Fuente: https://elsudamericano.wordpress.com/2022/08/21/la-guerra-psicologica-contemporanea-conceptos-esenciales-y-caracteristicas/
LA GUERRA PSICOLÓGICA CONTEMPORÁNEA: CONCEPTOS ESENCIALES Y CARACTERISTICAS
Revista de Humanidades Medicas, vol.9 n.° 2. Ciudad de Camaguey, Cuba. Mayo-ago. 2009
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Essential concepts and characteristics of present-day psychological warfare
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Liuba Y. Peña Galbán,(I) Ludmila Casas Rodríguez,(II) Magalys Mena Fernández (III)
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I. Especialista de 2do Grado en Psiquiatría. Investigadora Auxiliar. Profesora Asistente. Master en Humanidades Médicas. Hospital Clínico Quirúrgico Docente. Dr. “Octavio de la Concepción y de la Pedraja”. Camagüey. Cuba. e-mail: lpena@finlay.cmw.sld.cu
II. Dra.C. Especialista 2do. Grado en MGI. Profesora Titular. Universidad de las Ciencias Médicas Camagüey.
III. Profesora Titular de Informática Médica. MSc. Universidad de las Ciencias Médicas Camagüey.
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RESUMEN
Se realizó una revisión bibliográfica con el objetivo de estudiar el origen y desarrollo de la guerra psicológica contemporánea y su relación con el quehacer sociopolítico mundial. Teniendo en cuenta las definiciones de guerra psicológica, operaciones psicológicas y guerra de cuarta generación, se argumenta las interrelaciones dialécticas y las diferencias, y describen las diferentes fases de la guerra hasta la cuarta generación. Como elemento fundamental, se plantea que la guerra convencional y la guerra psicológica persiguen el mismo objetivo, la ocupación de los países en cuestión.
Palabras clave: guerra psicológica, operaciones psicológicas, guerra cuarta generación, guerra convencional.
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…“el arma más sofisticada y eficaz con que cuenta hoy el mundo para neutralizar las actuales doctrinas bélicas es la opinión pública internacional y en particular la de Estados Unidos.”
Fidel.
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INTRODUCCIÓN
De las nefastas consecuencias de la guerra ya Sigmun Freud había escrito refiriéndose a como esta viola el derecho internacional con su ciega cólera derribando “cuanto le sale al paso, como si después de ella ya no hubiera de existir futuro alguno ni paz entre los hombres” …” no reconoce ni los privilegios del herido y del médico, ni la diferencia entre los núcleos combatientes y pacíficos de la población”…una de las grandes naciones civilizadas se ha hecho universalmente tan poco grata, que ha podido arriesgarse la tentativa de excluirla, como “bárbara” de la comunidad civilizada”.[1]
La guerra psicológica[2] consiste en asustar al enemigo para reducir sus posibilidades de éxito en el combate. La guerra psicológica busca, por un lado, paralizar al adversario, derrotarlo antes de que siquiera entre a combatir y, por otro lado, ganar las «mentes y los corazones» de las personas que no se piensa aniquilar.
La guerra no se gana solo en las trincheras, o desde el aire con refinados y sofisticados sistemas de armas automatizadas; hay que ganarla también en las mentes de la gente, tanto en el bando propio como en el enemigo.
La Biblia 3 refiere diversos hechos acaecidos en la antigüedad y entre ellos se destaca el caso de Gedeón. Este personaje bíblico excluyó a 25.000 soldados de entre los 40.000 que tenía que seleccionar para integrar su ejército, porque sus hombres confesaron, después de una serie de interrogatorios, que tenían miedo a la lucha. Hizo así una selección psíquica, psicológica.
El ejemplo clásico que se tiene de cómo supuestas operaciones psicológicas fueron planeadas y se aplicaron en la batalla, aparece en los escritos del estratega chino Sun Tzu Sun, quien se propuso subyugar a su enemigo «sin disparar un tiro.» Encontramos otro ejemplo en los famosos alardes de Genhis Khan (el general mongol Temujin) quien debilitaba la voluntad combativa del enemigo diseminando rumores acerca de la fuerza y ferocidad de su propio ejército. Su planificación fue sencilla, sobresaliente y eficaz.
