Enfrentarse a un ciclón cuando no se puede ver o andar: la carga del cambio climático en las personas con discapacidad de Malaui
Fenómenos como ‘Freddy’ han puesto de relieve la escasa adaptación de los sistemas de gestión de riesgos de catástrofes a las necesidades especiales de una parte de la población
“A día de hoy, sigo sufriendo las consecuencias, porque ya no puedo trabajar como lo hacía antes. Me dedicaba a la pesca, pero ahora me resulta difícil. No puedo recorrer largas distancias porque mi triciclo está dañado y no funciona bien”, dice. Malaya pide al Gobierno y a las ONG que redoblen sus esfuerzos para garantizar que las personas con discapacidad tengan información sobre el cambio climático para poder tomar decisiones.
Crisis humanitaria en ciernes
Sin embargo, el director ejecutivo de la Federación de Organizaciones de Discapacitados de Malaui (FEDOMA), Simon Munde, afirma durante una entrevista que no se han puesto en marcha estrategias adecuadas y eficaces para garantizar que las personas con discapacidad estén incluidas en la preparación ante desastres, el desarrollo de la resiliencia o las medidas de recuperación.
Esta exclusión no es solo un descuido, sino una crisis humanitaria en ciernes, opina Munde, para quien la falta de medidas de acción positiva para garantizar la accesibilidad de la información, la comunicación, la infraestructura y la ayuda a las personas con discapacidad revela una cruda realidad: que las estrategias de adaptación climática de Malaui están fallando a la mayoría de la población vulnerable.
“El Gobierno, las ONG y las agencias internacionales no suelen reconocer los peligros y riesgos a los que se exponen las personas con discapacidad durante las catástrofes climáticas”, dice. Esta falta de prioridad ha incrementado las protestas de las comunidades de personas con discapacidad, lo que ha provocado que algunas no hayan sido tenidas en cuenta en la distribución de ayuda de emergencia.
“Creemos que también es necesario capacitar a las personas con discapacidad en cuestiones relacionadas con el cambio climático para que estén bien informadas y puedan tomar decisiones con conocimiento de causa”, explica Munde, pero según él, solo lo hace FEDOMA con sus afiliados. “Sin embargo, los efectos del cambio climático se sienten más sobre el terreno, en las comunidades”, dice, e insta al Gobierno y a las ONG a garantizar que las personas con discapacidad participen en la toma de decisiones sobre cuestiones relacionadas con el cambio climático.
El director general del Consejo de Malaui para Asuntos de Discapacidad (MACODA), George Chiusiwa, coincide en que queda mucho trabajo por hacer en el país. “Se necesitan políticas más integrales que aborden explícitamente las necesidades de las personas con discapacidad, que garanticen que se escuchan sus voces y que se defienden sus derechos en la planificación de las catástrofes y en las estrategias de respuesta”, asegura. Esto incluye garantizar la inclusión de la discapacidad en los presupuestos y la financiación de la gestión del riesgo de catástrofes.
Iniciativas de inclusión
“Hemos puesto en marcha varias iniciativas destinadas a promover la inclusión de las personas con discapacidad en las estrategias de preparación ante catástrofes”, explica Chiusiwa. Por ejemplo, “sesiones de formación para las autoridades locales de gestión de catástrofes y los líderes comunitarios para concienciar sobre las necesidades específicas de las personas con discapacidad durante la planificación y respuesta”.
Por su parte, el responsable de Relaciones Públicas del Departamento de Asuntos de Gestión de Desastres (DODMA) de Malaui, Chipiliro Raymond Khamula, dice en entrevista telefónica que el departamento ha hecho esfuerzos para dar prioridad a las comunidades más vulnerables del país. Esto incluye, según Khamula, a las personas con discapacidad, los ancianos y las familias encabezadas por menores. “Recientemente, el departamento ha implicado a organizaciones de personas con discapacidad en la elaboración de mensajes de gestión del riesgo de catástrofes y de alerta temprana que incluyan a estas personas y estén en consonancia con los retos a los que se enfrentan”.
Khamula asegura que el departamento se ha comprometido a garantizar “que nadie se quede atrás en todas las etapas del ciclo de gestión de riesgos de desastres y la creación de resiliencia ante los desastres debidos al cambio climático”.