Fuente: https://literafricas.com/2021/12/29/repaso-a-lo-mas-destacado-de-las-literaturas-africanas-2021-para-que-cada-cual-confeccione-su-propia-lista-iv-historias-de-ficcion-y-poesia/
Repaso a lo más destacado de las literaturas africanas 2021 para que cada cual confeccione su propia lista: (IV) Historias de ficción y poesía.
La traca final está ya en sus últimos coletazos. Todos los que habéis llegado hasta aquí os habréis dado cuenta de toda la variedad de narrativas que con el foco en el continente africano nos han ido llegando este 2021. Muchas son oportunidades de lectura que quedan por delante. Hoy el centro se lo cedo a las historias de ficción y a la poesía. Confieso, vaya racha llevo de confesiones, que he leído bastante de las primeras y muy poco de poesía este año (muy mal, lo sé). Prometo rectificar en 2022.
No puedo dejar pasar esta ocasión sin apreciar el trabajo de los/as traductores, tantas veces invisibilizado. Es una labor muy difícil y que debería de destacarse más.
7. SIMPLEMENTE FICCIÓN
Poco se ha oído hablar de La deriva de Namwali Serpell (Trad. Benito Gómez Ibáñez. Ed. Seix Barral). Alabada por Ngugi wa Thiong´o, la novela de la zambiana es un interesante ejercicio entre novela histórica y ciencia ficción que juega con el lector. Tres sagas familiares que atraviesan colonialismo, independencia, presente… e incluso futuro.
Más ruido parece haber levantado El Mesías de Darfur de Abdelaziz Báraka Sakin (Trad. Salvador Martín Peña. Ed. Armaenia) con una trama dura que muestra el día a día bajo un conflicto armado. El autor tuvo que exiliarse de su país, Sudán, tras la publicación de esta obra, que aunque juega con el humor se presenta difícil para algunos lectores ya que cuesta adentrarse en una narración que quiere reflejar la oralidad de su sociedad. A cambio nos ofrece una nueva lectura sobre algo que creemos conocer.
Hasta tres aguas, al menos, han venido a refrescar nuestras lecturas este año. La esperada Agua dulce de Akwaeke Emezi (Trad. Arrate Hidalgo, Ed. Consonni), una narración diferente, arriesgada, que bucea en las identidades en una bifurcación entre sexualidades y mundo igbo.
Agua pasada de Kopano Matlwa (Trad. Aurora Echevarría. Ed. Alpha Decay) que vuelve a mostrar el estilo propio, como a trompicones de su autora, en una trama que deja flecos sin tratar pero que nos habla de la necesidad de diálogo y perdón entre dos mundos marcados por la raza, en una Sudáfrica que en el pasado marcaba a fuego las líneas y que en el presente se mueve entre el amor y el odio.
Y, por último, la interesante Aguas abiertas (Trad. Albert Fuentes. Ed. Alpha Decay) del británico de origen ghanés Caleb Azumah Nelson que cuenta una historia de amor entre dos jóvenes afrodescendientes en Londres. Buceando en la identidad negra, en un mundo donde no falta el racismo, las aguas abiertas son ese territorio acuoso y salvaje que no sabemos si lograremos sobrepasar, o si estamos posibilitados para ello. Todo lo que damos cuando nos enamoramos y todo lo que vamos venciendo en nuestro interior, oscilando entre la franca admiración y el atenazador miedo.
La tranquila violencia de los sueños del mítico escritor K. Sello Duiker está considerada “la obra fundacional de la literatura queer sudafricana”. En su día la historia de Tshepo, fue descrita por el periódico británico The Guardian como “una mirada fascinante a la cultura juvenil y a la manera en la que los jóvenes sudafricanos, blancos y negros, tratan de crear una identidad mezcla de sus raíces africanas con una cultura más global”. Con ella Duiker confirmó que “el sexo en sus novelas era una manera de volver a lo esencial, escondido detrás de la raza y el género”.
Siempre que traducen un título de Yaa Gyasi, en esta ocasión Más allá de mi reino (trad. Eduardo Hojman, Ed. Salamandra), pienso de manera inmediata en Imbolo Mbue. Ambas fueron publicitadas en el pasado como futuros valores literarios y se pagaron cantidades astronómicas por los derechos de sus primeras obras. Sin embargo, solamente la primera, y en dos ocasiones, ha sido traducida al castellano, no así Mbue a pesar de estar siempre entre los mejores libros en muchas listas. La de Gyasi se queda pendiente para mis lecturas de futuro, al igual que El terrorista negro de Tierno Monénembo que ya he empezado a leer (Trad. Pedro Suárez Martín. Ed. La Umbría y la Solana) y que se basa en la vida de Addí Bâ, soldado guineano héroe de la Resistencia francesa, fusilado por los nazis en 1943.
8. POESÍA
Si Wole Soyinka tuviese que quedarse en algún lugar de su escritura el tiempo que le quede, tiene claro que sería en la poesía. «La extraigo de cualquier lugar. Me conecta con mi juventud, me conecta con un mundo que ya no está. Y me permite entender mejor dónde estoy».
Al menos tres libros han aparecido este año. Enseñando a parir a mi madre (Trad. Juan José Vélez Otero, Ed. Valparaíso) de Warsan Shire y la primera antología en castellano de poesía oral saharaui en hasania bajo el título Poetas y Poesía del Sahara Occidental (Ed. Última línea)
Junto a ellos Tebrae de Ismaël Diadié Haïdara (Ed. Libros del Aire). que representa no la obra de toda una vida sino la de diez años de escritura en el exilio, de 2011 a 2021, reinventando y universalizando un género. Las tebrae son poemas amorosos hechos y cantados por mujeres.