El concepto de guerra de nervios [4] es sinónimo de guerra de zapa, que era la terminología utilizada por San Martín(I) uno de los creadores de la guerra psicológica moderna. San Martín, en el Perú, manejó exclusivamente el factor psicológico. Pudo, de esa manera, llegar a Lima sin disparar un solo tiro y con la pérdida de muy pocos hombres, registrada en combates aislados y de escasísima importancia.
Durante la I Guerra Mundial, las operaciones psicológicas adquirieron formalidad. Casi todos los países involucrados en la guerra, utilizaron alguna forma de propaganda en sus estrategias y sus tácticas, y la mayoría de ellos organizaron unidades militares especializadas en esa actividad.
Las actividades propagandísticas comenzaron a conocerse como «operaciones psicológicas» o (Guerra Psicológica), durante la II Guerra Mundial.
Una acción psicológica significativa fue el bombardeo realizado a Tokio, después del ataque a Pearl Harbor, como venganza, que violó todo lo establecido por el derecho internacional humanitario, pero lo más siniestro que conmocionó a la opinión pública internacional con un unánime rechazo fue el lanzamiento de las bombas atómicas a las ciudades de Hiroshima y Nagasaki en Agosto de 1945, cuando no había justificación para hacerlo.
El elemento fundamental de la guerra psicológica aplicada al principio (todavía hoy, y la perspectiva futura) es la superioridad tecnológica y militar avasalladora y la invisibilidad de los ejércitos.
Durante la Guerra de Vietnam, en el frente psicológico se libró lo, que el Pentágono llamó la batalla por las «ideas y corazones» -the battle for hearts and minds- del adversario, se abría la falta de diferencia entre frentes de batalla y zonas de comunicación, una ofensiva total y sin cuartel.
Las últimas guerras desarrolladas han demostrado que las guerras se ganan por la combinación de formas y métodos de lucha. El desgaste psicológico y la subversión ideológica se oponen a la conciencia política, la voluntad de lucha y la capacidad de resistencia psicológica, y las batallas que se libran en esta esfera desde la paz. Esto confirma que frente al enemigo con supremacía militar y tecnológica, las batallas políticas, ideológicas y psicológicas y las formas de lucha irregular adquieren singular importancia en la defensa del país.
Las guerras actuales comienzan a librarse en la esfera de las ideas y los sentimientos, casi simultáneamente en el terreno de la opinión publica nacional de agresor, en la arena internacional y en el país que será objeto de la agresión, para después pasar a su conjunción con la lucha armada y acompañarla durante toda la extensión del conflicto, imbricándose de tal manera que en ocasiones resulta difícil discernir cuanto de fines militares o psicológicos persigue una acción militar. La agresión a Irak, el proceso de ocupación y pacificación, y la respuesta dada al agresor, corroboran que la capacidad militar norteamericana para agredir a otros países se basa esencialmente en sus incomparables potenciales económico, tecnológico y militar, así como en el establecimiento de una correlación internacional de fuerzas favorables, sobre todo en el ámbito diplomático para lograr lo que los estrategas militares norteamericanos llaman en la actualidad “Dominio de Amplio Espectro”.
Con este trabajo nos proponemos analizar los diferentes conceptos de guerra psicológica y operaciones psicológicas; así como las diferencias entre la guerra psicológica y la guerra convencional.
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DESARROLLO
Los planes militares[5] de los Estados Unidos en el presente siglo y el desarrollo perspectivo del mismo se basan en siete paradigmas que consideran:
La revolución en los asuntos militares: es un fenómeno de cambios sistemáticos en la guerra, basado en el desarrollo tecnológico, la concentración del poder militar de los Estados Unidos y unos pocos aliados. Michel Mazaar en 1955 la definió como: …son los grandes cambios en la naturaleza de la guerra producidos por la aplicación innovadora de nueva tecnología, que combinados con otros cambios drásticos en la doctrina militar y en los conceptos operacionales y organizacionales, alteran fundamentalmente la naturaleza y la conducción de las operaciones militares.
La integración funcional entre civiles y militares: se desarrolla en dos procesos paralelos: primero en la revolución en los asuntos de negocio, dada en la integración de entidades civiles con el complejo militar industrial, y segundo, en la creciente interacción entre civiles y militares en el nivel de la toma de decisiones.
La asimetría: está dada por adversarios capaces de resistir por un tiempo prolongado y provocarle continuas bajas humanas al agresor.
La guerra de la información: ampliamente desarrollada por los estados Unidos y sus aliados, engendra vulnerabilidades globales.
