacia el sol y abrimos los brazos para llenarnos de su luz y energía, y nos sentimos llenas de vida porque el sol nos la da.
Y así, radiantes, con la alegría serena que nosotras mismas nos hemos dado volvemos a andar los pasos hasta volver a nuestra propia imagen y nos vemos ahora mejor, mucho mejor, con más vida y energía para afrontar el nuevo día, y así nos preparamos para salir al exterior tomando aire y echándolo fuertemente al tiempo que abrimos los ojos y nos estiramos toda entera, brazos y piernas.
¿Cómo os quedáis? Mejor, verdad. Pues así hemos subido nuestras defensas y así el virus no podrá con nosotras. El consejo que nos dio la entrañable psicóloga Pilar hace años en el taller de relajación que compartimos fue hacer esto al menos 3 veces al día, para limpiar nuestra mente y estar más lúcidas y serenas, lo mismo que nos lavamos habitualmente las manos 3 veces al día para comer (bueno, ahora nos las lavamos más, jeje); yo por ejemplo hago la relajación después de desayunar y comer, para no olvidarme ni tener excusa de que no tengo tiempo de sentarme, y creed que el gustito que da imaginarte cómo baja la tostada de pan hasta el estómago es de lo más placentero. Os animo a probarlo.
Os mando mucho amor, mucha salud y mucha alegría, porque nos queremos vivas, nos queremos unidas y NOS QUEREMOS!!!
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