Fuente: https://www.grupotortuga.com/Nuevos-Presupuestos-Generales-del Juan Carlos Rois Martes.4 de octubre de 2022
Tenemos que estar admirados de la gran sagacidad y del encomiable esfuerzo de los negociadores de Podemos-IU para doblegar al PSOE a unos presupuestos sociales por encima de cualquier otra consideración.
No voy a detenerme en un panegírico de los mayores logros que la prensa diaria hoy destaca, sino de otros no menos importantes y que han pasado como de soslayo, como si no mereciera la pena reparar en ellos.
Por ejemplo, el aumento del presupuesto de defensa (recordemos que éste no acapara sino un 30% del enorme gasto militar español) en un 25% por encima del año pasado, o el incremento de la partida para financiar los programas especiales de armamento hasta llegar desde los 1700 millones de 2022 a los 4.900 de 2023. ¡La de solidaridad internacional, manu militare, que vamos a repartir con el armamento de «proyección» (antes invasión) que vamos apilando en nuestro salto hacia el precipicio en el que nuestros sagaces estrategas nos han situado (con por ejemplo más de 100 intervenciones militares en el exterior (antes a esto se le llamaba injerencia militar, porque la gente era así de simplona) desde Felipe González a nuestros días (y sus más de 18.000 millones de euros de ayuda y solidaridad mamporrera desde entonces, que no se diga que no somos solidarios en esto de imponer un orden justo en el mundo como el que más).
No me imagino la de sudores y tretas que el tal Nacho Alvarez, o quien quiera que haya sido el estratega preclaro encargado de ello, ha tenido que desplegar para doblar el brazo a esos buenistas del PSOE y conseguir un gasto social-militar tan expansivo y bueno para nuestra economía, para nuestra deuda y para nuestra ética.
Seguro que la ministra Robles hace dimitir a más de uno por haberse dejado arrancar un gasto en el presupuesto de defensa de tamaño tan descomunal.
¡Y la de puestos de trabajo que van a asegurar con este presupuesto militar expansivo! Así además le tapan la boca a los bocazas de alcaldes y fuerzas vivas de Cádiz, Ferrol o Cartagena pidiendo cual mosca cojonera más leña al mono, más carga de trabajo para sus industrias militares y más caenas, coño, que se nos come el paro y se nos desafecta el voto.
Porque no importa que con el pastizal de la inversión en armas (es decir, con el que se les da directamente a las industrias militares desde el presupuesto de defensa, más el que se les da por medio del de industria como créditos a interés cero, más las subvenciones y ayudas variopintas que se les da desde los programas del CDTI, de CSIC, del ICEX, CSM, de los programas PERTE, de la AEI en los programas de i+d+i, del programa Dual, de los chutes a la metrología para financiar la parte militar del chisme, o de los créditos de la SEPI para sostener y evitar que quiebren Navantia o Airbus, por ejemplo) pudiéramos crear un modelo de economía sostenible que rompa con la dependencia del monocultivo militar en Cádiz, Cartagena o Ferrol, que lo importante es alimentar a la fiera y vender armas Made in Spain a troche y moche en el lucrativo negocio de la guerra.
Ya lo ven, Podemos e IU escriben recto con renglones torcidos, y nos salvan de la inanición del militarismo, tan relajado y achicado en nuestros días que casi no existe y por eso no es relevante el voto de los antimilitaristas (que encima, ladinos nosotros, no votamos y no nos fiamos de los buhoneros que cantan las romanzas del buen ciudadano) pegándole un chute a su presupuesto del ministerio de Defensa para ahogarlos, cual Pluto, en su olla de oro y sin necesidad de estridencias.
Y encima, como dice la patronal del sector, con sus puertas giratorias ministeriales y militares incluidos, es que el gasto militar es inversión y gasto sociales, pues sin el mismo la propia sociedad estaría hecha unos zorros, indefensa, ensimismada en su abúlica y egoísta obsesión por el derecho al techo, o a la sanidad de calidad, o a la enseñanza y otras cosas tristes (y caras) que relajan la moral nacional y ese pundonor españó de cuando éramos el recopón donde no se ponía el sol.
Es esa la razón por la que, desde que el PSOE, con IU y Podemos y su recua de apoyantes de izquierda viene gobernando, primero en solitario y después en comandita, el gasto militar (el presupuestado y el real) español se ha potenciado de forma brutal, hasta al menos los 158.888,66 millones de euros acumulados, ( a los que al menos deberemos sumar otros 46.000 millones que estimo que aumentará el gasto militar en 2023) como expongo en el cuadro que a continuación acompaño (donde no incluyo el gasto estimado para 2023):
¿Importa mucho que este gasto, por insostenible, haya acumulado una deuda (que vamos pagando poco a poco los de siempre sin comerlo ni beberlo, o lo que es lo mismo, eso que se llamaba antes deuda ilegítima) de más de 40.000 millones de euros?
Por supuesto que no. La deuda estimula el crecimiento (sobre todo el del complejo militar industrial y sus apoyos), como podemos comprobar en la historia reciente de casi todos los países que la han contraído por programas de armas que no podían financiar. ¿No ha obligado a la laboriosidad de sus pueblos para pagar los plazos?¿no ha estimulado el espíritu de sacrificio y el ahorro en partidas para financiar la holgazanería en sus presupuestos públicos?¿No ha servido para que sus líderes políticos apliquen políticas disciplinadas y ortodoxas, evitando experimentos que no hay que hacer ni con gaseosa? ¿O vamos a volver a la retórica antigua de que la deuda empobrece y ata a los pueblos?
El gobierno, tan pacifista gracias a que Podemos e IU (esos partidos transformadores donde los haya), atemperan el ardor guerrero del PSOE ha conseguido, gran inteligencia, gran despliegue de habilidades políticas y de sensibilidad social, incrementar las autorizaciones de gasto militar, a varios años vista y repartido entre diferentes ministerios, en los sucesivos consejos de Ministros que hemos tenido desde inicios de año hasta la fecha de hoy, nada menos que en 10.745,66 millones de euros, según el listado que acompaño:
¿Les consta la oposición feroz de los aliados del militarismo tradicional del PSOE a estos acuerdos del Consejo de ministros y ministras? A mi no. ¿saben por qué? Pues porque se lo han comido con patatas, dada la importancia (total, no da votos) que para la estrategia de nuestra izquierda lamentable tiene el incremento del militarismo, cuya razón última no les molesta más que para dar una coz sin contenidos de vez en cuando.
Así es previsible que las cuentas públicas, más el gasto que se piensan atizar fuera de presupuesto como ya han anunciado, más el que tradicionalmente supera a lo presupuestado año tras año, más la deuda que habrán de contraer para poder sufragar el presupuesto deficitario que sostiene nuestro gasto militar, batirán todos los récords de gasto militar y si el año pasado calculamos más de 39. Millones de gasto militar anual (en concreto 39.285,95) no es descabellado pensar que superaremos entre pitos y flautas y de largo los 45.000 millones de euros de gasto militar, pero no se pregunten por la pérdida de oportunidad que tal cifra supone, porque el propio concepto de pérdida de oportunidad está desfasado, que ahora lo que se lleva es pensar en el estímulo de la guerra y de sus industrias asociadas para el avance tecnológico, económico y moral de los pueblos y de aquí a poco saldrá la ministra de Defensa, o tal vez la presidenta de Madrid o algún otro líder ocurrente a trastocar las palabras y hablarnos de gran oportunidad donde antes veíamos nuestra ruina y la del mundo.