La defensa contra la proliferación de armas de destrucción masiva: constituye un reto asimétrico. Incluyen el armamento nuclear, las armas químicas y las bacteriológicas.
El poder espacial. Constituye el concepto fundamental de la geopolítica del siglo XXI.
La proyección del poder global. Es la meta del sistema estratégico norteamericano. El término de presencia futura ha sido sustituido por el de presencia global. El patrón de fuerzas acantonadas en bases ultramarinas es ya obsoleto utilizándose el de omnipresencia global.
Golpe preventivo: un concepto importante incorporado a partir del 2002 por los Estados Unidos que según el Departamento de Defensa, consiste en iniciar un ataque cuando existan evidencias innegables de un inminente ataque del enemigo.
Este contexto descrito anteriormente nos lleva al análisis de la guerra psicológica desarrollada con la más alta tecnología con la que se cuenta en la actualidad.
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Guerra psicológica. Definiciones y características.
La guerra psicológica, identificada como un sistema dialéctico, se expande en una concepción de guerra total. Hitler[6] dijo que las guerras del futuro serían luchadas antes de comenzar las operaciones militares, «a través de la confusión mental, la contradicción de los sentimientos, la indecisión y el pánico». También William Donovan y Edmund Taylor, directores de la OSS, (GESTAPO, policía secreta Nazi) tenían como objetivo «incitar a la disensión, a la confusión y al desorden dentro de los países enemigos». Según Donovan, «las operaciones psicológicas encubiertas halagan las mentes de aquellos que se desean manipular con la voz confidencial de un amigo aceptado».
La guerra psicológica, o guerra sin fusiles,[7] es el empleo planificado de la propaganda y de la acción psicológica orientadas a direccionar conductas, en la búsqueda de objetivos de control social, político o militar, sin recurrir al uso de la armas.
Jorge Márquez (1997),[8] la definió como el:
«Medio de lucha que emplea en forma sistemática la propaganda y otros procedimientos para doblegar la voluntad y el espíritu del enemigo, persigue el propósito de influir en las opiniones, sentimientos, actitudes y en los actos del enemigo. Así como también en los pueblos y los países, ya sean enemigos o neutrales»
La definición clásica de lo que sería Guerra Psicológica, que toma el Departamento de Defensa (DoD) de los EE.UU. dice que es:
“el uso planificado de la propaganda (hoy muchos prefieren denominarla con el eufemismo de Public Diplomacy o Communication management) y de otras acciones psicológicas con el propósito primario de influir en las opiniones, emociones, actitudes y conductas de grupos extranjeros hostiles para lograr el apoyo para la consecución de objetivos nacionales».[9]-[10]
La doctrina militar de los EU, hace una diferenciación de guerra psicológica y operaciones psicológicas aunque para algunos autores lo refieren como sinónimo.
Operaciones psicológicas: (OPSIC) término que reemplaza al de guerra psicológica en 1957, (aunque en la actualidad se utilizan simultáneamente)[11] a las acciones planificadas para trasmitir a las audiencias extranjeras información y señales selectivas e influir en sus emociones, motivaciones, razonamientos y finalmente en la conducta de los gobiernos, organizaciones, grupos e individuos extranjeros. El propósito de las operaciones psicológicas está encaminado a inducir o reforzar en las audiencias extranjeras las actitudes y conductas que sean favorables a los objetivos de los que las originaron.
Operaciones Psicológicas: es el conjunto de medidas persuasivas en tiempos de paz o de guerra que se conciben con el fin de influir en las actitudes, opiniones y comportamiento de las fuerzas contrarias, sean éstas civiles o militares, con el propósito de alcanzar los objetivos nacionales.[12]
Estados Unidos establece claramente la distinción entre un programa informativo internacional a nivel estratégico y las operaciones psicológicas a nivel táctico o de campo de batalla. Las operaciones psicológicas[13] designan un conjunto muy amplio de actividades que van de la propaganda radial a la tortura y demandan conocimientos profundos sobre las poblaciones a las que van dirigidas. En un documento redactado en 1948, las fuerzas terrestres estadounidenses definen así la «guerra psicológica» Esta emplea medios físicos o morales diferentes a las técnicas militares ortodoxas, medios que buscan:
Destruir la voluntad y la capacidad combativa del enemigo.
Privarlo del apoyo de sus aliados.
Acrecentar entre nuestras tropas y las de nuestros aliados la voluntad de vencer.
La diferencia entre ambos conceptos está en que la guerra psicológica se restringe al enemigo, mientras que las operaciones psicológicas se diseñan hacia audiencias extranjeras en general.
En el desarrollo de la guerra psicológica se articulan estrechamente: el departamento de estado y las agencias gubernamentales, los medios de información, la organización militar –las fuerzas armadas, (el ejército y la fuerza aérea– y las estructuras desarrolladas por la Agencia central de Inteligencia (CIA) para las operaciones encubiertas.
Las acciones psicológicas se sustentan en las militares, así como en la utilización de determinados armamentos, es importante el movimiento de tropas, maniobras, demostraciones de fuerza y otros dirigidos a crear un efecto psicológico negativo en el adversario.
La guerra psicológica utiliza toda arma que pueda influenciar la voluntad del enemigo. Las armas son psicológicas solamente por el efecto que producen y no por su naturaleza misma. Por ello, la propaganda abierta (blanca), secreta (negra) o gris -subversión, sabotaje, asesinatos, operaciones especiales, guerrilla, espionaje, presiones políticas, culturales, económicas y raciales- son consideradas como armas utilizables en el marco de la guerra psicológica.
La guerra psicológica pretende tres objetivos fundamentales:
1. Desarticular las organizaciones populares simpatizantes del enemigo.
2. Debilitar las bases de apoyo en los sectores de la población.
3. Eliminar la oposición política.
El fin de la guerra psicológica es destruir la moral del enemigo para lograr la victoria militar y para ello se emplean dos métodos diferentes, uno el militar y otro el político. El método militar se practica en los campos de batalla, directamente contra el combatiente, mientras que el método político se dirige hacia la retaguardia, básicamente contra la población civil.
Según varios analistas en el futuro la guerra tradicional sería sustituida por la guerra psicológica pura, el fin no sería la destrucción física del adversario, sino la desintegración de la moral y la vida espiritual de una nación por la voluntad de otra.
Como en la guerra militar, un plan de guerra psicológica está destinado a aniquilar, controlar o asimilar al enemigo. En este tipo de confrontación la guerra psicológica[7] persigue transformar a los individuos (llamados individuos-masa) en «soldado cooperante» de los planes de dominio y control social establecidos por el capitalismo trasnacional y la potencia imperialista regente.
Otra expresión de la «guerra psicológica», fue el proyecto Camelot,[13] consistió, en los años 60, en establecer modelos sobre los procesos que conducen a revoluciones nacionales en los países del Tercer Mundo para facilitar la dirección de operaciones de contra-insurrección.
El proyecto Camelot, consiste, en los años 60, en establecer modelos sobre los procesos que conducen a revoluciones nacionales en los países del Tercer Mundo para facilitar la dirección de operaciones de contra-insurrección. Camelot ilustra a la perfección la intensificación de las relaciones entre los estudiosos del comportamiento y los servicios secretos estadounidenses. Emprendido en 1963, este proyecto, destinado a facilitar las intervenciones en Yemen, Cuba y el Congo belga, debe -teóricamente- permitir prever y prevenir el riesgo de la revolución.
En cuanto a la evolución de la fases de la guerra hasta la tercera generación[14] se describe así: Fase inicial: Arranca con la aparición de las armas de fuego y alcanzaría su máxima expresión en las guerras napoleónicas. Las formaciones lineales y el “orden” en el campo de batalla constituyen sus principales rasgos y el enfrentamiento entre masas de hombres, su esencia. La Guerra de Primera Generación corresponde a los enfrentamientos con tácticas de líneas y columnas. Fase segunda: Comienza con el advenimiento de la Revolución Industrial y la disponibilidad en el campo de batalla de medios capaces de desplazar grandes masas de personas y de desatar poderosos fuegos de artillería. El enfrentamiento de potencia contra potencia y el empleo de grandes recursos, constituye el rasgo esencial de esta generación. La Primera Guerra Mundial es su ejemplo paradigmático.
Fase tercera: Se caracteriza por la búsqueda de neutralización de la potencia del enemigo mediante la detección de flancos débiles con la finalidad de anular su capacidad operativa, sin necesidad de destruirlo físicamente. La Guerra de Tercera Generación fue desarrollada por el Ejercito Alemán en el conflicto mundial de 1939-1945 y es comúnmente conocida como “guerra relámpago” (Blitzkrieg). No se basa en la potencia de fuego, sino en la velocidad y sorpresa. Se identifica esta etapa con el empleo de la guerra psicológica y tácticas de infiltración en la retaguardia del enemigo durante la Segunda Guerra Mundial.
La guerra de cuarta generación tiene sus orígenes en los años 80 con los trabajos realizados por militares norteamericanos y se dice que es de cuarta generación por cuanto no se quiere el control territorial (guerra de primera generación), ni el control de los recursos naturales (guerra de segunda generación); ni el control social a través del idioma y la religión (guerra de tercera generación) sino lo que se quiere es el control y dominación mental de los integrantes de una sociedad (guerra de cuarta generación) mediante el apoderamiento y control de la conducta social masiva. Se quiere que la sociedad, sobre la que se ejerce una guerra de cuarta generación, responda a los intereses del agresor (en este caso Estados Unidos), lo que le da derecho al territorio, a sus recursos naturales y a los consumidores que en ella habitan.
Demostrada la vulnerabilidad a las asimetrías del ejército de Estados Unidos en los diferentes conflictos bélicos en los que ha participado y como forma de justificar el desarrollo de armamentos más sofisticados de mayor impacto físico y psicológico los estrategas norteamericanos han diseñado el concepto de precisión dimensional completa. En la guerra asimétrica no existe un frente determinado. Todo es frente. Frente de guerra es todo aquel lugar en donde existe enemigo. Especialmente, enemigo débil y aislado. No se adhiere a normas estrictas de organización; la organización se adecua a las posibilidades y a las expectativas.[15],[16]
La «larga Guerra contra el terrorismo», que incluye la guerra irregular contra un enemigo difuso [guerrillas], paradigma de las Guerras Asimétricas. Todo ello se ve traducido en dos importantes cambios: en primer lugar, más dinero para fuerzas especiales (para operaciones especiales localizadas, cuya novedad sería la creación del Marine Corps Special Operations Command), al tiempo que se invierte más en el ejército de tierra (ocupación de Irak no se puede hacer mediante misiles y aviones). Y en segundo lugar, más inversión en Guerra Psicológica.[1]
Se está de acuerdo con Freytas en lo referente a lo que se pudiera llamar las diferencias de la guerra convencional y la guerra psicológica pero ambas persiguen el mismo objetivo la ocupación del país en cuestión lo que cambia son los métodos para realizarlo.
Se ilustra algunas de las diferencias entre la guerra convencional y la guerra psicológica.
Guerra convencional | Guerra Psicológica |
Utiliza el ejército para la conquista de los territorios. | Conquista los cerebros. |
Intensa preparación, movilización y despliegue de las tropas. | Intensa campaña propagandística, de desinformación, a la opinión pública nacional e internacional. |
El objetivo es matar. | El objetivo es el control del pensamiento y la conducta de las personas. |
Doblega la voluntad de las personas en los territorios ocupados | La voluntad es tomada por fuerzas de ocupación invisibles, sin darse cuenta. |
No hay fuego de fusiles, ni balas que le apunten. | El blanco son las vulnerabilidades y contradicciones psicológicas. |
La “guerra inter-potencias” (o inter-países”) expresada en la confrontación “Este-Oeste”, desaparece con la Unión Soviética. | A partir del 11-S, la “Guerra Contraterrorista” librada por todas las potencias y por el Imperio regente (EE.UU.) contra un sólo enemigo: el terrorismo “sin fronteras”. |
Desarrollo de armas convencionales y nucleares. | El desarrollo tecnológico e informático, la globalización del mensaje y las capacidades para influir en la opinión pública mundial, convertirán a la Guerra Psicológica Mediática en el arma estratégica dominante |
Las operaciones se realizan con unidades militares. | Grupos operativos descentralizados especialistas en insurgencia y contrainsurgencia, y expertos en comunicación y psicología de masas. |
Se opera en frentes de batalla con elementos materiales. | La guerra se desarrolla en escenarios combinados, sin orden aparente y sin líneas visibles de combate, los nuevos soldados no usan uniforme y se mimetizan con los civiles. |
El objetivo estratégico es el apoderamiento y control de áreas físicas (poblaciones, territorios, etc) apoderamiento y control de la conducta social masiva. | Intenso bombardeo mediático: los volantes, afiches, las consignas y las imágenes sustituyen a las bombas, misiles y proyectiles del campo militar. |
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Una de las doctrinas militares norteamericanas imperantes durante los años de la Guerra Fría fue la de la «guerra de baja intensidad»[16] como medio de frenar la influencia soviética en el mundo, especialmente en África, Asia y Latinoamérica sin llegar a una confrontación militar directa. Esa doctrina implicaba el empleo de grandes recursos de propaganda e infiltración psicológica.
El uso sistematizado del “terrorismo”[14] realizado por grupos operativos infiltrados en la sociedad civil complementado con Operaciones Psicológicas Mediáticas orientadas al aprovechamiento social, político y militar del hecho “terrorista”.
El terrorismo [17] como el uso premeditado, o amenazador, de la fuerza o violencia como un agente coactivo o punitivo. Más específicamente, el terrorismo representa una guerra psicológica, un combate militar no tradicional. El objetivo explícito del acto terrorista es producir un estado de miedo, incertidumbre, desmoralización e impotencia como una fuerza coactiva y/o punitiva. El terrorismo se usa como herramienta para acabar con la resistencia y apagar el entusiasmo de la población y / o del gobierno.
El éxito de cualquier actividad terrorista futura se medirá por su impacto en las mentes de las víctimas. En consecuencia, se lucha en el campo de batalla mental y no en los que están acostumbrados la mayoría de los soldados en la guerra convencional.
El terrorismo [17] se acompaña de acciones o amenazas o las dos para lograr el efecto psicológico que se quiere, como Art Tzu (Clavell, 1983) señaló en su tratado The Art of War (El arte de la guerra):
«Pelear y vencer en todas las batallas no constituye la excelencia suprema; la excelencia suprema se logra acabando con la resistencia del enemigo sin pelear».
Desde el punto de vista psicológico[17] se puede hablar de tres mecanismos terroristas de acción:
• El terrorismo se puede usar para provocar un estado de conmoción, bajar las defensas en gran manera y desistir de la idea de resistir.
• Para destruir las defensas lentamente y desistir de la idea de resistir.
• Puede utilizar una combinación de ambas: la estrategia abrumadora («conmoción y temor reverencial») y la de destrucción gradual (un concepto similar a éste se usó militarmente contra los Estados Unidos en Vietnam). En el caso del terrorismo, la cantidad de «víctimas psicológicas» será mayor que la de las «víctimas corporales».
Las amenazas relacionadas con el terrorismo consisten en:
• La amenaza objetiva de incidentes de destrucción física y muerte.
• La amenaza percibida de lesiones y muerte a individuos, familias, comunidades.
• La amenaza de desorden sociológico.
• La amenaza de la recesión económica que puede traer aparejada la posibilidad de que sectores industriales específicos quiebren. La industria aeronáutica, por ejemplo, informó que desde el atentado terrorista del 11 de septiembre del 2001 (11-S), se cerraron más de 100.000 fuentes de trabajo.
La “Guerra Contraterrorista” (una variante complementaria de la Guerra de Cuarta Generación) borra las fronteras tradicionales entre “frente amigo” y “frente enemigo” y sitúa como eje estratégico de disputa la guerra contra un enemigo universal invisible diseminado por todo el planeta: el terrorismo.
La lógica del “nuevo enemigo” de la humanidad, identificada con el terrorismo tras el 11 de Septiembre 2001 con la caída de las torres gemelas, se articula operativamente a partir de la “Guerra Contraterrorista” que compensa la desaparición del “enemigo estratégico” del capitalismo en el campo internacional de la Guerra Fría: la Unión Soviética. La “guerra inter-potencias” (o inter-países”) expresada en la confrontación “Este-Oeste”, desaparece con la Unión Soviética, y es sustituida, a partir del 11-S, por la “Guerra Contraterrorista” librada por todas las potencias y por el Imperio regente (EE.UU.) contra un sólo enemigo: el terrorismo “sin fronteras”.[12]
El estudio de las características socio culturales de los países en los cuales va a operar EEUU es estudiado y aprovechado a su favor para crear el pánico y el terror entre los pobladores o guerrilleros así en 1964 se elabora uno de los documentos de estrategia más «extraordinarios» de la historia de la guerra psicológica, encargado por el ejército de los EE.UU., titulado, «Brujería, magia, hechicería y otros fenómenos psicológicos, y sus implicaciones en operaciones militares y paramilitares en el Congo», el informe es un tratado de combate paranormal, en el que se discute tácticas de «contramagia» para luchar contra los rebeldes que se apoyaban en prácticas chamanistas o animistas. En el informe, se lee:
«La guerra de contrainsurgencia se desarrolla alrededor de la fidelidad y el apoyo a las poblaciones locales”.[16]
El Departamento de Defensa ha reconocido que parte de sus esfuerzos en investigaciones y desarrollos para apoyar operaciones de contrainsurgencia deben orientarse hacia la gente, de los Estados Unidos y en el extranjero, relacionada en este tipo de guerra. Así, han sido llamados por el gobierno, antropólogos, psicólogos, sociólogos, politólogos y economistas cuya orientación profesional hacia el comportamiento humano los habilita para realizar contribuciones útiles en este campo, como por ejemplo, en la explotación militar de las características culturales locales de una comunidad con el fin de amedrentarlos».
La investigación fue dirigida por James R. Price y Paul Jureidini, dos analistas del Special Operations Research Office (SORO) de la American University de Washington, D.C., quienes, también en 1964, diseñaron el Proyecto Camelot, un esfuerzo planificado para medir científicamente los factores sociales que estabilizan o desestabilizan determinados países en vías de desarrollo, entre ellos España. Cuando se filtró esta investigación a la prensa, las condenas internacionales hicieron que el proyecto fuera cancelado.
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CONCLUSIONES
La guerra psicológica es un instrumento de primer orden utilizado por el enemigo para agredir a otros países. Se desarrolla antes y durante el conflicto. Las operaciones psicológicas se diseñan hacia audiencias extranjeras en general.
La guerra convencional y la guerra psicológica persiguen el mismo objetivo la ocupación del país en cuestión, lo que cambia son los métodos para realizarlo.
Las guerras actuales comienzan a librarse en la esfera de las ideas y los sentimientos, casi simultáneamente en el terreno de la opinión publica nacional de agresor, en la arena internacional y en el país que será objeto de la agresión.
La guerra de cuarta generación tiene como objetivo el control y dominación mental de los integrantes de una sociedad mediante el apoderamiento y control de la conducta social masiva. Se quiere que la sociedad, responda a los intereses del agresor, lo que le da derecho al territorio, a sus recursos naturales y a los consumidores que en ella habitan. La “Guerra Contraterrorista” en la actualidad variante complementaria de la Guerra de Cuarta Generación, borra las fronteras tradicionales entre “frente amigo” y “frente enemigo” y sitúa como eje estratégico de disputa la guerra contra un enemigo universal invisible diseminado por todo el planeta: el terrorismo.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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6. Marzo J.L. Las ciencias sociales en su salsa: La guerra. 2005
7. Aponte N. Ejemplo de una guerra de cuarta generación. 2002. Disponible en: htpp://www.rebelion.org/
8. Márquez J. Guerra Psicológica. Lima; 1997.
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10. Atitar de la Fuente M. EE.UU., incrementa el gasto en Guerra Psicológica. 2006. Disponible en: http://www.wikipedia.es.org/wiki/psychologicalwarfare.
11. US ARMY FM 100-25. Doctrine for Army Special Operations Forces. (SF, Rangers, CA, PSYOP, ARSOA), Washington D.C., 1991.
12. Goldstein F.I. Las Operaciones Psicológicas. La Guerra del Golfo Pérsico. 2005. Disponible en: http://www.airpower.maxwell.af.mil/apjinternational/apj-
13. Boneau D. Guerra Fría psicológica. Las ciencias de la dominación mundial. 2005. Disponible en http://www.voltairenet.org.
14. Freytas M. La Cuarta Guerra Mundial ya comenzó. 2007. Disponible en: http://www.antimilitaristas.org/article.php3?id-article=2724
15. Steven M, Douglas J. Asimetry and US Military Strategy: Definition, Backgroun and strategic concepts. Disponible en: http://carlisle-www.army.mil/usassi/welcome.htm. ”Middle East”, Review of International Affairs, 2002. vol 4, No. 1.
16. Samir A. Guerra asimétrica y los ‘perros de la guerra’ en Afganistán. 2006. Disponible en: http://www.argenpress.info/nota.asp?num=050025
17. Zuckerberg H. Contraterrorismo psicológico. 2004. Disponible en: http://www.lavozylaopinion.com.ar/cgi-bin/medios/vernota.cgi?
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NOTA
I. En la Escuela de Altos Estudios, de Berlín, fueron estudiadas las campañas emprendidas por el Libertador del Perú, Mariscal José de San Martín bajo este punto de vista. El Gran Capitán fue realmente un creador del sistema, porque es indudable que el manejo y utilización de los factores psicológicos, en su guerra de zapa, no fueron inspirados por ningún antecedente recogido en las escuelas militares españolas, porque en ellas no se enseñaba. Ese sistema fue creado instintivamente por nuestro prócer. La baja de 2.100 hombres, que en esa campaña tuvo, fue ocasionada por el paludismo y otras pestes, lo cual demuestra que su verdadero enemigo no fue el ejército español, sino ese flagelo
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ANEXO
GLOSARIO
Conflictos de baja intensidad: concepto desarrollado en los EE.UU. en los años setenta, para describir un nuevo estilo de actividad político-militar por debajo de la guerra convencional moderna.
Dominio de Amplio Espectro: entendido como el dominio sobre el enemigo en las esferas militar, política, económica, sociopsicológica, etc. Se aplican a los diferentes tipos y niveles de conflictos y a todo tipo de operación militar, ya sea aérea, naval, terrestre o conjunta.
Guerra psicológica: (departamento de Defensa, Junta Interamericana de Defensa) el uso planificado de la propaganda y otras acciones psicológicas con el objetivo primario de influir en las opiniones, emociones, actitudes y comportamiento de grupos extranjeros hostiles de tal forma que apoyen la realización de los objetivos propuestos.
Guerra relámpago: nueva táctica militar utilizada por el ejército alemán en el inicio de la segunda guerra mundial. Su principal novedad fue el uso de divisiones acorazadas de tanques, las «Panzerdivisionen», como punta de lanza que penetraba con gran rapidez en los sistemas de defensa enemigos. La artillería y la infantería motorizada seguían el avance rápido de los tanques. El sistema se completaba con el apoyo aéreo, los célebres cazas «Stukas», que impedían al enemigo el envío de refuerzos al frente y aterrorizaban a sus tropas.
Guerra asimétrica (asimetría político militar): la contraposición a la superioridad militar, tecnológica y económica del enemigo de las ventajas que proporcionan una doctrina militar que se sustenta en una organización, métodos y formas de lucha acordes con las características y posibilidades del país, así como de otras que conforman su potencial político oral, tales como las tradiciones e ideología de lucha y otras ventajas que se derivan del sistema y desarrollo político social alcanzado.
Golpe preventivo: un concepto importante incorporado a partir del 2002 por los Estados Unidos que según el Departamento de Defensa, consiste en iniciar un ataque cuando existan evidencias innegables de un inminente ataque del enemigo.
Operaciones psicológicas: (Departamento de Defensa) operaciones planificadas para hacer llegar información e indicadores seleccionados a un público extranjero con el propósito de influir en sus emociones, motivos, razonamiento objetivo, y por último, en el comportamiento o actitudes de los extranjeros a favor de los objetivos de la parte que la origina.
Operaciones psicológicas: (Junta interamericana de Defensa) incluyen la guerra psicológica y abarcan además aquellas acciones políticas, militares, económicas e ideológicas planificadas y conducidas para crear en grupos extranjeros neutrales o amigos un comportamiento o actitud que apoye la realización de los objetivos propuestos.
Operaciones psicológicas: (OTAN) actividades psicológicas planificadas en tiempo de paz y de guerra para influir en el comportamiento y actitudes de públicos enemigos, amigos o neutrales, y de esa manera afectar el cumplimiento de objetivos políticos y militares. Incluyen actividades psicológicas estratégicas, operaciones psicológicas de consolidación y actividades psicológicas en el campo de batalla.
Operaciones psicológicas estratégicas: cuando se trata de aquellas planeadas y proyectadas en tiempo de “paz” sobre audiencias (civiles o militares) extranjeras o del propio país, o operaciones psicológicas de campo de batalla, que desde el nivel operacional o táctico se aplican sobre objetivos del oponente o de la población civil del área de influencia (Vázquez, 1996).
PSYOP: siglas con las que se identifican las operaciones psicológicas.
Precisión dimensional completa: a partir de la consideración de la vulnerabilidad de las fuerzas armadas estadounidenses a las asimetrías y como forma de justificar el desarrollo de armamentos más sofisticados, de mayor precisión física y psicológica.